Inicio
EL GRAN TURISMO
Aunque actualmente toda la atención de la Serie 6 de BMW recae en el espectacular M6, tuvimos la oportunidad de probar un auténtico Gran Turismo que no desmerece en absoluto: el 645Ci. Este imponente cupé de diseño elegante y deportivo se muestra como una excelente opción para los amantes de los grandes deportivos, pero que además requieran una habitabilidad decente en las plazas traseras y un gran maletero.
Casi no hay vehículos como el 645Ci en nuestro mercado, ya que el único rival realmente directo que le encontramos es el Mercedes CL. Cerca estarían los Jaguar XK, pero éstos tienen menos espacio en las plazas traseras, o los míticos Porsche 911, aunque su carácter es más racing y la habitabilidad mucho menor. También los Mercedes CLK y CLS andarían cerca, pero el primero es de menor empaque y el segundo de cuatro puertas.
Con un precio de 85.500 euros, el cupé BMW puede parecer en principio caro, pero si lo comparamos con la competencia y observamos lo que ofrece comprobamos como el precio está muy bien ajustado. Cuesta 30.000 euros menos que el M6, y 19.000 euros más que el modelo de acceso a gama 630i. La opción descapotable también puede resultar muy interesante, aunque pagando por ello 9.000 euros más.
Pero pasemos a analizar en las siguientes páginas lo que en la práctica nos ofrece un automóvil que combina una impactante estética deportiva y altas prestaciones con la exclusividad, confort y lujo de una gran berlina. Su carta de presentación en cuanto a prestaciones se refiere es muy jugosa: motor V8 de 4,4 litros y 333 cv, cuyas prestaciones alcanzan los 250 km/h de velocidad máxima (por limitación electrónica) y 5,6 segundos en aceleración de 0 a 100 km/h, además de obtener unos consumos nada desorbitados: 11,7 l/100 km como media. Estos datos pertenecen a la versión con cambio manual de seis velocidades, que es la que tuvimos oportunidad de probar, aunque para quien lo prefiera puede montar el cambio automático (2.478 €) o el SMG (1.721 €).
Enrique Marco, Autocity
23 de Mayo de 2005
23 de Mayo de 2005
DISENO Y EQUIPAMIENTO
Con el BMW 645Ci es imposible pasar desapercibido, ya que sus trazos y medidas impactan a primera vista. Si a esto le unimos que lleva sólo un año en el mercado, y que debido a su precio lógicamente no se venden muchos, tenemos el cóctel definitivo para levantar multitud de miradas a nuestro paso. Como guinda al pastel, nuestra unidad llevaba las preciosas llantas opcionales de 19 pulgadas.
Y es que son nada menos que 4,82 metros de longitud, combinados con una gran anchura y escasa altura. Doble salida de escape trasera y neumáticos de generosas dimensiones completan esta apetecible receta. De hecho, y aunque sobre gustos no hay nada escrito, nos parece una realización perfecta para diseñar una línea muy deportiva con un habitáculo de cuatro verdaderas plazas (hasta cerca de 1,80 metros de estatura se viaja con suficiente espacio en las plazas traseras). Por si fuera poco, la capacidad de carga del maletero parece la de una berlina de gran tamaño: 450 litros.
En cuanto a equipamiento, es el que corresponde a un vehículo de su precio, pero hay otro detalle que nos sorprende gratamente: la altísima calidad de los materiales empleados en el salpicadero, guarnecidos y asientos, que de serie son de cuero. Por citar algunos de sus elementos de serie, lleva control de estabilidad, airbags frontales, laterales y de cabeza, ajuste de los asientos y volante eléctrico, CD con ocho altavoces, sensor de lluvia, sensor de aparcamiento trasero delantero mediante pantalla, etc. Como extras se pueden pedir multitud de elementos, pero citaremos el techo eléctrico (1.789 €) o el navegador (2.900 €) como los más comunes.
CONDUCCION
Sentarse al volante de un aparato en el que la posición de conducción es excelente, y saber que bajo el capó se esconde un V8 de 333 cv, es ya una gozada, pero cuando iniciamos la marcha todas las expectativas se confirman o incluso se superan. Con los múltiples ajustes de asiento y volante es posible acomodarse en una posición muy baja, muy de deportivo puro. Además la calidad y buen tacto de todo lo que nos rodea contribuye a aumentar esa sensación placentera de lujo y calidad.
En marcha el sonido es discreto pero sugerente, lo que encaja perfectamente con el funcionamiento general del coche. Decimos esto porque el 645Ci es un Gran Turismo de altísimas prestaciones, pero por comportamiento no es un deportivo puro, ya que prima el confort y el refinamiento sobre las sensaciones extremas. En marchas cortas, la sensación de coche grande (no quiere decir que no sea ágil, de hecho es ágil) hace que a pesar de los 333 cv no sintamos unas reacciones brutales. Acelera muchísimo, pero lo hace de forma más bien suave. Eso sí, su tremendo potencial se pone de manifiesto a altas velocidades, cuando con la mínima insinuación sobre el pedal del acelerador, y vayamos en la marcha que vayamos, el BMW va tomando velocidad y velocidad a un ritmo frenético. Si no estuviese limitado electrónicamente a 250 km/h alcanzaría bastante más.
Cuando damos rienda suelta al acelerador evidentemente el consumo se dispara, pues estamos ante un V8 de 4,4 litros. Pero si circulamos a velocidades legales y con suavidad el gasto es poco mayor que el de un “coche cualquiera”. Su cifra oficial de consumo medio es de 11,7 l/100 km, cifra que en carretera baja hasta sólo 8,6 l/100 km. En definitiva, un consumo muy ajustado para un bólido de 1.690 kilos que puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos.
Del comportamiento del BMW 645Ci sólo se pueden verter alabanzas, siempre y cuando al comprarlo no hayamos pensado en él como un vehículo “racing”. Es divertido y rápido, pero no bestial. Esto no es ni un defecto ni una virtud, sino una forma de comportarse en la que prima el confort y la seguridad. Eso sí, el sobresaliente trabajo realizado en el chasis, los enormes neumáticos y los controles electrónicos, hacen que se pueda pasar por curva una velocidad elevadísima y de forma segura. Además, al contrario que otros deportivos, resulta muy cómodo para largos viajes.
Posee un botón Sport con el que poder variar algunos parámetros, pero en cualquier caso nunca se vuelve radical, y tampoco en la posición normal le falta “gancho”. Su cambio de marchas manual de seis velocidades se maneja con suma precisión, y la dirección tiene un tacto genial, que transmite perfectamente lo que está pasando bajo las ruedas delanteras. La frenada, además de potente aguanta todo lo que le echemos, y está a la altura de las prestaciones de este gran GT.