BMW acaba de lanzar su nueva Serie 3 Coupe, y, a la espera del próximo M3, tiene en el impresionante 335i su tope de gama. Se trata de un bonito y relativamente discreto deportivo de dos puertas, cuatro verdaderas plazas y un buen maletero; además de muy seguro, lujoso y equipado. Pero a la vez, gracias a sus dos turbos y avanzadísima tecnología, se muestra como un verdadero purasangre cuando su afortunado conductor se decide a practicar una conducción deportiva.
Actualmente el BMW 335i Coupe, que desarrolla nada menos que 306 cv y cuesta 49.000 euros, sólo tiene un rival directo, el Mercedes CLK 350 (272 cv y 53.400 euros); ya que el resto de fabricantes que tienen coupes del mismo estilo –Alfa Romeo con el GT o Peugeot con el 407 Coupe- no disponen de versiones tan poderosas. El potencial del 335i es tremendo, e incluso nos atrevemos a decir que este nuevo 335i es más efectivo y utilizable que el anterior M3, que si bien sacaba 343 cv y le aventajaba en tres décimas en aceleración, la mayoría de los conductores y en casi todas las circunstancias podrían ir más rápido con el actual 335i que con el viejo M3; además de que cuesta 15.000 euros menos de lo que costaba aquel y gasta muchísimo menos.
El secreto es la eficaz tecnología y la adopción de dos turbos en paralelo (uno para cada tres cilindros). Con la sobrealimentación “sólo” saca 34 cv más que el 330i, pero la forma de entregar la potencia, con una enorme reserva de par a bajas revoluciones, hace que con el 335i (recordemos: 3,0 litros de cilindrada y no 3,5 litros como su ‘confusa’ denominación podría indicar) sea mucho más fácil ir muy rápido.
Como veremos más adelante, este motor reúne las mejores características de un potente y eficaz propulsor de gasolina junto a las de un moderno turbodiesel, es decir, que “pega” fuerte desde muy abajo (antes de 2.000 rpm) y “estira” hasta las 7.000 rpm ¡una gozada! Su dato de aceleración es sobresaliente (5,5 segundos de 0 a 100 km/h), pero no sorprende tanto como su forma de entregar la potencia, que es, sencillamente, estupenda. Y por si fueran pocos los atractivos de esta motorización, el consumo es muy contenido para su potencial, con únicamente 9,5 l/100 km de media.
Elegante y discreto
BMW presenta un diseño en esta generación del coupe con mayores diferencias respecto a la berlina que en anteriores generaciones, con sutiles pero numerosos detalles que le hacen más original. Habitáculo muy retrasado, capó largo, voladizos cortos… varias características que le identifican como un clásico coupe, y no un dos puertas derivado de una berlina.
Respecto a la anterior generación del Serie 3 coupe, el nuevo modelo es 10 cm más largo, tiene mayor batalla, anchura y altura; sin embargo el voladizo delantero es todavía más corto. Pero donde más avance notamos entre esta y la pasada generación es en el equipamiento, tanto el de serie como el opcional, con nuevas y gran cantidad de soluciones de lujo, confort y seguridad.
Destacan las luces, las delanteras diurnas y las traseras mediante leds; así como la iluminación interior, con diversos alumbrados que crean un ambiente muy moderno y acogedor. Hablando de acogedor, ésto es lo que se siente al sentarse, poner el coche en marcha, cerrar la puerta y ver como el cinturón de seguridad posee un curioso y práctico mecanismo que te lo acerca. Otros detalles que dan buena prueba de su amplio equipamiento son las nuevas luces de carretera (que detectan cuando viene otro vehículo y ponen automáticamente las largas o las cortas) o el control de velocidad activo (que mediante un radar de proximidad frena la velocidad del vehículo para no acercarse demasiado al que nos precede).
Las plazas traseras son independientes y con espacio suficiente para dos adultos, y el maletero tiene un espacio más que suficiente: 440 litros.
Al nivel de un M3
Hemos hecho referencia en el texto de introducción al anterior M3 como ejemplo de deportivo de altísimas prestaciones y comportamiento sobresaliente. Estamos seguros de que cuando salga el futuro M3 (con motor V8 y 400 cv o más) será más rápido y eficaz que este 335i; pero nos ha gustado tanto cómo va este modelo que no hemos podido evitar echar la vista a tras y compararlo con el anterior M3 de 6 cilindros y 343 cv.
Lo que sorprende de este biturbo no es lo que corre (que corre una barbaridad) sino cómo lo hace. No es necesario, como en un deportivo puro o en un coche de competición, ir con la aguja cerca del límite para extraer lo mejor sí, ya que el margen de utilización es amplísimo. Nunca había pasado por nuestra manos un motor que diera tanto desde tan abajo y estirara hasta arriba como lo hace este 335i. Que además tenga un consumo contenido, ya es de ‘matrícula de honor’.
iquest;Y de comportamiento? Pues es un propulsión trasera con una enorme fuerza, menos mal que la electrónica hoy día lo corrige todo, por lo que con los controles conectados ninguna pega en cuanto a estabilidad y seguridad. Eso sí, para los amantes de las sensaciones fuertes, que prueben a desconectar el control de estabilidad (esta recomendación sólo la hacemos para quien visite un circuito) y verán cuánto se pueden divertir.
Por lo demás, una dirección muy agradable y precisa, unos frenos a la altura de las circunstancias y una amortiguación no excesivamente dura. En definitiva, un elegante deportivo en el que viajar cuatro personas con todo su equipaje cómodamente, que en un momento dado puede convertirse en un auténtico purasangre. Probablemente no haya nada parecido al BMW 335i en cuanto a relación “prestaciones-comodidad-margen de utilización”.