Webber, que, al igual que Alonso, celebraba en Malasia su Gran Premio número 200 en F1 y que en más de una ocasión se subordinó por orden interna al interés del tricampeón mundial de Heppenheim, no ocultó su enfado tras la última carrera, en la que los dos pilotos de Red Bull protagonizaron una ardua batalla por el triunfo.
El australiano le recordó a Vettel en la antesala del podio de Sepang la clave ‘Multi 21’ (supuestamente, el coche 2 por delante del 1), antes de señalar en público tras una ceremonia de entrega de premios con aires de velatorio, que él ‘podía haber ganado’, pero que ”Seb’ tomó su propia decisión’.
Vettel, de 25 años, ganador de los tres últimos Mundiales, firmó en Malasia su vigésima séptima victoria en la categoría reina del automovilismo. Que no todos aplaudieron. Recibió una reprimenda por parte de su propia escudería y acabó pidiendo disculpas.
Merced a su tercer puesto de Australia, el alemán encabeza el Mundial con 40 puntos, nueve más que el finlandés Kimi Raikkonen (Lotus) -vencedor en Melbourne- y con catorce sobre Webber, con el que hubiese compartido liderato de haber respetado las indicaciones de equipo (ambos hubieran sumado 33 puntos).
Alonso, que en Australia había sido segundo, se tocó con Vettel entre la primera y la segunda curva de Sepang, dañó su alerón delantero y tuvo que abandonar la prueba cuando éste se desprendió, al inicio del segundo giro, tras vérselas con Webber.
El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) -cuarto en el Mundial, con 25 puntos- acabó tercero, delante de su compañero alemán Nico Rosberg, que sí obedeció ese día las indicaciones de su escuadra y se conformó con ser cuarto.
El doble campeón mundial asturiano es sexto en el campeonato, con 18 puntos, cuatro menos que su compañero brasileño Felipe Massa, quinto, tras acabar en ese puesto en Malasia, donde el mexicano Sergio Pérez estrenó su casillero con McLaren. ‘Checo’ fue noveno y suma dos puntos, los mismos que su compañero inglés Jenson Button.
Alonso, superado en las dos primeras calificaciones del año por su compañero paulista, intentará que las aguas vuelvan a su cauce en Shanghái, circuito de 5.451 metros en el que ganó en 2005 -el año de su primer Mundial (con Renault)- y fue segundo las dos temporadas siguientes, pero donde desde entonces no ha vuelto a subir al podio.
El año pasado el ovetense acabó noveno en China, donde Rosberg firmó ‘pole’ y victoria: de momento, las únicas que cuenta en su haber el hijo del genial Keke, que se anotó el Mundial del 82 para Finlandia ganando una sola carrera. Alonso intentará mejorar con creces ese resultado, en la décima edición de un Gran Premio que está previsto a 56 vueltas, para completar un recorrido de 305 kilómetros.
En condiciones normales, se disputará con neumáticos medios (raya blanca) y blandos (amarilla), los compuestos elegidos por el suministrador único, Pirelli, para la tercera de las diecinueve carreras de un Mundial que se cerrará el 24 de noviembre en Brasil.
El Gran Premio arrancará con los entrenamientos libres del viernes (noche del jueves al viernes, en horario español), previos a la calificación del sábado, que ordenará la formación de salida de la carrera del domingo.
En ella intentarán estrenar su casillero de puntos Pastor Maldonado (Williams), único venezolano que ha ganado un Gran Premio de Fórmula Uno -el de España del año pasado, en Montmeló (Barcelona)-; y el mexicano Esteban Gutiérrez, debutante en la categoría, que ocupa en la escudería Sauber la plaza que dejó vacante su compatriota ‘Checo’ Pérez.