‘El tiempo siempre tiene un efecto sobre la carrera, la temperatura, el viento, la dirección del viento y la velocidad afectarán al modo en el que se configura el coche para la carrera. Cambia en función de las condiciones medioambientales’, señaló a Efe Al Peasland, técnico del Red Bull Racing.
Para Peasland, ‘la lluvia siempre hace que los coches estén más juntos, es más desafiante si las condiciones cambian. Si el día de la carrera está seco y los días de entrenamiento mojado lo cambia todo. Pero vaya, que somos buenos en lluvia, nuestro equipo es fuerte en los cambios climáticos’.
Según el instituto Climatempo, las posibilidades de lluvia sobre la pista del circuito del autódromo de Interlagos para este domingo en la penúltima carrera del año es de un 80 % con una previsión de temperatura entre 16 y 22 grados centígrados.
Infiniti Red Bull Racing, escudería de bandera austríaca con sede en Inglaterra, tiene asegurado el segundo puesto del mundial de constructores con 363 puntos, 245 menos que la campeona anticipada de la temporada, la alemana Mercedes.
El tercer lugar lo disputan en los premios de Brasil, este domingo, y de Abú Dhabi, en Emiratos Árabes Unidos el próximo 23 de noviembre, la británica Williams, con 238 puntos, y la italiana Ferrari, que acumula 198 unidades.
Por pilotos, Red Bull tiene al australiano Daniel Ricciardo tercero con 214 puntos y al cuádruple campeón mundial alemán Sebastian Vettel quinto con 149, en una clasificación dominada por la escudería alemana Mercedes con el líder Lewis Hamilton (316) y el germano Nico Rosberg (292).
Con respecto a la anterior carrera, el Gran Premio de Estados Unidos, en Austin (Texas), Peasland indicó que el equipo revisó el coche y con el ‘poco tiempo para fijar todo’ los carros pasaron la inspección.
‘En principio no cambia nada, pero sí que depende de la pista adaptamos el coche a las características’, apuntó Peasland, quien destacó el aumento de la red de comunicación de intercambio datos entre el piloto, los mecánicos y la central en el Reino Unido.
Esa ampliación del sistema usado desde hace varios años, permite ‘que podamos enviar más datos del garaje del coche al Reino Unido y a la fábrica, lo que es muy importante’, resaltó.
Sobre la próxima temporada, Peasland comentó que ‘la regulación está estable en este momento y parece que la del año que viene será muy parecida’.
‘Podemos seguir desarrollando el coche y trabajando para el año que viene. Trataremos de reducir la ingeniería eléctrica. El gran reto será ganar carreras. Ganar el mundial. Tuvimos un año muy desafiante. Posiblemente el año que viene el desempeño del coche será muy fuerte y volveremos a ganar más carreras’, vaticinó.
En cuanto a las asociaciones con otras empresas de tecnología para el equipo, Peasland admitió que la escudería no partidaria por tener muchos cambios y si apuesta en las ‘largas relaciones porque así entienden nuestros retos, es la manera como nosotros nos acercamos a la F1 y a los equipos’.
Así, la diferencia ‘no sólo por dinero y si de tener gente habilidosa y muy profesional’ y para reclutar ese personal ‘brillante’ , incluso para llevar esa innovación y creatividad a los coches convencionales del mercado, Red Bull incorpora a su equipo técnico jóvenes talentos, ingenieros expertos y ‘muchas mujeres’.