Retoques y nuevos motores
El Grupo BMW está trabajando en su utilitario de capricho para efectuarle un lavado de imagen, mejoras en la puesta a punto, e introducirle nuevos motores. De este modo, el nuevo Mini se pondrá a la venta el próximo mes de noviembre, tras 800.000 unidades vendidas y cinco años en el mercado sin grandes cambios. De momento no se han facilitado fotos del interior, y las del exterior se han tomado con elementos para su camuflaje. No obstante, se asegura que no experimentará cambios de estilo importantes, ya que se pretende seguir con su imagen original.
Es curioso como Mini oculta sus nuevos rasgos estéticos, ya que si bien “esta práctica del camuflaje” está generalizada cuando se desarrollan modelos totalmente nuevos y faltan muchos meses para lanzarlo al mercado, sorprende que un simple restyling o lavado de cara se lleve con tanto secretismo, y cuando en tres o cuatro meses va a llegar a los concesionarios. Su carrocería continuará con su típico estilo, pero crece 6 centímetros con la adopción de nuevos voladizos. En el interior se adelanta que tendrá nuevos elementos y que se podrá personalizar gracias a una amplia combinación de ambientes y tonalidades. Destaca la sustitución de la llave convencional por un mando de contacto y arranque mediante botón.
Los primeros motores en llegar serán los del Mini Cooper y Cooper S, totalmente nuevos y desarrollados conjuntamente por los Grupos BMW y PSA. De hecho el próximo Peugeot 207 GTI llevará una de estas unidades, aunque con distinta evolución. Se trata de dos propulsores de gasolina con bloques de aluminio de 1,6 litros de cilindrada e inyección directa, uno atmosférico y otro turboalimentado. El 1.6 de aspiración normal se empleará en el Cooper y rinde 120 cv, lleva el sistema habitual de BMW Valvetronic (un eficaz sistema de admisión variable) y desarrolla un par motor de 160 Nm.
La opción sobrealimentada, para el Cooper S, eleva la potencia hasta los 175 cv, y además el turbo “sopla” desde muy abajo, por lo que se consigue un par motor de 240 Nm desde sólo 1.600 rpm, lo que promete unas recuperaciones rapidísimas. Por si fuera poco, monta también overboost, pudiendo aumentar así el par hasta los 260 Nm durante unos segundos cuando se pisa el acelerador a tope.
Ambos motores llevan caja de cambios manual de seis velocidades, pero opcionalmente podrán llevar una automática también de seis y con levas de cambio tras el volante. Ya en 2007 llegarán las nuevas opciones menos potentes, el motor básico del Mini One y un nuevo diesel del que sólo se ha adelantado que consumirá poquísimo. En cuanto a la puesta a punto, se sigue apostando por la diversión, aunque ahora tendrá un comportamiento “a la carta”. Primero porque se podrán elegir entre dos reglajes, uno muy deportivo y otro más confortable; y segundo porque el nuevo Mini monta una dirección que permite dos modos, uno más suave (para comodidad en ciudad) y otro más duro (para mayor precisión y confianza en carretera). Por último decir que se mejoran algunos elementos de seguridad con nuevas funciones, como los airbags y los controles electrónicos de ayuda a la conducción.