Land Rover Range Rover Sport Supercharged

UN MISIL DE ENVERGADURA

  Tras el éxito y la aceptación obtenida por el último modelo de la marca de prestigio de Land Rover, el Range Rover, que ya probamos en el momento de su lanzamiento, la marca inglesa ha decidido, instigada seguramente también por el grupo Ford que la respalda, lanzar al mercado el Range Rover Sport, una mezcla entre todoterreno y deportivo realizado a semejanza de su hermano mayor pero con una cura de adelgazamiento y agilidad sin precedentes y una mezcla exquisita entre lo moderno y lo clásico, la vanguardia más elitista con la sobriedad clásica de la marca inglesa. El nuevo Range Rover Sport hace realidad los trazos y las características que ya adelantaba el prototipo estrella del Salón de Detroit de hace dos años, el Range Stormer, un concept car de 3 puertas que con una línea elevada de 4×4 mostraba un diseño absolutamente deportivo y prometía motores muy potentes que rondarían hasta los 400 caballos de potencia. Y ya es realidad.

p>El precio de esta joya de estilo inglés plena de belleza, lujo, excelentes prestaciones y las mejores capacidades off-road, se coloca en 84.650 euros, un precio muy en línea con la competencia y en la mayoría de casos a su favor, quedando por desgracia restringido únicamente a las cuentas más solventes.

Diego Zotes, Autocity
20 de Diciembre de 2005

IMAGEN ATLETICA Y REFINADA

p>El diseño cumple lo que promete, con una apariencia atlética y compacta que favorece su imagen deportiva y sugiere altas prestaciones, que combinado con multitud de detalles de alta calidad y estética minimalista que recorren su carrocería resaltando la elegancia y refinamiento innatos de todo Range Rover, lo sitúan en la cumbre de los todoterreno de lujo, a imagen y semejanza de su elegante y refinado hermano mayor al que complementa en el ámbito deportivo. El diseño es menos geométrico y más fluido, con las líneas redondeadas, convirtiéndolo en uno de los todoterreno más aerodinámicos del mercado. De hecho el parabrisas está más inclinado y el techo es más bajo que en otros Land Rover, dejando una menor superficie acristalada que potencia el aspecto deportivo, gracias también a las inmensas llantas de 20 pulgadas de este modelo Supercharged colocadas en cada uno de los extremos. El conjunto aerodinámico lo coronan los faldones delanteros, traseros y laterales que además de desempeñar una función estética, aumentan la estabilidad a alta velocidad e impiden que el barro y las pequeñas piedras dañen la pintura de la carrocería. La exquisitez de los detalles se aprecia en el contraste los pilares en color negro y el techo en color carrocería que transmiten una imagen más deportiva.

p>En detalle, el frontal muestra una nueva rejilla perforada que facilita la circulación del aire hacia el motor, algo que ya se aplica también al Range Rover en su actualización. Los grupos ópticos delanteros y traseros son como los del Range Rover y el Discovery 3 pero a escala, con unas dimensiones menos voluminosas, las delanteras con las distintas iluminaciones en faros separados pero encapsulados en una misma óptica y con faros bi-xenon y las traseras del mismo estilo de gran iluminación. La parrilla, las molduras de los faros, las entradas de los guardabarros, los tiradores de las puertas y las molduras del portón están acabados en tungsteno, un metal de tonalidad mate, a lo que nuestra versión V8 sobrealimentada añade detalles laterales perforados y el doble tubo de escape cromado. En la zaga, el portón redondeado de aluminio le diferencia de su hermano mayor que lo muestra plano, con una luna practicable independiente del portón para facilitar la carga en espacios reducidos, que permite introducir desde un mínimo de 958 litros hasta alcanzar los 2.013 litros con los asinetos traseros abatidos.

