Ciudadano con clase
El pasado invierno Lancia renovó su   modelo Ypsilon, de forma bastante ligera, todo hay que decirlo, pero es que   cuando se logra un vehículo de marcada personalidad que funciona ¿para   qué cambiarlo mucho? Además, el Ypsilon se ha quedado ahora en   un punto intermedio entre utilitarios y urbanos; pues con sus 3,81 metros   de largo está claramente por detrás en tamaño   de los nuevos   Corsa, Clio,   207,   etc (todos ellos sobre los cuatro metros) y por encima de los eminentemente   urbanos, como los   107, C1   y Aygo   (que no llegan a los 3,5 metros).

De esta forma, el Lancia Ypsilon se mantiene como un coche pequeño para   manejarse por ciudad, pero con el que no da ninguna pereza salir a carretera.   Pero no sólo por tamaño y diseño se posiciona el Ypsilon   casi en solitario, también lo hace por su cuidadísimo   equipamiento y original estilo, un conjunto estético que le   sitúa a la par de, por ejemplo, un   Mini.
Para la prueba, dispusimos de la unidad más completa y con mejor   motor: el Ypsilon 1.3 Multijet 90 cv Platino, cuyo precio en principio   puede parecer algo elevado (17.726 euros) pero que luego, tras   observar bien sus acabados y analizar su comportamiento, lo podemos calificar   de razonable. Este coche, y en concreto en esta versión probada, es por   tanto la opción ideal para quien no desee renunciar a los lujos   y detalles de categorías superiores, pero lo quiera todo en   pequeño formato.
Es evidente que el Ypsilon tiene personalidad. Podrá gustar o no, pero   en ningún caso se le puede acusar de ser parecido a otros. Es de esos   coches -como antes hemos citado también al Mini- que hacen gala de una   estética original. Por lo que se refiere a los cambios introducidos   el pasado mes de noviembre, apenas una parrilla frontal rediseñada   y nuevas combinaciones de colores le identifican; junto a una estructura de   niveles de equipamiento revisada.

El tamaño es idéntico antes y después del restyling, y   en todos los casos se trata de modelos de tres puertas. En   el habitáculo hay espacio suficiente para cuatro personas, porque además   el Ypsilon es bastante alto (1,53 metros); aunque en el maletero   pierde bastante terreno frente a los utilitarios actuales más grandes:   215 litros de capacidad.
De equipamiento, el modelo Platino trae de serie los airbags frontales y de   cortina, climatizador, volante de cuero, una bonita tapicería en combinación   cuero y alcántara, llantas de aleación de 15 pulgadas y radio-cd   entre otras cosas. Sin embargo, Lancia pone a disposición del cliente   una selecta gama de artículos extra, muy apetecibles   pero nada baratos, de forma que, por ejemplo, la unidad que aparece   en las fotos, superaba ampliamente los 20.000 euros, quizá demasiado   para un coche de su segmento. Por citar alguno de los extras, el techo panorámico   cuesta 840 euros, el navegador 2.100 euros, la pintura bicolor 700 euros y el   ESP 630 euros, por nombrar algunos de los elementos más importantes.
Del motor diesel 1,3 litros que montan diversos modelos de los Grupos Fiat   y GM hemos hablado ya en varias ocasiones. Si anteriormente ya probamos el Ypsilon   en versión 1.3   Multijet 70 cv, esta vez nos ha tocado conducir el más potente, el   de 90 cv, unido al cambio manual de cinco velocidades.

Nada más subir al puesto de conducción del Lancia Ypsilon, se   respira ese aire de calidad y lujo que describíamos en el anterior apartado,   lo que contribuye a una conducción muy agradable. Al igual que otros   utilitarios del Grupo Fiat, la dirección asistida con dos grados   de dureza permite que, con el botón en modo City, un tacto extrasuave,   muy de agradecer en los atascos y maniobras de aparcamiento, aunque para carretera   es conveniente volver al modo normal.
En cuanto a comportamiento dinámico este Ypsilon es bastante   ágil, con unas suspensiones cómodas aunque no blandas   en exceso. El motor empuja muy bien, ya no sólo para ser rápido   en ciudad, sino también para subir puertos en carretera con suficientes   garantías. Y es que este modelo pesa poco más de una tonelada,   lo que le confiere una ventajosa relación peso potencia y por tanto una   rápida respuesta combinada con una excelente cifra de consumo medio:   de 0 a 100 km/h en 11 segundos justos y 4,5 l/100 km.
 