Land Rover Range Rover Sport TDV8
A lo grande
El pionero del segmento de los todoterreno de lujo pasa por momentos dulces, y prueba de ello es la variedad de motorizaciones de última tecnología que ofrece, junto con unas aptitudes 4×4 al alcance de pocos. El último propulsor en llegar al mercado es un diesel V8 de 3,6 litros biturbo con 272 cv de potencia que se convierte en una alternativa equilibrada, por su relación entre prestaciones y consumo, y también en el protagonista de nuestra prueba.
No hablamos de un SUV más, recordemos que el Range es un todoterreno de lujo –4×4 en toda regla, con reductora, sistemas de control de descenso y Terrain Response (que permite seleccionar el esquema de suspensiones más adecuado para cinco tipos diferentes de terreno)- y que entre sus rivales directos están el Toyota Land Cruiser, el Mitsubishi Montero y el Jeep Grand Cherokee, además de los SUV de carácter más deportivo como el BMW X5, el Volkswagen Touareg o el Porsche Cayenne.
El diseño del Range Rover Sport gana muchos enteros respecto a la versión enfocada al confort, por sus líneas más marcadas y unas cotas más contenidas que acentúan su carácter deportivo con elementos como los faldones, las branquias laterales cromadas, la rejilla delantera y el spoiler trasero.
Este Land Rover -en su versión Sport– ofrece las sensaciones deseadas ya sea en carretera o fuera de ella, a través de conceptos totalmente contradictorios, ofreciendo al conductor deportividad, lujo y las mejores características off-road para conseguir un vehículo versátil y polivalente, además de práctico por el gran espacio interior de su habitáculo.1Nombre: FICHA TÉCNICAMotor: V8/3.630 cc BiturboPotencia máx.: 272 cv a 4.000 rpm Par máx.: 640 Nm a 2.000 rpmCombustible: Diesel common railTracción/cambio: 4×4 permanente/Aut. 6 vel.Frenos: Discos ventiladosNeumáticos: 275/40 R20Carrocería: 5 puertas Larg-Anch-Alt: 4.788-1.983-1.812Peso en vacio: 2.742 kgMaletero: 958/2013 litrosNº plazas: 5Velocidad máx: 209 km/hAceler. 0-100: 9,2 segundosConsumo mixto: 11,1 litros a los 100 kmEuroNCAP: 4Precio: 76.600Ficha Jato: http://www.autocity.com/coches/nuevos/land%20rover/range_rover_sport/3.6_td_v8_hse/5_puertas/todoterreno/index.html
Nos ponemos al volante de la última mecánica en llegar al mercado para el buque insignia deportivo de la marca inglesa, sólo reservado para algunos privilegiados debido a su elevado precio. Hablamos de 69.700 euros para la opción básica con el motor TDV8 que se convierten en 76.600 con el acabado HSE (el de nuestra unidad), haciendo de su compra una opción, sobre todo emocional -al igual que ocurre con el resto de modelos del segmento en el que milita-.
La esencia permanece
Cuando nos fijamos en la silueta de este todoterreno nos viene a la cabeza la imagen de los primeros Range Rover, con formas cuadradas y líneas rectas, y unos grupos ópticos de gran tamaño, pero más estilizados aportando un toque más dinámico y sofisticado al Sport.
Este Range tiene un look más agresivo que define el frontal, presidido por su nombre en el capó, en el que destaca la parrilla en forma de nido de abeja centrada por dos faros traslúcidos y cuadrados, que permiten distinguir las cuatro ópticas que los componen.
La zaga, sencilla y de formas suaves con el alerón en el portón trasero, completa la imagen deportiva del conjunto en el que los faldones que rodean la carrocería, las branquias cromadas y las llantas de aleación de 10 radios y 20 pulgadas -de los neumáticos 275/40- delatan a nuestro protagonista.
Los diseñadores de Land Rover han puesto “a dieta” a su Range Rover, en el que se unen a la perfeción elementos tecnológicos de primer orden con un estilo clásico totalmente renovado, que mantiene las formas rectas y cuadradas de sus antecesores, consiguiendo una agilidad visual que atrae todas las miradas.
El habitáculo del Range Rover Sport está a la altura de las más lujosas berlinas con materiales de la mejor calidad que crean un ambiente distinguido y elegante, en el que destaca la deportividad de su posición de conducción por la disposición del cuadro de mandos y la consola central, intuitiva y ergonómica.
Los asientos de piel eléctricos de nuestra versión HSE combinaban con los acabados Rhodium en el salpicadero y los guarnecidos de las puertas, junto con el cuero del volante y el pomo del cambio automático de 6 velocidades, con opción secuancial, CommandShift que se ofrece con una caja transfer de relaciones cortas y largas.
