El nuevo Saab 9-3 Sport Hatch entra por la puerta grande al segmento Premium de los vehículos familiares de tamaño medio por sus cualidades de imagen, habitabilidad, confort y prestaciones. Frente a la competencia se muestra como la alternativa con un diseño muy moderno y actual, con elementos claramente heredados de su hermanos de gama 9-3 Sport Sedán y del Cabrio, y como no, algunas reminiscencias de su hermano mayor el 9-5 SW, aunque propone una imagen mucho más fresca, actual y juvenil, al tiempo que sencilla, sin tanta sofisticación y recarga visual.
El 9-3 Sport Hatch está dirigido para aquellos clientes que necesitan la versatilidad de un modelo familiar pero que no renuncian al placer de conducir, combinando magistralmente su faceta de transporte de pasajeros con la deportividad propia de cualquier modelo de altas prestaciones.
Con estas cualidades tan peculiares, la competencia de esta versión familiar de altas prestaciones solo la encontramos en familiares deportivos de primeras marcas, como el reciente Alfa 159 3.2 JTS Q4 Sportwagon, el Subaru Legacy SW 3.0R Spec-B, el Audi A4 Avant 3.2 V6 FSI Avant, en el BMW 330i Touring, el Volkswagen Passat Variant 3.2 V6 FSI 4Motion, el Jaguar X-Type Wagon 3.0 V6, el Mercedes C280 V6 Familiar, destacando entre ellos el Saab por ofrecer un diseño mucho más fluido, compacto y juvenil, además de un tacto aún más deportivo por la introducción del turbo en su propulsor. El precio se sitúa en la línea de sus oponentes llegando en esta versión Aero a los 43.050 euros
Familiar deportivo
El diseño robusto del conjunto y el atractivo perfil de cuña son una declaración de intenciones de sus características dinámicas. Lo que verdaderamente supone una novedad y resulta muy atractivo para el público es la solución estética de la parte trasera, con cortos voladizos, un portón diseñado en dos ángulos con la luneta muy inclinada fomando un conjunto con los pilotos traseros traslúcidos con luces de led´s, diferentes de los convencionales.
La imagen estética es muy dinámica y progresiva, tan deportiva como la versión Sport Sedán, con una carrocería de nueva creación desde el pilar B hacia atrás, manteniendo la batalla y las buenas características del chasis de su hermano Sport Sedán, transmitiendo una gran sensación de deportividad con un curioso diseño de habitáculo retrasado y zaga adelantada. Nuestra versión Aero de altas prestaciones venía equipada con todos los aditamentos estéticos exteriores de estilo deportivo, como los paragolpes delantero y trasero abombados y con spoilers, los faldones laterales, el alerón trasero integrado y coronado por unas llantas de aleación de 18 pulgadas opcionales que confieren al conjunto una imagen más fuerte y robusta de coche potente.
El frontal es suavemente redondeado, exacto a sus hermanos 9-3 en todas sus versiones, con un capó curvado hacia delante, hasta la característica parrilla del radiador dividida en tres partes que resaltan el anagrama de Saab y acentúan su protagonismo.La vista lateral es muy aplomada, con unas puertas muy grandes con mucha superficie acristalada en forma ascendente hacia la zaga, lo que permite una visibilidad excelente para todos los pasajeros. La línea de cintura crece hacia la zaga dibujando una curiosa curva que condiciona una imagen general compacta de cinco puertas. La zaga se caracteriza por los originales faros traslúcidos y una tira cromada muy elegante que sirve de tirador para el maletero, dejando entrever el logotipo de la marca en primer plano.
La amplia experiencia de Saab en el campo de la aeronáutica se deja notar claramente en el puesto de conducción, con todo el cuadro panorámico orientado hacia el conductor que coloca todos los mandos a su alcance. Lo que más llama la atención es la alta calidad de los materiales y el excelente tacto de todos y cada uno de los mandos que forman el ‘cockpit’ del piloto, salvo alguna excepción como los mandos de los intermitentes y los limpiaparabrisas tras el volante, que siguen siendo algo bastos y de un plástico de tacto áspero. A pesar de esto, el salpicadero tiene una presencia inmejorable, con todos los instrumentos al alcance del conductor y realizado en un aparente ambiente bicolor. Los asientos son de tejido mixto de piel beige y tela negra, ubicada esta en la parte central del mismo, evitando desplazamientos del cuerpo en conducción rápida y deportiva, resultando muy eficientes. Todo el interior se percibe con un armónico contraste entre el color beige de los asientos y de la parte superior del salpicadero y el negro de los asientos, del cuadro de mandos y de la consola central. Bajo el reposabrazos entre los asientos delanteros, kit Comfort opcional, se esconde un gran hueco portaobjetos que incluye un enchufe para 12 voltios. En el interior se ha conseguido una insonorización perfecta para los pasajeros ante ruidos de rodadura como los cristales tintados facilitarán una intimidad inigualable. Los detalles cromados cobran protagonismo en la palanca del cambio y en el aro interior del volante, algo muy original y típico de las versiones deportivas de la marca sueca, asemejándose por su colocación a los mandos de un avión.
