El circuito, en el corazón de Sao Paulo, ‘es la segunda vuelta más corta del año después de Mónaco, con una serie de giros, curvas y cambios de elevación que proporcionan un desafío fascinante para los pilotos, los coches y los neumáticos’.
Las previsiones meteorológicas anuncian un clima húmedo durante al menos parte del fin de semana. El elevado número de curvas existentes en tan sólo 4,309 kilómetros implica un trabajo constante de los neumáticos, agravado por la relativa falta de tramos para enfriarse, debido a las escasas rectas largas.
Además, la pista es muy conocida por su superficie bacheada, sus giros de alta velocidad y sus pocas escapatorias, exigiendo el máximo de concentración de los pilotos.
Interlagos es un circuito en el que se han decidido muchos títulos en el pasado, pero teniendo en cuenta que la carrera final de este 2014, en Abu Dhabi, puntúa doble, éste no será el caso este fin de semana.
Paul Hembery, responsable de Pirelli Motorsport, recuerda que Brasil es uno de los mayores mercados del mundo para Pirelli. ‘Es un placer estar allí, entre nuestros amigos y simpatizantes. La vuelta es muy exigente para los neumáticos, debido a la sucesión casi ininterrumpida de curvas, algunas de alta velocidad. Por eso, será vital para la carrera el conseguir el máximo rendimiento de los neumáticos y la estrategia’.
‘En el pasado’, señaló, ‘ya hemos asistido a algunas carreras en mojado en Interlagos, lo que parece ser una posibilidad también este año. Todo esto se suma a la reputación del Gran Premio de Brasil por haber acogido carreras espectaculares en las que nadie sabe qué esperar, así que es probable que podamos asistir a otro fin de semana emocionante frente a una hinchada realmente apasionada por la Fórmula Uno’.