CABINA DE PILOTAJE A TODO LUJO

Aparte de un diseño muy atractivo, donde más sorprende el Range Rover Sport es en su interior, que mezcla con maestría el aspecto deportivo con la majestuosidad clásica de las berlinas inglesas y la máxima vanguardia. Toda la organización gira en torno al conductor que se siente en ‘su habitáculo’ y el piloto de la máquina, con la consola central elevada y saliente para que los mandos de seguridad, el climatizador dual y el equipo de sonido, así como la palanca de cambios retrasada para accionar el mando secuencial de marchas, estén al alcance de la mano en un simple gesto. Destaca un habitáculo muy envolvente y acogedor con asientos deportivos de gran sujeción lateral, todos con sistema de calefacción y con regulación eléctrica los delanteros, para albergar cómodamente hasta cinco ocupantes, y una presentación con profusión de acabados de alta calidad como la piel, la madera o el metal por doquier. A la absoluta comodidad del conductor y del ocupante ayudan los reposabrazos abatibles y regulables en altura encastrados en los asientos, como el guardaobjetos central con tapa que también hace las funciones de reposabrazos.

p>La imagen interior está presidida por el inmenso túnel central, condicionando ligeramente la posición ajustada del conductor, donde se incluyen todos los mandos de las funciones de confort y seguridad, con una pantalla táctil en la parte superior del salpicadero, fabricado éste en un material plástico altamente resistente y muy agradable al tacto. El cuadro de instrumentos es de muy fácil lectura y los relojes están biselados con un marco cromado muy elegante y moderno. En la parte inferior de la consola central, tras la palanca del cambio, se encuentran todos los mandos electrónicos como el del freno de mano, el selector del sistema Terrain Response exclusivo de Land Rover, que selecciona las características optimas interactivas mecánicas y de chasis entre 5 posibles combinaciones, dependiendo del tipo terreno seleccionado (conducción general en carretera y campo; hierba, gravilla y nieve o condiciones deslizantes; barro y surcos; arena; avance lento sobre rocas), el mando de regulación de la suspensión neumática, el control de descenso pendientes (HDC) y el selector del tipo de transmisión. Además de esta posición favorable de los mandos, el conductor tiene una posición dominante y posee una gran visibilidad del entorno.

p>El equipamiento de este exclusivo 4×4 deportivo es espectacular a todos los niveles, tanto en el campo de la seguridad como en el del confort, con todo tipo de lujos que solo ofrecen los coches de gama alta. Respecto al confort de los pasajeros, nuestra versión 4.2 V8 Supercharged incluye de serie el climatizador bizonal, freno de estacionamiento electrónico, sistema de navegación Premium, memoria para la posición del asiento del conductor y de los retrovisores exteriores, plegables eléctricamente, tapicería de piel ‘Sports’, asientos delanteros eléctricos, sensor de lluvia, control de distancia de aparcamiento delante y detrás, retrovisor interior fotosensible, volante y pomo en piel, sistema de sonido de alta gama, llantas de aleación de 20 pulgadas y el acabado interior en madera de cerezo.

390 CV DE DEPORTIVIDAD

La versión alta de gama emplea un exclusivo motor de gasolina de 8 cilindros en V con 4.2 litros de cubicaje que se ayuda de un compresor volumétrico Eaton para desarrollar una espectacular cifra de 390 cv de potencia, dejándose notar desde muy bajas vueltas, que deriva directamente del motor empleado por Jaguar para sus modelos más deportivos con 400 cv. Para aplicarlo al todoterreno deportivo de Land Rover se ha aumentado el par motor hasta unos impresionantes 550 Nm y se ha adaptado la potencia rebajándola en 10 cv, para conseguir así un empuje contundente a cualquier régimen y con cualquier relación de cambio.

