Curioso familiar
Debido al apogeo de los monovolúmenes pequeños y compactos, Skoda inicia este mes de noviembre la comercialización de su nuevo miembro, el Roomster, un monovolumen peculiar tanto por diseño como por posicionamiento en el mercado. Por diseño debido a que combina la parte delantera de un turismo con la zona trasera de un monovolumen, y por posicionamiento motivado por su ubicación entre los MPV pequeños tipo Opel Meriva o Nissan Note y los MPV compactos tipo Renault Scenic y Opel Zafira.
En Autocity ya ofrecimos información de la gama cuando fue presentado a la prensa, y ahora, en el mes del comienzo de las ventas, estamos en disposición de comentar las impresiones del modelo tope de gama en gasolina, el 1.6 16v 105 cv, asociado obligatoriamente al completo nivel de acabado Fun, modelo que se vende por 16.990 euros (2.000 euros menos que el TDI de la misma potencia).
Al margen de la sensación que nos produzca su curioso diseño, en el puesto de conducción se percibe una gran calidad y nos llega el pensamiento de estar ante un turismo, mientras que en la parte trasera observamos una buena flexibilidad y numerosas combinaciones, pensadas principalmente para que viajen niños, debido entre otras cosas a la alta ubicación de las banquetas de los asientos. Y de espacio para la carga va pero que muy bien servido, con un enorme maletero de 530 a 1.780 litros.
Por prestaciones el Roomster más potente de gasolina no admite pegas, con una velocidad máxima que supera los 180 km/h y una marca en aceleración de 0 a 100 km/h en 10.9 segundos. Son unos datos muy similares a los de su “hermano” 1.9 TDI 105cv, aunque en consumo el gasolina pierde 1,6 litros cada 100 kilómetros (7,0 l/100 km de media el 1.6 16v) y en fuerza a bajo y medio régimen la diferencia es notable (155 Nm de par el gasolina y 240 Nm el diesel). Es por tanto difícil encontrarle más ventajas a este 1.6 16v que al 1.9 TDI, pero sí lo vemos más recomendable que el 1.4 TDI de 80 cv, que con sólo tres cilindros y unas prestaciones muy inferiores, cuesta 700 euros más que nuestro protagonista de gasolina.
Espacioso y equipado
Si nos regimos por el aspecto de la nueva creación de Skoda, parece que estemos ante un pequeño MPV, pero analizando su espacio en la parte trasera vemos que está más cerca de los MPV compactos. Las medidas exteriores del Roomster son bastante contenidas, con 4,20 metros de largo, 1,68 metros de ancho y 1,60 metros de alto, aunque el notable aprovechamiento del habitáculo y la elevada altura de la parte trasera le permite un gran espacio para la carga, que varía entre 530 litros con cinco plazas disponibles y hasta 1.780 litros si se quita la fila de asientos trasera, lo que significa una de las mejores capacidades de su clase.
También en el Skooda Roomster, como suele ser habitual en este tipo de vehículos, la fila trasera ofrece multitud de combinaciones, con unos asientos que pueden desplazarse longitudinalmente, transversalmente, y con respaldos reclinables. Por tanto, es posible utilizar la plaza central como mesa con posavasos, eliminarla, echar los asientos hacia atrás, etc; todo gracias al sistema de uso rápido y cómodo llamado en Skoda Vario Flex. Según la explicación de los responsables de Skoda, el hecho de que la fila trasera quede bastante elevada (restando algo de comodidad a los adultos) es para que los niños viajen mejor, pudiendo tener mayor visibilidad, ya que en este vehículo mayoritariamente los pasajeros de la segunda fila son niños. De su estética sólo podemos decir que es verdaderamente original, y que sigue un concepto que en Skoda han querido definir como “driving room” en la parte delantera y “living room” en la zona trasera; de ahí su peculiar línea.
En cuanto al equipamiento, la versión probada (Fun) trae de serie todo lo imprescindible, como los airbags frontales laterales y de cortina, climatizador, ABS y control de tracción MSR, asientos deportivos y con tapicería de buen aspecto, volante y pomo en cuero, faros antiniebla, ordenador de viaje, radio-cd con MP3. Sólo vemos como muy recomendable entre los extras el control de estabilidad ESP (390 euros). Por lo demás, decir que es posible equipar al Roomster con acabados de verdadero lujo, como los faros de xenon que giran en las curvas, el navegador, el techo panorámico de grandes dimensiones, el portabicis, etc.
Sentarse al volante del nuevo Roomster de Skoda, y sobre todo si lo hacemos en la versión de equipamiento Fun, ya da la sensación de estar ante un vehículo de calidad y alto nivel. El espacio para los ocupantes de las plazas delanteras es amplio y cómodo, y es fácil encontrarse a gusto al volante de éste.
El funcionamiento del motor gasolina 1.6 es suave y sus prestaciones más que suficientes. Sólo el recuerdo del mayor par –y por tanto potencia en bajos y medio regímenes- del motor TDI de igual potencia nos empaña un poco la buena nota que le podemos dar al rendimiento general del coche. De serie lleva el cambio manual de cinco velocidades que probamos, pero en breve estará disponible opcionalmente el Tiptronic, el cual aporta una gran comodidad aunque en este caso le penaliza en aceleraciones y consumos (12,1 segundos y 8,1 l/100 km de media el 1.6 16v Tiptronic).
Por lo que se refiere a comportamiento dinámico, el Skoda Roomster nos dio una impresión diferente a la que esperábamos. Y es que al tener el pensamiento de que se trataba de un MPV pequeño (aunque como explicamos en otros apartados está más cerca de los compactos) creíamos que tendría una dinámica de conducción ágil y manejable, aunque con un grado de estabilidad simplemente bueno. Pero no, al conducirlo el Roomster no transmite ser un coche ‘juguetón’, sino un coche grande y estable. A ésto seguro que también contribuirá el generoso calzado de serie de la versión 1.6 16v Fun (205/45 R16), el peso de en torno a los 1.200 kilos y el elaborado chasis, cuyo tarado nos pareció muy acertado, ya que la carrocería no oscila en exceso y a la vez filtra bien las irregularidades del asfalto y transmite seguridad.