Volkswagen Eos 2.0 TDI DSG
Y se hizo la luz
Volkswagen apuesta fuerte en todos los segmentos y en el de los descapotables se había quedado un poco rezagado tras haber fabricado más de un millón de VW Cabriolet del Escarabajo, Karmann Ghia, Golf y New Beetle -que relevó al anterior en el nicho de los cabrios-. Para remediarlo llega el Eos, matando dos pájaros de un tiro: un cabrio de capota dura que es lo que se estila ahora y, así de paso, también se benefician de las ventas de un coupé de dos puertas, que hasta ahora no tenían.
El modelo alemán ha llegado al mercado para quedarse, dispuesto a rivalizar con los pioneros –Peugeot 307 cc y Renault Megane Coupé Cabrio-, y lo más granado como el Volvo C70, además del Opel Astra Twin Top y el futuro Ford Focus coupé cabrio.
Todos ellos atractivos para el uso diario gracias a la versatilidad que ofrece su techo duro, aunque el nuevo Volkswagen juega con ventaja sólo por un detalle que los demás no tienen, el techo corredizo eléctrico.
El diseño del Eos resulta ser de los más equilibrados con una silueta más proporcionada, al igual que ocurre con la versión coupé cabrio del Astra. El interior está bien acabado con materiales de calidad que aportan elegancia y deportividad al habitáculo, en el que cuatro personas tendrán espacio suficiente para viajar. La versión elegida para esta prueba es la 2.0 TDI de 140 cv, con cambio DSG de 6 velocidades que aporta un plus de confort al comportamiento de este descapotable, además de unos consumos muy contenidos.1Nombre: FICHA TÉCNICAMotor: 4 lín. / 1.968 c.c TDIPotencia máx.: 140 cv a 4.000 rpmPar máx.: 320 Nm a 1.800 rpmCombustible: Diesel bomba inyectorTracción/cambio: Del. / DSG de 6 vel.Frenos: Discos vent. / DiscosNeumáticos: 235/45 R17 Carrocería: 2 puertasLarg-Anch-Alt: 4.407 – 1.791 – 1.443Peso en vacio: 1.570 kgMaletero: 205 l. / 380 l.Nº plazas: 4Velocidad máx: 203 km/hAceler. 0-100: 10.3 segundosConsumo mixto: 6,7 litrosEuroNCAP: 4Precio: 33.740,00Ficha Jato: http://www.autocity.com/coches/nuevos/volkswagen/eos/2.0_tdi_dsg/2_puertas/cabrio/index.html
Ante todo libre
La estética del VW Eos no es la de un coupé cabrio más, con la trasera alargada para conseguir más espacio habitable cuando se opta por conducir descubierto, sino que tiene una silueta muy conseguida en la que las cotas del conjunto -proporcionado- tienen mucho que ver. Sus 4.407 mm de longitud garantizan una línea exterior estilizada, completada por los 1.443 mm de altura que aportan dinamismo junto con una anchura de 1.791 mm. El resultado es una imagen elegante y deportiva.
El coupé cabrio de Volkswagen no se basa en ninguno de sus hermanos, ya que su diseño parte de cero, aunque adopta elementos del Passat como los faros y la parrilla cromada de la parte delantera.
En la trasera, más sobria y elevada, destaca el aire familiar en el diseño de las ópticas de leds y el anagrama de la marca, coronado por la tercera luz de freno.
En la trasera, más sobria y elevada, destaca el aire familiar en el diseño de las ópticas de leds y el anagrama de la marca, coronado por la tercera luz de freno.
De lado, con el techo y sin él, se aprecia la línea ascendente de la carrocería que va desde el capó a la zaga, y la deportividad del conjunto la completan unos neumáticos de 235 mm de sección montados sobre llantas de 17 pulgadas.
Las diferentes configuraciones del versátil modelo alemán le hacen muy atractivo para el uso de diario sea cual sea el parte meteorológico. Los encantos del Eos se ponen de manifiesto sólo con abrir el techo corredizo y, si la temperatura lo permite, las cuatro ventanillas. Con estas dos opciones el conductor ya no pasa desapercibido en el tráfico, convirtiéndose en el protagonista de todas las miradas.
Pero lo realmente impresionante es la facilidad con la que se oculta el techo CSC en el maletero, sólo en dos piezas, desapareciendo para dar paso a un atractivo descapotable. El techo corredizo se abre, la luneta trasera se acopla sobre la parte trasera de la capota rígida y dos trampillas laterales alojan los largueros de esta estructura. El peso del conjunto formado por el techo rígido y el mecanismo eléctrico que lo mueve es de 22 kg, lo que hace que el peso total del coche ascienda hasta los 1.570 kg.
Al ponernos al volante, tenemos la sensación de estar sentados en el habitáculo de su hermano el Golf por su ergonomía, sólo el diseño de las toberas del climatizador bizona y los paneles de las puertas nos hacen desistir de esta idea.