El espacio de carga cobra protagonismo gracias a un maletero amplio y uniforme, con 419 litros VDA con todos los asientos habilitados que alcanza los 1.273 litros con los respaldos traseros abatidos asimétricamente 60/40, mientras el hueco del maletero ofrece redes para la sujeción de objetos y un divisor de carga de doble piso muy interesante. Sin embargo, el espacio para las piernas en los asientos traseros se queda algo justo frente a la competencia.
Entre el equipamiento de seguridad pasiva destacan los clásicos y pioneros reposacabezas activos en forma de ‘L’ (SAHR), un elemento de seguridad que le ha proporcionado a Saab muy buena fama y que facilitó al 9-3 y al 9-5 colocarse entre la ‘jet-set’ de las 5 estrellas en los test de seguridad para los pasajeros de EuroNCAP. Entre su despliegue tecnológico también cuenta con faros bi-xenon de serie, faros antiniebla, anclajes Isofix y los airbags de todo tipo culminan un buen trabajo en seguridad, ofreciendo los frontales, los laterales en las plazas delanteras y los de cortina para todos los pasajeros. Entre su equipamiento de confort dispone de un sistema de personalización de los elementos tecnológicos del equipo de serie en el Aero denominado Profiler, con el que se puede preseleccionar funciones como el climatizador automático de doble zona, el reloj alarma, la iluminación de la escala del velocímetro, la asistencia al aparcamiento, el sensor de lluvia y la alarma antirrobo. Además, multitud de sistemas de comunicación y entretenimiento están a disposición del conductor, entre los que encontramos el navegador con pantalla en color de 5,8 pulgadas opcional que montaba nuestro Aero, con teléfono integrado con Bluetooth, sistema de reconocimiento de voz y conector para reproductor MP3.
Potencia Turbo bajo control
Pero lo más destacado de nuestro Aero, aparte de su característica estética dinámica, es el nuevo propulsor de origen General Motors de 2.8 litros en configuración V6 con Turbo, que recientemente incorporan los Opel Vectra OPC, modelo también bajo el legado del mismo grupo americano General Motors. Este resistente y ligero motor con bloque de aluminio rinde una nada despreciable cifra de potencia de 250 cv a 5.500 rpm y un par motor máximo de 350 Nm entre las 2.000 y las 4.500 rpm, gracias a sus 24 válvulas, la distribución variable y un turbocompresor de doble entrada alimentado por las dos bancadas de cilindros y tarado a una presión media de 0,6 bares, mostrándose pleno de energía y potencia. Este motor se combina con dos tipos de cajas de cambio de 6 velocidades, una manual y otra automática opcional, el caso de nuestra unidad, de tipo secuencial Sentronic con la opción de cambios en el volante. La aceleración de 0 a 100 km/h es de 6,9 segundos (manual) y de 7,8 segundos (automático), mientras la velocidad máxima que alcanza es de 245 km/h (manual) y 240 km/h (automático). Con estas inmensas prestaciones el consumo medio combinado según las cifras oficiales asciende hasta los 10,4 litros a los 100 km con cambio manual, mientras que alcanza los 11 litros con el cambio automático.
El comportamiento del Saab Sport Hatch es muy bueno en cualquier circunstancia con tendencias subviradoras al límite fáciles de corregir , gracias a un chasis muy rígido que mantiene siempre el coche en la trazada, ayudado sobremanera en tramos muy virados por la suspensión delantera McPherson con triángulos inferiores y la trasera independiente multibrazo con la función Re-Axs de dirección en las ruedas traseras, que permiten una mayor respuesta y control de la dirección. La aerodinámica está muy elaborada y ofrece una gran estabilidad a alta velocidad con un coeficiente de penetración al aire muy bajo. Para evitar que las cosas se pongan difíciles una vez en marcha, los sistemas de seguridad activa como el ABS con repartidor electrónico de la frenada EBD, el control de tracción TCS con asistencia a la frenada de emergencia MBA, el avanzado control de estabilidad ESP Plus, de serie con el motor 2.8 V6, o el control de frenada en curva CBC garantizarán la total estabilidad del Sport Hatch sobre la trazada.