El híbrido deportivo BMW i8 llegará al mercado en la primavera de 2014
El i8, del que no se ha desvelado su precio final aunque la primera aproximación lo sitúa en los 80.000 euros, está basado en un espectacular ‘concept car’ y ha sido mostrado por primera vez, aunque camuflado para no descubrir totalmente sus rasgos definitivos, en el centro de pruebas de BMW en Miramas, próximo a la localidad francesa de Marsella, en el que ha sido conducido por un reducido grupo de periodistas de todo el mundo.
El BMW i8 llegará al mercado después de hacerlo el próximo otoño, después de la celebración del Salón del Automóvil de Fráncfort, el primer eléctrico de la marca, el i3, un turismo que como el i8 marcan un revolucionario en la industria del automóvil, porque se trata de vehículos construidos en aluminio y fibra de carbono.
Además, estos dos automóviles conllevan un sistema de producción industrial que necesita la mitad de espacio y la mitad de los procesos tradicionales de fabricación. En la fabricación se utiliza energía cien por cien renovable, un 70 % menos de agua que un coche convencional y una reducción de ruido en la línea de montaje del 50 %.
BMW i8 es un deportivo que, en diseño, anticipa líneas muy avanzadas y una concepción aerodinámica en la que todos sus elementos y aditamentos están orientados a reducir la fricción del vehículo con el aire y a redirigirlo hacia donde se necesita para refrigerar los equipos eléctricos y mecánicos, además de generar la presión necesaria hacia el suelo porque se trata de un deportivo de altas prestaciones.
Este revolucionario deportivo de BMW es un híbrido enchufable, cuyo sistema de propulsión está formado por un motor eléctrico ubicado en la parte delantera del coche, que proporciona tracción a las ruedas delantera; una batería de iones de litio en bajo el túnel central, y un motor trasero de tres cilindros sobre el eje trasero y que da energía a las ruedas posteriores.
El motor eléctrico delantero es el mismo utilizado en el i3, desarrollado sobre los prototipos ‘Mini E’ y ‘BMW ActiveE’, aunque con un poco menos de potencia, rebajada a 96 kW (131 CV) porque la batería en el i8 es más pequeña en el i3, que lleva la potencia a 125 kW (170 CV).
La batería, que permite la recarga en un poste eléctrico, doméstico o industrial, proporciona la energía a este motor y una autonomía de 35 kilómetros en utilización exclusivamente eléctrica, sin que intervenga la función de regeneración de la que es capaz el motor de combustión.
El tres cilindros trasero se alimenta con gasolina y es un 1.500 c.c. monoturbo derivado del 3.0 de seis cilindros en línea de BMW, que entrega una potencia de 231 CV (170 kW), la más elevada de un tres cilindros en el mercado, con un consumo de 2,5 litros y emisiones de CO2 de 59 gramos por kilómetro.
Los dos motores suman una potencia de 362 caballos y un par 570 Nm (250 del eléctrico y disponibles desde cero y 320 del térmico). Pueden funcionar por separado o en conjunto, con distintas posibilidades de conducción: normal, deportiva o económica.
El motor eléctrico permite una velocidad máxima de 120 km/h y el de combustión, los 250 km/h, limitados. La aceleración de 0 a 100 km/h es de 4,5 segundos (dato provisional).
El motor eléctrico, cuando funciona en solitario, utiliza una transmisión de 2 relaciones y el motor de combustión, y el sistema híbrido una de seis marchas (automática o secuencial), que es la utilizada por algunos modelos de MINI.
El peso declarado para el i8 es de 1.490 kilos (reducirá hasta su salida al mercado), que es consecuencia de su tipo de construcción. El módulo de vida o habitáculo (life drive) está construido en CFRP (polímeros reforzados con fibra de carbono) y un subchasis delantero y trasero de aluminio. Fernando A. Marqués