Volkswagen Golf Bluemotion
A fondo
Por todos es conocida la carrera actual de las marcas por la creación de modelos cada vez más respetuosos con el medioambiente y con el bolsillo de sus usuarios, mediante vehículos con ciertos aditamentos aerodinámicos específicos para minimizar la resistencia al viento, acompandose de una serie de elementos mec?nicos también adaptados específicamente para conseguir tal fin sin reducir demasiado las prestaciones. Pues Volkswagen es una de las marcas más activas en este sentido, puesto que ya hace tiempo que vienen desarrollando varios modelos de toda su gama con esta tecnología ecológica que ellos denominan Bluemotion, desde el utilitaro Polo, hasta la furgoneta de carga Caddy, pasando por el Passat o todas las versiones del Golf, que hoy analizamos en su versión de cinco puertas.’El Golf Bluemotion es el más ahorrador del segmento compacto, bajando su consumo de 4 litros y sus emisiones de CO2 de 100 gr/km’El Golf Bluemotion es el más ahorrador del segmento compacto, bajando su consumo de 4 litros y sus emisiones de CO2 de 100 gr/km
Le toca el turno al superventas compacto Golf que hereda el sobrenombre con numerosos argumentos de peso, convirtiéndose en el más ecológico y ahorrador de toda la gama del modelo y uno de los más destacados de la marca. Y para ello, conservando todo lo que ha catapultado al modelo hacia su gran éxito, su atractivo estilo atemporal, el gran confort y habitabilidad para los pasajeros o la fiabilidad reconocida con el paso de los años, consigue unos consumos muy reducidos de 3.8 litros a los 100 kms y unas bajas emisiones al medioambiente de 99 gramos por km de CO2, cifras nunca vistas entre los de su especie y su tamaño, e incluso entre rivales de segmentos más pequeños. De hecho, con su nuevo motor 1.6 TDI de 105 cv, mejora notablemente a su antecesor 1.9 TDI con la misma potencia en 0,7 litros a los 100 km. Además se puede adquirir por poco más de 20.000 euros de precio de tarifa en carrocería de cinco puertas gracias a que no paga nada de impuesto de matriculación por sus bajas emisiones.
Motor convencional, consumo nada habitual
Todas estas cualidades son gracias a la incorporación del motor 1.6 TDI de nueva generación con inyección directa por common rail de alta presión que entrega 105 cv a 4.000 rpm y 250 Nm desde 2.000 rpm en lugar del 1.9 TDI, lo que además de unos consumos muy reducidos entrega unas prestaciones más que solventes como cualquier diésel convencional de motor similar, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 11,3 segundos y una velocidad máxima de 190 km/h. Este comportamiento ecológico no sólo se consigue mediante el motor, que es el 1.6 TDI convencional, sino con una caja de cambios manual de 5 velocidades con los desarrollos algo alargados para rebajar las revoluciones y algunas características en su mecánica y su diseño enfocadas a lograr la mejor aerodinámica y evitar emisiones y consumos innecesarios. Por ejemplo, monta neumáticos de baja resistencia a la rodadura en llantas comedidas de 15 pulgadas, los bajos del coche están cubiertos con planchas aerodinámicas, ostenta una altura al suelo inferior al resto de la gama, paragolpes, estriberas y rejillas especiales al estilo deportivo R-Line y un pequeño alerón trasero, además de un sistema de arranque y parada automáticos y un alternador desconectable que recupera la energía en las frenadas.
