A la conquista de Europa
Hasta hace relativamente poco tiempo, los únicos coches de origen americano que se podían adquirir en el continente europeo eran los que se importaban por vías externas a los concesionarios oficiales. Quizás era porque las propias marcas no veían rentable su comercialización en Europa o quizás porque los usuarios de coches del Viejo Continente no se dejaban atraer demasiado por aquellos, entre otros factores por la fama de elevados consumos de gasolina que arrastraban. La realidad es que en los últimos años, las marcas americanas han decidido desembarcar en nuestro continente por la puerta grande, para lo que han dotado a sus modelos de unas especificaciones mecánicas y unos acabados del gusto de los clientes europeos, lo que ha logrado convencer a muchos de los potenciales usuarios de automóvil.
Una de estas marcas es Cadillac, que en los últimos años ha comenzado una fuerte ofensiva para calar entre el público y competir de tú a tú con las más asentadas marcas europeas. Hasta qué punto se han propuesto conquistar al mercado europeo, que por primera vez han desarrollado un vehículo del segmento de berlinas medias en formato familiar. Hablamos del nuevo BLS Wagon, desarrollado sobre la base de su hermano en formato berlina, que a su vez tomaba la plataforma del Saab 9-3 perteneciente al mismo grupo automovilístico General Motors. En concreto, tomando la base de la versión Sport Hatch del Saab 9-3, Cadillac ha desarrollado un producto adaptando rasgos propios de tinte americano, con un diseño hermanado con la imagen de sus productos más americanos como el Escalade, el CTS o el XLR, pero con motores compartidos con la marca sueca que ofrecen en su catálogo propulsores que incluso utilizan combustibles alternativos como el etanol.
Para analizar la novedad que representa en el mercado, la tecnología que incorpora y compararlo con su competencia, hemos elegido la reciente versión Wagon del BLS en su versión diésel de 1,9 litros de 150 cv que, sin duda, es la que más demanda va a recibir en nuestro país. Nuestra unidad presenta el acabado básico Business, con un equipamiento aceptable aunque sin llamar la atención, con un precio que arranca en los 32.840 euros, 1.500 euros más que la versión berlina. Un precio que le sitúa en la zona Premium del segmento, donde aparecen el Saab 9-3 Sport Hatch, el Toyota Avensis Wagon, el Subaru Legacy SW, el Ford Mondeo Sportbreak, el Opel Vectra SW, el Volkswagen Passat Variant, el Mazda 6 SW, el Alfa 159 Sportwagon o el Honda Accord Tourer, entre otro muchos modelos. Frente a estos, el BLS quiere ofrecer un diseño con detalles muy modernos y vanguardistas, típicos de la marca, una calidad y fiabilidad de motores más que contrastada y un gran espacio y confort interior para todos los pasajeros.
El Cadillac BLS Wagon se convierte en la primera incursión de la marca americana en el segmento de los coches familiares, que en este modelo se suma a la ofensiva también reciente en el segmento de coches compactos con un diseño tan enfocado hacia el mercado europeo, como lo ha hecho con el BLS berlina. Recogiendo el diseño vanguardista que ya avanzaba la berlina, el Wagon muestra la misma imagen dinámica con perfil de cuña, aunque con un volumen general superior debido al aumento de la capacidad del maletero, así como un aumento evidente de la longitud total en 36 mm hasta los 4.716 metros.
Lo más llamativo de este modelo son las formas geométricas de cada elemento que compone su carrocería. Un vistazo de cerca nos permite apreciar los rasgos más representativos de su aspecto, como la gran cantidad de líneas rectas y angulosas que tanto gustan en Cadillac, lo que le diferencia de sus rivales. Se adapta así al pequeño de la familia la imagen de los modelos de segmentos superiores. El frontal presenta la clásica parrilla cromada de Cadillac en forma de V, con lamas horizontales y verticales formando cuadros con el escudo de la marca como protagonista. Está flanqueada por unos originales faros de formas trapezoidales que roban parte del espacio a las aletas y al capó. La vista lateral muestra una línea dinámica ascendente hacia la zaga que le otorga una presencia destacable. Como buen familiar, presenta unas prácticas barras cromadas en el techo desde el acabado básico. La zaga se caracteriza por unas líneas rectas muy marcadas que le dan forma al portón del maletero de doble ángulo que incorpora junto al tirador dos ópticas transparentes que se corresponden con el antiniebla trasero y la marcha atrás. En los flancos destacan unos faros verticales y un discreto alerón en la parte superior de la luneta con una tercera luz de freno de grandes dimensiones que se iluminan por tecnología LED. La nota distintiva de lujo la ostenta el marco cromado de las ventanillas y las ópticas delanteras tipo joya.
Casi la totalidad de elementos del interior nos recuerdan inevitablemente a la propuesta de su primo hermano Saab 9-3, con apenas algunos detalles diferenciadores. Al contrario que el Saab, el salpicadero de nuestro BLS Wagon Business muestra una consola central elevada enmarcada en cromo diferente a la de aquel, que incorpora el elegante reloj analógico de los modelos de Cadillac y un nuevo sistema de navegación, audio y multimedia Bosé opcional con pantalla táctil. Por debajo se encuentra el sistema de climatización, en este caso un tradicional aire acondicionado por ruedas selectoras, y un curioso regulador de la intensidad de luminosidad del cuadro de mandos. La imagen del cuadro de instrumentos es compartida con el 9-3, con relojes biselados en cromo, a pesar de que el cuentakilómetros no lo hace a diferente escala como aquel. Entre los elementos que encontramos iguales que en el Saab están el volante con mandos de audio y control de velocidad, la llave de contacto, la palanca de cambios de 6 velocidades, el salpicadero, la moldura y la guantera del lado del copiloto, el tirador del freno de mano, el apoyabrazos delantero y la estructura de las luces y de los guarnecidos de las puertas.
