Restyling y CRDI de 150 cv
A finales de 2004 Kia lanzó el Sportage, un interesante todoterreno compacto más pequeño y económico que el Sorento. Este, que compartía muchas cosas con su “primo” Hyundai Tucson, pronto demostró sus cualidades y atrajo el interés de muchos compradores (más de 125.000 unidades vendidas). Ahora, como suele suceder en el ecuador de la vida comercial de cada modelo, Kia retoca varios aspectos estilísticos y alguno técnico para seguir manteniendo al Sportage como opción competitiva en un segmento muy reñido.
Este SUV compacto de 4,35 metros de longitud recibe ahora una nueva parrilla delantera, grupos ópticos modificados, paragolpes diferentes, pasos de rueda reformados y llantas de aleación de 16 pulgadas de nueva factura. Además, la versión dos litros de gasolina recibe ahora una salida de escape más sugerente, con dos tubos gemelos. También en el interior hay cambios, con un salpicadero y un cuadro de mandos renovados, además de nuevas tapicerías y materiales de mayor calidad.
Kia mantendrá la misma configuración en la gama, aunque primero empezará a vender de los nuevos Sportage las versiones gasolina (V6 de 175 cv y 2.0 de 142 cv) con tracción 4×4 y 4×2 junto al diésel 2.0 CRDi 4×2; mientras que el CRDi 4×4 llegará un poco más adelante. Este motor diésel –el más demandado de la gama- recibe un aumento de potencia de 10 cv, para así pasar de 140 a 150 cv.
Los precios de las versiones que ya se venden sólo se incrementan en 200 euros, de modo que parten de los 20.200 euros del 2.0 gasolina 4×2, pasan por los 25.450 euros del 2.0 CRDi 4×2 y tienen como tope de gama al 2.7 V6 de 175 cv con tracción integral, caja de cambios automática y un equipamiento muy completo por 30.585 euros. El Kia Sportage, que se fabrica en Eslovaquia, tiene una garantía bien de siete años en las piezas de motor-transmisión y de cinco años en el resto del vehículos, o bien de 150.000 km recorridos.