Todas estas cualidades son gracias a la incorporación del motor 1.6 TDI de nueva generación con inyección directa por common rail de alta presión que entrega 105 cv a 4.000 rpm y 250 Nm desde 2.000 rpm en lugar del 1.9 TDI, lo que además de unos consumos muy reducidos entrega unas prestaciones más que solventes como cualquier diésel convencional de motor similar, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 11,3 segundos y una velocidad máxima de 190 km/h. Este comportamiento ecológico no sólo se consigue mediante el motor, que es el 1.6 TDI convencional, sino con una caja de cambios manual de 5 velocidades con los desarrollos algo alargados para rebajar las revoluciones y algunas características en su mecánica y su diseño enfocadas a lograr la mejor aerodinámica y evitar emisiones y consumos innecesarios. Por ejemplo, monta neumáticos de baja resistencia a la rodadura en llantas comedidas de 15 pulgadas, los bajos del coche están cubiertos con planchas aerodinámicas, ostenta una altura al suelo inferior al resto de la gama, paragolpes, estriberas y rejillas especiales al estilo deportivo R-Line y un pequeño alerón trasero, además de un sistema de arranque y parada automáticos y un alternador desconectable que recupera la energía en las frenadas.
En marcha las sensaciones son muy similares a las del diésel convencional, es decir, con unas cualidades más que suficientes para hacer una conducción normal, aunque sí se aprecia ligeramente una menor capacidad de recuperación a altas velocidades debido a su cambio de 5 velocidades muy desmultiplicadas, algo que era mucho más descarado en la anterior versión. Eso sí, el comportamiento dinámico es prácticamente el mismo que en el resto de la gama, totalmente estable. Cómodo, rápido de reacciones y muy aplomado se convierte en una alternativa segura cuando se opta por un compacto.
Imagen muy aerodinámica e interior conocido
El diseño es practicamente igual que el de cualquier Golf, con un aspecto en esta última generación más dinámico y atractivo que en la anterior generación, con líneas de diseño más marcadas y definidas. Presenta un frontal agresivo con una parrilla horizontal con perfiles cromados alargada hasta los faros, que dibujan una mirada felina, y un capó con nervaduras que transmiten movimiento. La línea de cintura está ahora muy marcada y asciende hacia la zaga, zona de la carrocería que recibe todo el peso del conjunto. Unas ópticas traseras oscurecidas también más rectilíneas sugieren más elegancia y distinción, mientras el gran portón le dota de buena practicidad cuando se trata de guardar equipaje en su maletero de 350 litros ampliables hasta los 1.305 litros.El indicador de cambio de marchas, las nuevas tapicerías en colores azul y negro y la ausencia de alfombrillas son propias de la versión Bluemotion
El diseño es practicamente igual que el de cualquier Golf, con un aspecto en esta última generación más dinámico y atractivo que en la anterior generación, con líneas de diseño más marcadas y definidas. Presenta un frontal agresivo con una parrilla horizontal con perfiles cromados alargada hasta los faros, que dibujan una mirada felina, y un capó con nervaduras que transmiten movimiento. La línea de cintura está ahora muy marcada y asciende hacia la zaga, zona de la carrocería que recibe todo el peso del conjunto. Unas ópticas traseras oscurecidas también más rectilíneas sugieren más elegancia y distinción, mientras el gran portón le dota de buena practicidad cuando se trata de guardar equipaje en su maletero de 350 litros ampliables hasta los 1.305 litros.El indicador de cambio de marchas, las nuevas tapicerías en colores azul y negro y la ausencia de alfombrillas son propias de la versión Bluemotion
El amplio interior para cinco pasajeros es totalmente común con el del resto de la gama, excepto con el de los más deportivos, incluyendo en el cuadro el conocido indicador de cambio de marchas, aunque desmarcándose ligeramente del aquellos con nuevos tapizados de los asientos denominados Scout y de los paneles de puertas en colores azul y negro y la ausencia de alfombrillas para el aligerar peso total en beneficio de las prestaciones y de unos menores consumos. El equipamiento es bastante básico, semejante al Advance de la gama, con todos los sistemas de seguridad y confort necesarios y exigibles, como el climatizador, el control de estabilidad ESP, faros antiniebla, todos los airbags, 8 altavoces y lo más importante de todo, es un Golf en toda regla.