Los materiales empleados para dar la bienvenida a los pasajeros son de buena calidad y destacan los ajustes, algo a tener muy en cuenta en este tipo de vehículos dada su exposición continuada cuando se decide conducir con el cielo como límite.
La vida a bordo es cómoda gracias a sus 4 plazas reales y sólo vemos dos pegas: una es que los ocupantes del asiento trasero no deben exceder 1,80 metros -con la techo CSC puesto, claro-, y la otra es que su posición tiende a ser más vertical que en un modelo convencional.
El acceso a la parte de atrás es más fácil con el sistema Easy Entry, por medio de un botón electrónico situado debajo del tirador que reclina el respaldo de los asientos anteriores, deplazándose hacia delante mientras se memoriza la distancia a la que iban sentados el conductor y el acompañante. Además en nuestra unidad, el resto de los ajustes de las plazas delanteras eran eléctricos -distancia, altura, inclinación y lumbar-, garantizando una buena sujeción.
El maletero merece una mención especial tratándose de este tipo de vehículos, ya que anuncia una capacidad de 380 litros de capacidad, que se reduce a 205 cuando descapotamos el habitáculo, disminuyendo bastante el espacio y la boca de carga.
Las suspensiones de este Eos completan el confort del interior que sólo se ve alterado por ligeros grillos del techo corredizo -tanto abierto como cerrado-, pero a pesar de todo la insonorización es muy buena y no existen ruidos aerodinámicos, a no ser que no se despliegue el quitavientos situado sobre el marco del parabrisas cuando conducimos con el techo corredizo abierto.
En cuanto al equipamiento destaca el climatizador automático Climatronic con modo Cabriolet y modo Coupé, que ajusta la temperatura y el caudal de aire según nuestra elección, y la irradiación solar. Los faros bi-xenon adapatativos, el autoencendido de luces de emergencia, el sistema remoto de apertura del depósito de combustible y del maletero, los sensores de ayuda al aparcamiento en la parte trasera, la preinstalación para iPod en el reposabrazos central, el paravientos, la tapicería de cuero y el volante multifunción -también de piel, igual que el pomo del cambio DSG y del freno de mano- no faltaban en nuestro coche, así como detalles en aluminio en el salpicadero, la consola central, las puertas, el volante y el pedalier. Sin olvidarnos de los elementos de seguridad como el ABS, el ESP, los airbags, la preparación isofix de los asientos o un sistema antivuelco que sobresale detrás del asiento trasero en menos de 0,25 segundos.
Cuando nos subimos al Eos y vimos que la transmisión que traía era automática, DSG de 6 velocidades, nos las prometíamos muy felices y la verdad es que las espectativas se cumplieron.
Al día siguiente de comenzar esta prueba a fondo el testigo del filtro de partículas diesel se hizo nuestro compañero de fatigas -para los que no lo sepan, cuando se enciende esta luz no significa que haya una avería sino que el sistema de circulación de gases está obstruido por las impurezas del gasóleo-, y tras hacerle unos cuantos kilómetros por encima de 60 km/h de forma continua nos abandonó.
Las prestaciones que ofrece el Volkswagen Eos con esta mecánica le sitúan más cercano a un cabrio de paseo con el que disfrutar confortablemente de cada trayecto, que de un deportivo puro. Esto se debe a unas suspensiones de tarado blando y a su exceso de peso alejándole del segmento compacto, para sobrepasar cifras de báscula más propias de las berlinas medias. La estabilidad no se ve comprometida, pero si buscamos un deportivo cuya carrocería se olvide de balancear en curva, esta no sería nuestra primera opción.
El motor 2.0 TDI de 140 cv, viejo conocido y montado en todas las marcas del Grupo VW y en otras como Dodge y Mitsubishi, estuvo a la altura y se comportó todavía mejor al ir acompañado del DSG de 6 velocidades, que completa la suavidad esperada de un chasis enfocado a la comodidad de sus ocupantes, pero con la opción secuencial -o también posicionando la palanca en la S– de cabrearle y disfrutar de aceleraciones y recuperaciones inmmediatas, y regímenes de revoluciones muy altos que ponen de manifiesto un comportamiento ágil a pesar sus kilos de más.
La aceleración del coche de 0 a 100 km/h es de 10,3 segundos, beneficiándose de un par motor de 320 Nm desde 1.800 hasta 2.500 rpm, directo a las ruedas delanteras. La velocidad máxima con la que nos podremos despeinar a bordo de este coupé cabrio alemán es de 203 km/h, consiguiendo un consumo mixto de 6,7 litros a los 100 km. Estareis pensando que estas cifras no son tan atractivas como en otros modelos animados por el mismo motor. Cierto, pero no podemos olvidar que los 1.570 kg del conjunto tienen que penalizar, en parte, el comportamiento del coche. Este es el precio que hay que pagar por disfrutar de dos coches en uno, además de los 33.740 euros que hay que desembolsar para llevárselo a casa.