La sencillez del Citigo se combina con la sensación de coche lógico y bien hecho. Resulta cómodo en la postura de conducción, muy suave en el manejo de todos sus mandos, y fiable y preciso en su comportamiento dinámico. A pesar de contar con “un motor de un cilindro menos” apenas se perciben vibraciones, y el nivel de sonoridad en autovía a 120 km/h con las ventanillas subidas es sorprendentemente bajo. De hecho, esta versión de 75 cv va tan bien, que no debemos ver en el Citigo un coche exclusivamente de ciudad, ya que se desenvuelve sin problemas en carretera. Evidentemente no es especialmente rápido (171 km/h y 13,2 segundos de 0 a 100 km), pero suficiente para transitar de forma ágil por autovías. Y, sobretodo, lo realmente meritorio es lo bien que pisa el asfalto, pues proporciona una confianza similar a la de vehículos más grandes. Es ligero (sólo 854 kilos) pero el aplomo que muestra en carretera da una gran sensación de seguridad.
El funcionamiento de Citigo de 75 cv es sorprendente, y no sólo en ciudad…