p>Para aprovechar bien todas las aptitudes de este ‘Sport Tourer’, como lo denominan desde Land Rover, incorpora una caja de cambios automática secuencial ZF de 6 velocidades con la función secuencial CommandShift inteligente controlado electrónicamente que reparte la potencia entre las cuatro ruedas según el terreno por el que se circula y la adherencia del mismo y adapta su configuración al modo de conducción. Propone también una transmisión de relación corta para realizar una conducción fuera de asfalto por terrenos difíciles, seleccionable en marcha mediante un mando en la consola, vigilada constantemente por el sistema Terrain Response, que interconecta los sistemas electrónicos de la gestión del motor, la caja de cambios automática, la altura de marcha con la suspensión neumática, el control dinámico de estabilidad y tracción (DSC), el ABS, el control de descenso de pendientes (HDC) y los diferenciales central y el opcional trasero bloqueables electrónicamente. En el plano mecánico destaca el equipo de frenos propios de competición, que en esta versión Supercharged monta discos ventilados en las cuatro ruedas y pinzas de freno Brembo de 4 pistones delante de un tamaño impresionante, que garantizan un mordiente y una capacidad de frenada fuera de serie, perfecta para una conducción extremadamente deportiva.

p>Las capacidades off-road de este Range Rover Sport están entre las mejores del segmento, con una altura libre al suelo con las características 4×4 de 227 mm, un ángulo de ataque de 34º, central de 25º y de salida de 29º, lo que nos permite afrontar obstáculos realmente pronunciados sin despeinarnos y sin preocupaciones, así como una profundidad de vadeo de 700 mm para atravesar ríos que podamos encontrarnos en nuestro camino.

DEL CAMPO AL CIRCUITO

Desde que se gira la llave de contacto del Range Rover Sport Supercharged se escucha un bramido que pone los pelos de punta, dejando sentir la energía que late en el inmenso V8 de 4.2 litros con compresor, que en conducción por asfalto consigue unas prestaciones de auténtico deportivo, con una aceleración de 0 a 100 km/h de 7,6 segundos y una velocidad máxima limitada electrónicamente a 225 km/h.

p>Eso sí los consumos son más altos que en aquellos, puesto que desplazan un volumen que supera holgadamente los 2.000 kilos, alcanzando cifras oficiales que también dan miedo, con un consumo en ciudad de 22,8 l/ 100km y un consumo mixto de 15,9 l/100 km. Este restrictivo peso no se deja notar en ningún momento, pudiendo realizar con él una conducción totalmente deportiva, enlazando curvas en tramos virados como si fuésemos en un misil tierra – tierra y con una estabilidad y aplomo envidiables, gracias fundamentalmente al innovador control antibalanceo Dynamic Response, formado por unas barras estabilizadoras activas reguladas por ordenador que mantienen la carrocería absolutamente estable y sin inclinaciones. Se convierte así en un peso pesado de circuito, de hecho fue en Nurburgring donde se testaron sus capacidades, sujeto con una suspensión neumática controlada electrónicamente de serie que, como la dirección asistida, se endurece a alta velocidad y se ablanda a ritmo más lento, así como los muelles neumáticos varían su altura para adaptarse al terreno. Sólo la versión Supercharged de nuestra prueba emplea llantas de 20 pulgadas con neumáticos superranchos de 275 mm de ancho, aunque con una composición mixta que facilita tanto una conducción off-road como un comportamiento muy deportivo sobre asfalto.

p>En cuanto a la seguridad para prevenir los accidentes o protegernos ante ellos ofrece entre los principales componentes caja con relaciones cortas y largas, control de estabilidad (DSC), Terrain Response, control de descenso de pendientes (HDC), suspensión neumática de altura variable, diferencial central de bloqueo electrónico, pinzas de freno delanteras Brembo, tracción 4×4 permanente, faros bi-xenon adaptativos con iluminación en curva, asistencia electrónica de frenada de emergencia (EBA), control electrónico de tracción (ETC) a las cuatro ruedas, Dynamic Response o el sistema de reducción del balanceo (ARM), entre otros muchos elementos.

A FAVOR Y EN CONTRA

+ Estética muy atractiva.
+ Motor pleno de potencia y deportividad.
+ Cualidades off-road.
+ Comportamiento deportivo.

+ Consumos altos.
+ Habitabilidad justa en plazas traseras.