Dos de cada diez accidentes de motos se concentran en 20 tramos de la red
En un marco más amplio, en 58 tramos de la red nacional (que suman 723 kilómetros), de más de 1.200 analizado, con una distancia total de 21.500 kilómetros, se han producido en los últimos tres años 103 fallecidos y 535 heridos graves.
Los motoristas tiene más implicación en la accidentalidad mortal y grave en carretera, ya que han pasado de representar el 7,8 % en 2003, al 15,5% actual y, según un informe europeo, la probabilidad de morir en carretera es 18 veces mayor para un motorista que para un conductor de turismo.
El tramo más peligroso en orden al riesgo potencial entre todos los analizados es el situado en la carretera N-322, en Albacete (entre los kilómetros 412,3 y 424,2), a la altura de Villatoya, donde más de la mitad de los accidentados son motoristas.
Este tramo ha registrado en los tres años de estudio un total de 7 accidentes con un resultado de 8 heridos graves, siendo las salidas de vía, en tres de los casos, y las colisiones frontales, también en tres casos, la principal causa de accidentalidad.
Aunque este tramo no sea el de mayor siniestralidad entre los estudiados, sus características orográficas y su distancia, le hace más peligros que otros, pues el informe pone el acento en la probabilidad de riesgo más que en las estadísticas de accidentalidad.
El de mayor siniestralidad, aunque no el de mayor potencialidad de riesgo para los motoristas es el de la N-630 a su paso por Sevilla, entre los kilómetros 757,8 y 805, donde en los últimos tres años todos los accidentes han sido de motociclistas, con un total de 15 siniestros y el resultado de 4 fallecidos y 13 heridos graves.
Tramo también señalado como peligroso para los motoristas es el de la N-325, en Alicante, del kilómetro 0 al 20,2, donde de los 14 accidentes que se han producido en los últimos tres años, todos han sido de motociclistas, con el resultado de un fallecido y 14 heridos graves.
Las características comunes en estos tramos de riesgo para las motocicletas coinciden en factores como carreteras convencionales, ubicadas en zonas de media montaña, con multitud de curvas y cambios de rasante, con gran concentración los fines de semana.
Los tramos más peligrosos se concentran en 24 kilómetros, en los denominados ‘tramos negros’, debido al riesgo alto para la seguridad de los usuarios.
Al contrario, un 83,6% de los tramos presentan un riesgo bajo o medio-bajo, que supone un aumento de la tendencia del número de tramos en esta categoría en los últimos años, lo que representa una mejora en la seguridad de las vías.
El resultado del análisis se estructura según un Índice de Riesgo, definido como el número de accidentes mortales y graves ocurridos en un tramo por cada mil millones de vehículos/kilómetro.
Los datos se han distribuido entre autopistas, carreteras ordinarias y preferentes.