Consejos para la compraventa
Un mercado al alza con Internet como aliado
En 2009 las ventas de automóviles de segunda mano en España están alcanzando la mayor proporción de la historia respecto a las matriculaciones de coches nuevos. Durante los nueve primeros meses se han comercializado 992.200 coches usados en nuestro mercado, un 37,5% más que nuevos. Es decir, actualmente se venden 1,6 coches de ocasión por cada coche nuevo. Según Ganvam (la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios) al cierre del año se venderán alrededor de 1,4 millones de automóviles de ocasión; mientras que las ventas de coches nuevos aún con la importantísima ayuda del Plan 2000E- rondarán las 940.000 unidades según Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones).
Y de todas estas ventas más de la mitad en concreto el 56%- se realizan entre particulares, lo cual causa no pocos quebraderos de cabeza tanto a los compradores como a los vendedores. ¿Dónde anuncio la venta de mi vehículo? ¿Es mejor comprar a particulares, a concesionarios o a compraventas?… Son algunas de las muchas preguntas que se le avecinan a quien no acumula mucha experiencia en este mundillo de la compraventa de vehículos. Pero que nadie desespere, pues siguiendo una serie de pautas y precauciones, tanto la tarea de compra como la de venta no tiene porqué ser tan compleja. En las siguientes páginas vamos a intentar dar algunas pistas y algunos consejos para que estas operaciones se resuelvan de la forma más satisfactoria posible.
Internet es hoy por hoy el mejor aliado tanto del comprador como del vendedor de un automóvil. De hecho, estudios recientes confirman que tres de cada cuatro españoles utilizan Internet para buscar información sobre automóviles, una proporción muy superior a los que recurren a las clásicas revistas impresas. Tasar tu coche, buscar un vehículo eligiendo varios parámetros son algunas de las posibilidades que se brindan en las mejores páginas web del motor.
Evidentemente la opción más cómoda si únicamente quieres desprenderte de tu coche es acudir a una empresa compraventa, o dejarlo como parte de pago en el concesionario si vas a comprar bien uno nuevo o bien otro de ocasión; pero la cantidad que te puedan dar por él seguramente te defraudará. Esta cantidad –similar a la que te daría el seguro en caso de siniestro- es fácil de conocerla, o al menos una aproximada, pues páginas webs como esta ofrecen una sección de “Tasa tu coche” en la que, en muy poco tiempo, aparecerá el valor “oficial”.
En la mayoría de los casos ese valor “oficial” de tasación es significativamente inferior al que se puede obtener en la venta entre particulares. Pero gracias a los buscadores de las principales páginas también es sencillo observar “cómo está el mercado”, ya que fijando los parámetros de año y modelo podemos comparar y orientarnos de cuánto es razonable pedir por nuestro coche. Evidentemente entran en juego muchos aspectos, como el estado mecánico, el estado de chapa e interiores o los kilómetros; pero lo más decisivo a la hora de cotizar el vehículo es su antigüedad.
Descartando pues prácticas mucho menos recomendables, o incluso ilegales como la de aparcar el coche en la vía pública con su cartelito de venta, vamos a ver qué datos debemos facilitar y qué pautas debemos seguir a lo largo del proceso. Una vez elegida una sección de ocasión de una página web de gran difusión, es recomendable adjuntar unas cuantas fotografías de buena calidad, sobretodo cuando el aspecto del vehículo es realmente bueno, ya que en muchas de las fotografías de anuncios que circulan por la red apenas se pueden distinguir algunos detalles. Otros datos importantes a facilitar –los mismos que para nuestro siguiente apartado de “Si buscas coche de segunda mano”- son los referentes al historial del coche y estado de las principales piezas sometidas a desgaste: neumáticos, amortiguadores, discos y pastillas de freno, etc. Un anuncio con muchos datos del estado del coche da una mejor imagen que otro que únicamente incluya modelo, año, kilómetros y teléfono de contacto.
