Fiat Idea 1.3 Multijet

INGENIOSO ESPACIO

Otro duro y bien armado competidor ha irrumpido en el nutrido mercado de los monovolúmenes, que cada vez abarcan más segmentos por tamaños y precios. Por eso la llegada del Idea a un mercado ya asentado y con muy buenas perspectivas de futuro, es positiva para Fiat, pero a la vez constituye una auténtica prueba de fuego para un marca que ansía recuperar el terreno comercial perdido en los últimos años.

  Este monovolumen pequeño, compacto y de marcada personalidad urbana, nos sorprendió muy gratamente en la primera toma de contacto y ha dejado un todavía mejor poso tras ser nuestro compañero de fatigas durante siete días. La sensación de amplitud interior es su mejor carta de presentación. Algo que combina con un diseño interior vistoso y práctico, repleto de útiles recovecos.

La unidad de pruebas montaba el propulsor en el que el grupo italiano ha depositado más confianza para convertirlo en el grueso de ventas de este modelo. El motor 1.3 Multijet-palabra que define a los motores “common rail” de última generación desarrollados por Fiat- viste mecánicamente de forma correcta al Idea; no es un prodigio de prestaciones pero tampoco lo necesita y el rendimiento es satisfactorio en líneas generales. Un competitivo precio termina por completar el cúmulo de buenos propósitos que Fiat ha depositado en su pequeña revelación.

Jorge Rubio, Autocity

29 de Marzo de 2004

INTERIOR

Lo más interesante lo encontramos en el interior del vehículo, pues la línea exterior aunque personal, sobre todo en la zaga, no constituye algo que rompa moldes. Dentro, una cálida sensación nos invade cuando nos sentamos su cómodo puesto de conducción. El asiento cuenta con cuatro regulaciones y el volante con dos, por lo que la adaptación es rápida. El diseño bicolor y la disposición práctica original del interior son dos de sus acogedores argumentos, aunque su gran amplitud y luminosidad, con un altura considerable, aportan todo lo que un monovolumen debe tener. Las plazas traseras ofrecen una gran cantidad de centímetros de espacio, sobre todo para las piernas y cabeza, no tanto en anchura, donde tres adultos caben con dificultad. Pero es innegable que el que compra un Idea, algún retoño tiene en mente para que viaje atrás, con sus anclajes Isofix y con un espejo que incorpora en la parte delantera para dedicarle un ojo más atento.

Los acabados son realmente buenos, con un perfecto ajuste de las piezas y aportando además, materiales de calidad. Los huecos para que podamos guardar nuestros enseres cotidianos son abundantes y algunos generosos, tanto en el salpicadero, como sobre nuestras cabezas. En lugar de guantera al uso, dispone de una corrida hasta la consola central, donde encontramos todo los mandos. El climatizador bizona es, aparte de efectivo, fácil de usar con controles digitales. También incorpora el cargador de CD, que no es de serie, como tampoco lo es el control de velocidad ni los mandos que incorpora en el volante.

La modularidad del habitáculo es uno de sus valores añadidos más importantes. Los asientos delanteros se pueden plegar en forma de mesa. Y los traseros son los que más juego dan: la banqueta se desplaza longitudinalmente, por lo que podemos ganar espacio al interior en caso de necesidad, de lo contrario contamos con 320 litros. También podemos reclinar los asientos, haciendo más cómodo el espacio posterior, siempre a costa del maletero. Estas operaciones se realizan de forma sencilla por las palancas que encontramos, y a las que se puede acceder desde el habitáculo o el maletero. La bandeja el flexible y va anclada a los asientos traseros para adaptarse a la versatilidad de estas plazas. Fiat anunciaba la posibilidad de configurar 32 diferentes posiciones, pero lejos de reclamos publicitarios, lo cierto es que en un espacio tan pequeño las posibilidades son múltiples para adaptar el espacio a las necesidades de cada momento.

El precio de la unidad de pruebas asciende a 16.850 euros, con el mejor equipamiento de los tres niveles existentes, el Emotion. El desembolso se mueve en un baremo acorde con lo establecido en su segmento, con la ventaja de ofrecer un producto novedoso y muy bien acabado en todos los aspectos, además de incorporar tecnología diesel de última generación. El competidor más duro es el Meriva, pues los demás rivales se gozan de más tiempo en el mercado y juegan con algo de desventaja, salvo el Renault Scénic, que no compite frontalmente por precio y motor, aunque sí constituye un alternativa. El Hyundai Matrix también es de muy similar planteamiento y precio, aunque no aporta muchas de las novedades tecnológicas que encontramos en el Fiat Idea.

 

MECANICA

Con una mecánica sencilla en líneas generales, sin grandes sofisticaciones, pero con un rendimiento siempre satisfactorio, el Idea cuenta con su mejor argumento en motor que monta. Su corazón diesel late de forma ruidosa y este es el principal reproche que se le puede hacer, sobre todo en frío. Como contrapartida ofrece un rendimiento muy bueno para un motor tan pequeño (1.248 c.c. y 70 CV) y un vehículo de sus dimensiones. En ciudad le dota del empuje necesario para movernos ágiles (180 Nm de par), gracias también a su corta distancia entre ejes, como en un utilitario pero con un puesto de conducción alto, que nos ofrece una mejor perspectiva del tráfico. Es por tanto escurridizo y fácil de aparcar, gracias en buena parte a la opción “City” que endurece la servodirección según la velocidad. También contamos con sensor de ayuda al parking, todo ello de serie.

Sus 70 caballos se quedan algo cortos cuando salimos de la ciudad, pero los cruceros de 150 km/h que podemos mantener si dificultad y con buena sensación de aplomo, se me antojan más que suficientes para realizar cualquier desplazamiento o viaje, por largo que sea. Además disfrutamos de un consumo realmente bajo de 5,9 litros en ciclo combinado pero que baja hasta los 5 cuando viajamos por autovía. El cambio de marchas es de muy agradable utilización, tanto por la ubicación de la alta de la palanca en la consola central, como por la suavidad y precisión en el accionamiento.

Las suspensiones son blandas, como corresponde a su marcado carácter urbano, acusando los apoyos fuertes, pero resultando realmente cómodas para los ocupantes en casi todas las circunstancias. La incorporación de ABS en sus efectivos frenos refuerzan sus argumentos en el apartado de seguridad activa. También cuenta con distribución electrónica de la frenada.