La plantilla de Derbi quieren forzar a Piaggio a aplazar el cierre de la planta
Tras 23 días en huelga, los 150 trabajadores de Derbi están echando un pulso a Piaggio, propietario de la planta, con el que intentan presionar al grupo italiano para sentarse a negociar alternativas industriales viables para Martorelles o, en el peor de los escenarios, conseguir ganar tiempo, según fuentes sindicales.
En principio, Piaggio ha fijado el 31 de julio como fecha tope para mantener la actividad productiva después de que desistiera hace algunos meses de reconvertir las instalaciones de Martorelles en un centro de suministro de piezas, al no haber conseguido las ayudas que requería de la Generalitat.
El plazo se acerca y los trabajadores están indignados por el comportamiento de los representantes de Piaggio, que se reúnen una vez por semana con el comité con la mediación de la Generalitat para buscar alternativas sin que éstas lleguen a materializarse.
Ante esta situación, el comité ha reafirmado la voluntad de la plantilla de continuar la huelga hasta conseguir o bien que Piaggio facilite la búsqueda de un inversor o que se replantee el cierre de la planta a 31 de julio.
Con la actual paralización de la planta de Martorelles, Piaggio se está encontrando con problemas para cumplir con sus previsiones de producción de motocicletas, una circunstancia en la que los trabajadores confían para hacer desistir a la empresa de cerrar a finales de julio y conseguir que opte, en cambio, por aplazar su marcha.
Según fuentes conocedoras de las conversaciones que mantienen Piaggio, trabajadores y la Generalitat, esto permitiría ganar tiempo para que alguna de las alternativas industriales que se han puesto sobre la mesa pueda ‘madurar’.
De esta manera, también se reduciría el tiempo que la plantilla podría quedar sin trabajo esperando la recolocación.
Mientras tanto, las conversaciones que se mantienen cada semana han emprendido ya dos direcciones.
Por una lado, se sigue trabajando para hacer viable la llegada de un inversor externo para mantener la actividad en Martorelles y, por el otro, se trata de avanzar también en las condiciones económicas y sociales en que quedará la plantilla una vez se produzca la marcha de Piaggio.
La alternativa industrial que está sobre la mesa y que parece más viable a medio y largo plazo es la que ha presentado el grupo inversor suizo Giba Holding, que ha mostrado su interés por la compra de la factoría en Martorelles.
Los trabajadores han insistido siempre en que la planta de Derbi es viable económicamente y que el traslado a Italia que pretende Piaggio responde a intereses ajenos a la productividad de la fábrica.
Además, han denunciado que la deslocalización de Derbi, que este año cumple 90 años, vulnera los pactos y acuerdos firmados con los trabajadores y ante la Generalitat en diciembre de 2009 y julio de 2011.