Si buscas un coche de segunda mano
La tarea inversa es mucho más apasionante y divertida, pero muchos de los consejos son idénticos para ambos casos. Buscar en las principales páginas de Internet aplicando los criterios preferidos es la mejor opción, ya que en ellos no sólo se anuncian particulares sino también los concesionarios oficiales con sus departamentos de ocasión y las empresas dedicadas a la compraventa. Actualmente, de las operaciones de ventas de vehículos usados realizadas, un 54% fueron entre particulares, un 31% a través de concesionarios oficiales, un 14% mediante compraventas y un 1% se gestionaron con empresas alquiladoras. Lo de recomendar que canal de venta es mejor resulta muy delicado. Si una empresa nos inspira confianza por su trayectoria y fama puede que sea la mejor opción, aunque si nos queremos arriesgar un poco más, o uno se considera un experto en la materia, probablemente la compra a un particular sea la más satisfactoria en cuanto a precio se refiere.
Evidentemente, a la hora de buscar, para ponerse en contacto con el vendedor hay que seguir unas precauciones, ya que se han detectado algunos casos de estafa, o de intentos de fraude. Por ejemplo se recomienda desconfiar de “gangas” y “chollos”, nunca realizar pagos por adelantado, evitar intermediarios si es entre particulares y comprobar in situ el estado del vehículo así como su documentación (que no falten los Permisos de Circulación y Ficha técnica, que esté al corriente del pago del Impuesto de Circulación y que tenga la ITV pasada si el coche tiene más de cuatro años de antigüedad).
¿Qué debo comprobar del vehículo? Básicamente que el estado se corresponde con lo que nos dice el vendedor y que los kilómetros sean reales ¿Cómo? No es fácil pero sí se pueden dar algunas pistas. En principio, antes de arrancar hay algunos elementos como los pedales, el volante o el pomo que por su desgaste pueden dar una idea del kilometraje real del coche, aunque lógicamente esto no es determinante ya que también influye tanto la calidad de los mismos como lo cuidadoso que haya sido el conductor.
Siempre se recomienda probar el coche, aunque sólo sea en una breve ruta. Si se puede probar tanto con el motor en frío como en caliente mejor, ya que algunos fallos mecánicos sólo aparecen a determinada temperatura. Marchas que no rasquen, respuesta sin tirones, dirección que no se desvíe, amortiguadores no reboten ni resulten excesivamente blandos, frenadas con “mordiente” y que no causen vibraciones o un embrague que no “patine” son algunas de las principales comprobaciones durante la toma de contacto. Luego, en parado, verificar el desgaste de neumáticos, pastillas y discos de freno nos pueden dar una idea de si el coche está para llegar y utilizar, o si es necesario invertir algo de dinero en él.
Muy importante es también que el propietario conserve facturas de mantenimiento, tanto si son del servicio oficial como de otros talleres, ya que nos da una muy buena pista del historial, de la autenticidad de los kilómetros y de lo ordenado y cuidadoso que es el conductor. También podremos conocer así si pronto necesitará operaciones costosas como, por ejemplo, el cambio de la correa de la distribución. Finalmente, si el coche realmente nos interesa, no está de más pagar los 20 ó 30 euros que nos puede cobrar un taller conocido en concepto de revisión (en media hora lo pueden comprobar), donde subirán el coche a un elevador y le podrán ver otros detalles que a un usuario normal en la calle se le escaparán. Si el coche está bien, el propietario no tiene porqué poner objeciones a esta prueba en taller; y si las pone es para desconfiar.
Y ya como último paso, una vez elegido el coche nos gusta, realizar la transferencia, algo que no está estipulado si corresponde al comprador o al vendedor, y que por tanto se deberá pactar en el momento de negociar el precio. Cuanto más moderno y lujoso sea el coche, más habrá que pagar por este concepto. Para realizar este trámite se puede confiar en una gestoría o bien personarse las partes interesadas en las correspondientes delegaciones de Tráfico y de Hacienda de su ciudad. En muchas ocasiones también se realiza un contrato de compraventa de vehículos usado entre particulares, de los cuales “circulan” algunos modelos por Internet en páginas como la OCU.