Una marcha fue convocada por los principales grupos de la oposición en la carretera de Budaiya, a las afueras de la capital, Manama.
Junto a pancartas que exigían la cancelación del Gran Premio de Baréin de este fin de semana, que según los opositores se celebra ‘sobre la sangre de la gente’, había otras que denunciaban ‘el régimen tiránico’ del país.
Otras protestas se desarrollaron en la capital, donde se registraron choques entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, mientras que los equipos de Fórmula Uno empezaron a entrenarse en el circuito de Sakhir (sur).
Dos bombas caseras explotaran hoy en varias zonas de Baréin causando daños materiales pero no víctimas, según pudo constatar Efe.
El pasado martes, un joven de 20 años, fugitivo de la justicia, murió por la supuesta explosión de una bomba al suroeste de la capital, Manama.
Grupos radicales han amenazado recientemente con perpetrar ataques durante la celebración del Gran Premio en Manama, que terminará el próximo domingo, en el marco de las protestas de los opositores contra esta competición.
Ante esas amenazas, las autoridades bareiníes han reforzado las medidas de seguridad, incluso en el interior del circuito.
El pasado 3 de marzo, al menos tres policías murieron por la explosión de una bomba registrada durante los disturbios desencadenados en la localidad de Daih, de mayoría chií.
Baréin es un pequeño país del golfo Pérsico, escenario desde febrero de 2011 de manifestaciones a favor de reformas democráticas, lideradas por la mayoría chií frente a la monarquía suní gobernante.
Más de cien personas han muerto en estas protestas y miles han sido detenidas, según los datos de la oposición.