Además del equipamiento de seguridad (ABS, control de tracción, asistencia a la frenada de emergencia, control de estabilidad), el Range ofrece suspensión neumática que unida al sistema Terrain Response -para adaptar las suspensiones del vehículo al tipo de terreno por el que circulemos-, al de control de descenso de pendientes y al sistema de reducción de balanceo, permiten mantener la sensación de control en todo momento.
Otros elementos de confort a tener en cuenta de nuestra unidad son los faros bixenon con iluminación de las esquinas, sensores de luz, lluvia y aparcamiento, retrovisor interior antideslumbramiento, sistema de navegación Premium y el ACC (control de crucero adaptativo) y freno de estacionamiento electrónico.
Puede con todo
El nuevo motor TDV8 del Range Rover Sport está a la altura en todo momento. Este bloque diesel de 8 cilindros en V de 3,6 litros de cilindrada, con dos turbos, rinde una potencia de 272 cv a 4.000 rpm, y 640 Nm de par motor a 2.000 rpm, que con la caja de de cambios automática de 6 velocidades -con opción secuencial- llevan al 4×4 británico hasta los 209 kmn/h de velocidad máxima, tardando 9,2 segundos en acelerar de 0 a 100 km/h.
El culpable de que las prestaciones de nuestro gigante deportivo no sean especialmente sobresalientes es su peso de 2.742 kg, que juega en su contra sin afectar al consumo, conformándose con unos más que razonables 11,1 litros en el recorrido mixto a los 100 km.
La experiencia de subirse a un todoterreno de este tamaño y mantener velocidades de crucero muy por encima de las establecidas por los límites legales es fácil y cómodo, pero a partir de cierto momento el peso del motor se hace notar y hace que nos acordemos de las sensaciones transmitidas por su hermano mayor el Supercharged, ya que -a pesar del sistema de reducción de balanceo- las inercias se hacen más presentes que en la versión de gasolina, al que supera en casi 200 kg, pero controlables gracias a los frenos delanteros Brembo. Aunque si le exigimos con el acelerador no se mueve y permite una conducción gratificante al límite.
El modo secuencial del cambio automático es muy útil cuando queremos controlar esta bestia de 272 cv, pero -al igual que en el programa deportivo- estirar las marchas hasta el régimen más elevado del motor no implica sensaciones más dinámicas.
La suspensión neumática se adapta a las irregularidades del asfalto y la tracción 4×4 permanente, ayudada por las llantas de 20 pulgadas, pegan el chasis a la carretera para que el conductor se olvide de estar en un coche de sus medidas.
La suspensión neumática se adapta a las irregularidades del asfalto y la tracción 4×4 permanente, ayudada por las llantas de 20 pulgadas, pegan el chasis a la carretera para que el conductor se olvide de estar en un coche de sus medidas.
El TDV8 responde en carretera, pero no podemos dejar pasar la oportunidad de ponerle las cosas más difíciles. Fuera del asfalto la combinación ganadora la forman el Terrain Response, la caja transfer -con relaciones cortas y largas-, el bloqueo electrónico del diferencial central y la tracción permanente a las cuatro ruedas, con el resto de sistemas de seguridad.
El Terrain Response ofrece cinco configuraciones distintas del esquema de suspensiones según el terreno por el que vayamos: general; hierba, grava y nieve; barro y roderas; arena; y rocas. La altura de la carrocería varía según el modo elegido y entra en funcionamiento el control de descenso en combinación con la caja transfer, haciendo de cualquier zona de acceso complicado sólo una anécdota más para sus ocupantes. La agilidad del Range Rover Sport TDV8 no deja de sorprendernos y su elevado par motor nos incita a subirnos hasta por las paredes.
El Terrain Response ofrece cinco configuraciones distintas del esquema de suspensiones según el terreno por el que vayamos: general; hierba, grava y nieve; barro y roderas; arena; y rocas. La altura de la carrocería varía según el modo elegido y entra en funcionamiento el control de descenso en combinación con la caja transfer, haciendo de cualquier zona de acceso complicado sólo una anécdota más para sus ocupantes. La agilidad del Range Rover Sport TDV8 no deja de sorprendernos y su elevado par motor nos incita a subirnos hasta por las paredes.
El precio a pagar por este capricho, que podeis ver en las imágenes de nuestra galería de fotos, asciende a 81.010 euros. Un precio elevado reservado para economías saneadas y deseosas de exclusividad.