211 CV pensados para triunfar
El restyling que ha sufrido toda la gama León alcanza también a las siglas FR, Fórmula Racing, el modelo más deportivo y deseado por los jóvenes, que, con una mejora de 11 CV en la versión gasolina, otorga una potencia total de 211 CV, gracias al motor 2.0 TSI, idéntico al que equipa su gemelo, el Volkswagen Golf GTI. La firma española ha preparado un modelo, el León FR gasolina, dispuesto a derribar mitos y a pelear cara a cara, sin complejos, con rivales con más cartel pero con las mismas o incluso menos prestaciones.
a favorMecánica portentosaPrecio muy razonableDiseño deportivo pero no sobrecargadoen contraUna estética muy vistaInterior mejorableUna línea exterior muy vista
Y es que nos adentramos en un modelo lleno de contradicciones; por un lado están su motor hiperpotente y su chasis específicamente desarrollado para disfrutar de la conducción agresiva; y por otro, unas personalizaciones contenidas para que nadie se asuste ni se horrorice al admirarlo. Es un coche que hay que saborear lentamente y al que uno se engancha súbitamente por el picante que derrocha su nuevo propulsor.
Que nadie dude con el León FR. Aunque en aceleración es sensiblemente inferior a los competidores más agresivos del segmento el Focus ST, el Megane RS y el Civic Type R-, el compacto deportivo español gana por goleada a éstos, y por supuesto con los que comparte genética Audi A3 y Volkswagen Golf GTI-, en lo que se refiere a comportamiento deportivo y apariencia. Máxima deportividad y equipamiento a un precio razonable, y con un estilo sensiblemente más refinado que en la generación anterior.
Estéticamente, el FR se distingue del resto de la gama en que los retrovisores son plateados, haciendo gala de su deportividad desde el primer vistazo. Hay que gozar de su diseño, personalizado y portentoso, pero siempre sin rebasar la frontera del mal gusto: parachoques sobredimensionado, toma de aire de mayor tamaño, rejilla con forma de nido de abeja, doble salida de escape cromada escorada en el costado izquierdo de la zaga., un pequeño spoiler que aerodinámicamente mejora el comportamiento del vehículo y unas ruedas de perfil bajo con unas llantas de 17 pulgadas de serie.
Al tratarse de un restyling un lavado de cara-, el diseño exterior se puede antojar algo anticuado. Sobre todo si se compara con las últimas novedades en el mercado de los compactos, por ejemplo, el nuevo Mazda 3. Tampoco juega a su favor el hecho de tratarse de un coche muy vendido, demasiado visto: coste reducido para un rendimiento tan brutal.
Con las siglas FR en el paragolpes delantero, el portón del maletero, los respaldos de unos asientos deportivos extraordinarios, el volante que no es circular ya que su zona inferior, de color plata, es lineal- y el pomo del cambio, por dentro nos encontramos con un coches especial y más refinado: relojes con fondo blanco, consola central sencilla y muy intuitiva, postura de conducción recogida y ergonómica, buenos materiales y un habitáculo el maletero, 341 litros, está bastante bien- sobradamente espacioso. No es un interior excelso, pero cumple sobradamente con las necesidades de un coche de estas características.
Con la caja de cambios manual de seis velocidades, el equipamiento de serie del León FR vuelve a ser una de las bazas de Seat para posicionarse con firmeza en el mercado de los compactos. Seis airbags, control de estabilidad, climatizador bizona, radio CD/MP3 con entrada de USB, Aux in?Se agradece que la marca de bajo coste del Grupo Volkswagen no se olvide de su origen y política de empresa, incluyendo elementos que de serie nunca aparecerían en el A3 o en el Golf. Además, los extras -más baratos que en Audi y Volkswagen- como el navegador con pantalla táctil, sistema de ayuda al arranque en pendiente, farox bi-xenon con función de alumbrado en curva y luces diurnas, asientos calefactados o el sensor de parking con visión en la pantalla del navegador todos incluidos en la unidad probada- consolidan la imagen de confortabilidad del habitáculo y redondean un interior que mejora por mucho al del Focus ST, Civic Type R o Megane RS.
Con el motor arrancado, el primer bramido que suelta este 2.0 TSI nos permite hacernos una idea de la envergadura mecánica de la máquina que tenemos a nuestro servicio. Además del aumento de 11 CV con respecto a la versión anterior, este FR crece y mucho en cuanto a eficacia y comportamiento. Y es que estamos ante un propulsor pura sangre, que empuja a cualquier régimen, permitiéndote salir airoso de cualquier situación complicada.
4 km/h por hora más rápido en punta de velocidad que su antecesor (ahora, 233km/h) y con una mayor aceleración (7,2 segundos de 0 a 100 km/h, una décima menos que la versión anterior), nos encontramos con un compacto deportivo en el que sus consumos de combustible (8,4 l/100 km) y las emisiones de C02 (170 g/km) se reducen sensiblemente si se compara con las del anterior León FR.
El nuevo FR incorpora de serie lo que Seat ha denominado XDS. Una función electrónica del control de tracción que simula la acción de un diferencial delantero y evita que el FR subvire, entrando en funcionamiento cuando una rueda pierde adherencia al trazar una curva. También se nota la eficacia de un chasis elástico y unos frenos progresivos y contundentes. Es un coche ágil, contundente y dinámico, pero nunca nervioso. La sensación de control sobre él es máxima, debido en parte a un volante que transmite a la perfección nuestras sensaciones.
Que nadie piense, sin embargo, que las suspensiones son excesivamente rígidas. Lógicamente son rotundas cuando la ocasión lo merece, pero en carreteras con buen asfalto no terminan de resultar incómodas. Con un comportamiento y unas prestaciones sobresalientes, que ahora se consiguen con un consumo sensiblemente más bajo, el Seat León FR es el modelo más económico entre los turismos de 4,20 y 4,40 metros de longitud y con motor gasolina de 200 a 225 CV. Es un coche pensado para triunfar, sin duda.