Kit para pasar de gasolina a GLP
REPORTAJE
Hasta hace muy poco el autogas era algo prácticamente reservado a los taxistas y a algunas flotas de autobuses, pero la normativa española ha cambiado y ya permite la instalación de kits que transforman nuestro coche particular de gasolina en un modelo bi-fuel, es decir, que puede funcionar tanto con gasolina convencional como con autogas, carburante que se suministra actualmente en unas 80 estaciones de servicio de España. Lo mejor es que resulta mucho menos contaminante, pues emite menos gases y partículas nocivas. Por tanto ¿es interesante este kit? ¿cuándo se amortiza? ¿qué particularidades tiene?
Para despejar todas estas dudas nos trasladamos al circuito de Motorland Aragón, donde la empresa italiana especializada en equipos GLP (Gas Licuado de Petróleo) para automoción, Zavoli, nos presentó sus productos gracias al instalador oficial de Zaragoza (Talleres Florencio). Para la jornada de pruebas había dos coches con el kit GLP instalado, un Peugeot 207 SW y un Citroen C3 de la pasada generación, ambos con motor 1,4 litros inyección. De hecho, la normativa española todavía no permite la instalación de estos kits en motores antiguos, por ejemplo los de carburador. Sin embargo, en otros países líderes en esta tecnología, como Italia, hay alrededor de 2 millones de vehículos circulando con autogas, algunos de ellos muy antiguos.
Los Kits de GLP para coches particulares en España todavía no son muy conocidos, pero tienen mucho futuro
La empresa Zavoli acaba de llegar a España, pero desde 1993 ya ejerce su actividad basada en la conversión de vehículos al GLP y CNG. Actualmente está presente en más de 30 países y monta unos 200.000 equipos al año. Su red española acaba de nacer, pero en poco tiempo tiene previsto contar con unos 250 instaladores distribuidos por toda la geografía. Nuestro mercado todavía está muy poco maduro en GLP, aunque algunas marcas ya comercializan vehículos nuevos bi-fuel. Dicha inmadurez se debe principalmente a la reciente normativa que permite estos kits en coches particulares, a la ausencia de subvenciones y a que, por ahora, no hay restricciones de circulación en los centros urbanos de las grandes ciudades (como sí sucede en muchos países europeos). Otro factor importantísimo es la escasez de estaciones de servicio, aunque de las 80 actuales está previsto que a finales de 2012 existan unas 300.
Pero vamos a hablar de precios y vamos a hacer números. Actualmente el litro de GLP se vende a 0,70 euros, lo cual significa casi la mitad del coste del litro de gasolina sin plomo 95. Cierto es que en modo GLP los coches gastan ligeramente más muy poco- pero, en total, el ahorro que se calcula es de hasta 4 euros cada 100 km. Así las cosas, si tenemos en cuenta que el precio de instalar un kit completo de los de Zavoli es de unos 1.800 euros, comprobamos como el coste de dicha inversión se puede recuperar en unos 40.000 km. ¿Es rentable por tanto? Desde luego que sí, especialmente para quienes recorren muchos kilómetros al año.
Con 40.000 km ya sale rentable gastar los 1.800 euros que cuesta este kit
¿Y qué pasa con las ITVs y garantías? Todo está homologado y no afecta a las revisiones periódicas ni a la garantía de otros órganos del vehículo. Recordemos que de los componentes del motor de gasolina ni se elimina ni se modifica ninguno, simplemente se añade otro sistema que funciona de forma independiente con su propio depósito y sus propios componentes. Se supone que si instalamos este sistema GLP es para funcionar la mayor parte de los kilómetros posibles en modo GLP que es cuando estamos ahorrando- pero no pasa nada si acabamos el depósito de gas y entramos en modo gasolina; de hecho estamos doblando prácticamente la autonomía del vehículo. Este depósito específico es un poco más pequeño que el de gasolina, pero dependido del motor y del estilo de conducción permite una autonomía de más de 500 kilómetros, la que sumada a las reservas de gasolina nos permite circular mucho más de mil kilómetros sin repostar.
Nos subimos a los vehículos de prueba y ¿cómo van? Pues si no nos dicen nada ni lo hubiésemos notado. Entre las ventajas técnicas que se describen figuran una conducción más suave, silenciosa y sin vibraciones; pero por nuestra experiencia podemos decir que el coche se conduce y se percibe de igual forma. Por fuera el vehículo no presenta diferencias, pues la boca de llenado del depósito de gas se instala dentro de la tapa con la que se accede al depósito de gasolina. Y en el interior, nada más que un sencillo y pequeño testigo que nos indica, con una luz, en que modo vamos, y con otras cuatro luces, el porcentaje (sólo en cuatro tramos) de reserva del depósito de gas. También nos sorprendió que, al accionar el pulsador y pasar de un modo a otro, no se percibe ningún tirón ni cambio de reacciones. Con ambos carburantes los coches desarrollan la misma potencia y corren prácticamente lo mismo y, además, se prolonga la duración del motor y se abarata el mantenimineto.
La conducción es exactamente igual que cuando vamos en modo gasolina
Tanto los responsables de Zavoli como los instaladores oficiales nos confirmaron que montar este kit de GLP es muy sencillo y no lleva mucho tiempo. Además, se aporta adicionalmente un seguro mecánico tanto para los elementos del kit como para el resto de motor; aunque los problemas que han podido causar estos kits en las miles de instalaciones que Zavoli realiza en otros países son prácticamente inexistentes. Por todo ello, podemos recomendar a todos los que realicen un buen número de kilómetros al año que monten un kit como éste. De momento el principal inconveniente es que apenas hay un par de puntos de repostaje por provincia, y que debido al débil estado de las arcas del Estado no hay actualmente subvenciones programadas; pero en un futuro cercano, con la mayor red de estaciones de servicio, el encarecimiento progresivo del precio de la gasolina y las previsibles medidas restrictivas para la circulación en ciudades a los coches más contaminantes; podemos prever que este tipo de kits serán mucho más demandados.