Los asientos, realizados en cuero opcionalmente en nuestra unidad, se convierten en una de las diferencias respecto al Saab, resultando casi tan cómodos como aquellos con un tamaño algo menor. Estos permiten un espacio realmente amplio y cómodo para los pasajeros, incluso para transportar hasta cinco ocupantes con sus equipajes, gracias a un espacio de maletero de 419 litros, con organizador bajo el piso de 12 litros, que se pueden ampliar hasta 1.285 litros abatiendo los respaldos de la segunda fila de asientos.
Entre el interesante equipamiento de serie que incorpora el acabado básico Business del BLS Wagon nos llama la atención notablemente la incorporación de serie del control de estabilidad Stabilitrack, así como raíles plateados en el techo, cristales tintados en las ventanillas traseras, moldura cromada en el umbral del maletero, redes de carga para equipaje y ganchos cromados, volante de tres brazos realizado en cuero y con mandos de funciones, control de velocidad de crucero, aire condicionado y sistema de audio con 7 altavoces y lector de CD. Opcionalmente, se puede elegir tapicería de cuero, equipo de sonido Bosé con sistema Surround Centerpoint, sistema de navegación por DVD, techo solar y acabado en madera, todos ellos elementos que monta nuestra unidad, excepto las molduras de madera. Así demuestra el BLS la familia de alta cuna a la que pertenece.
En el marco de unos ambiciosos planes de crecimiento y éxito en el continente europeo, Cadillac ha apostado para Europa por la incursión primeriza en segmentos desconocidos para ellos con nuevas carrocerías, como esta familiar, y por la incorporación de motores diésel para aumentar el atractivo de sus coches en nuestro continente. Para realizar una prueba realmente interesante del BLS Wagon, hemos elegido una unidad que se mueve con motor diésel para comprobar sus cualidades en la versión que más se va a vender en nuestro mercado. Hablamos de un turbodiésel de origen Fiat de 1,9 litros con 16 válvulas, inyección directa por common rail y filtro de partículas sin mantenimiento, que hereda de sus primos hermanos del grupo GM Saab 9-3 TiD y Opel Vectra CDTI, que consigue unas prestaciones muy convincentes gracias a sus 150 cv de potencia a 4.000 rpm y a sus 320 Nm a tan sólo 2.000 rpm.
Este propulsor se combina en nuestra unidad con un cambio manual de 6 velocidades, pudiendo optarse por una caja automática también de 6 velocidades, que consigue un rendimiento bastante destacable, con una aceleración de 0 a100 km/h en 10,4 segundos y una velocidad máxima de 200 km/h, mientras que deja el consumo medio en 6,3 litros y las emisiones en unos aceptables 167 gr/km, a pesar de que el peso del conjunto es de 1.555 kilos en vacío. En la práctica, acelera de forma notable pero muy progresiva, lo que aumenta el confort de los pasajeros, que sin embargo se ve perjudicado por una escasa insonorización del habitáculo que deja paso a una perceptible rumorosidad.
El confort es uno de sus objetivos prioritarios, como también lo es la seguridad y un comportamiento dinámico y equilibrado. Para conseguir todo esto incorpora un chasis, común con el del Saab 9-3 Sport Hatch del que ya sabemos que va muy bien, con unas proporciones y dimensiones óptimas para conseguir un buen comportamiento dinámico, sobre todo rutero. Principalmente rutero porque el reglaje elegido para la suspensión en nuestra unidad 1.9D Business, con sistema McPherson en el eje delantero y multibrazo en el trasero, es bastante blando para optimizar el bienestar de los pasajeros. Además, se combina con una llantas de 16 pulgadas y unos neumáticos con mucho perfil que aumentan esta sensación. A pesar de esta suavidad, hemos de confesar que nos ha sorprendido la estabilidad del BLS en fuertes apoyos, gracias a una batalla de 2,670 metros, a una gran anchura de vías que garantizan todo el aplomo y la estabilidad necesarios y a un guiado excelente mediante una dirección de asistencia eléctrica con un tacto suave pero preciso.
La seguridad activa queda inicialmente en manos de un sistema de frenos bastante eficiente con discos ventilados delanteros de 285 mm y traseros de 275 mm, que se apoya en caso de necesidad en el sistema ABS con Distribución Electrónica de la Frenada EBD, el Control de Tracción, el de Estabilidad Stabilitrack, así como en el Control de Frenada en Curva CBC, que mantiene la dirección correcta y la estabilidad cuando se frena fuertemente en curva actuando sobre cada una de las ruedas de forma independiente. Si el accidente fuera inminente entrarían en funcionamiento sistemas de seguridad pasiva como una gran batería de airnags para minimizar las consecuencias sobre los pasajeros.