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LA ENERGIA DEL FUTURO SUPERA LA PRUEBA
El HydroGen3 de General Motors ha completado el recorrido más largo realizado nunca por un coche propulsado por pila de combustible. General Motors concluyó con éxito en Portugal una de las pruebas más importantes de las que debe superar antes de poder llegar a ser una realidad adquirible por cualquier conductor particular, algo que podría llegar a producirse dentro de unos 10 años.
Durante 38 días un prototipo basado en el monovolumen Zafira y alimentado por hidrógeno recorrió los 9.696 kilómetros que separan Hammerfest, en el norte de Noruega, de Cabo de Roca, el punto más occidental de Europa cerca de Lisboa. La prueba tiene un especial valor porque al volante no se encontraban ni conductores de Opel ni ingenieros de esta marca si no periodistas que se alternaron al volante y pudieron constatar que este coche es una realidad y su uso completamente normal.
A lo largo de 20 etapas, atravesando 14 países, el HydroGen3 casi no sufrió problemas imprevistos. Es más, ninguna de las intervenciones de los técnicos en todo ese tiempo requirió realizar paradas inesperadas:
– Una actualización del software al principio del recorrido
– Sustitución de cinco sensores de temperatura
– Cambio (dos veces) del mecanismo mecánico del aparcamiento
– Cambió de la pila de combustible a mitad de recorrido para mantener las mismas características a los sucesivos rodadores.
El resultado en cuanto a fiabilidad se puede considerar excepcional.
– Una actualización del software al principio del recorrido
– Sustitución de cinco sensores de temperatura
– Cambio (dos veces) del mecanismo mecánico del aparcamiento
– Cambió de la pila de combustible a mitad de recorrido para mantener las mismas características a los sucesivos rodadores.
El resultado en cuanto a fiabilidad se puede considerar excepcional.
Para más información sobre el HidroGen3 : www.marathon.gm.com
Carlos Lera, Autocity.
14 de junio de 2004
Detalles
FUENTES ALTERNATIVAS DE ENERGIA
Los coches que emplean fuentes de energía alternativas ya no son experimentos raros o soluciones inaplicables. Son coches cada vez más generalizados entre los proyectos más importantes de todos los grandes fabricantes y entre ellos hay que distinguir de entrada dos tipos fundamentales de productos: emisiones 0 y sistemas híbridos. Los primeros emplean sistemas como el del HydroGen, basados en la pila de combustible, u otros cuya diversidad haría muy difícil que no dejáramos alguno en el tintero. La lista de opciones va desde los puramente eléctricos por baterías de recarga estática mediante la red eléctrica a los alimentados por paneles de energía solar.
Los segundos están ya en el mercado y solo en parte solucionan los problemas de polución y consumo de energías no renovables. No obstante son el punto inicial para una nueva cultura del automóvil, más ecológica y libre de los males derivados de la dependencia de los hidrocarburos. El hidrógeno se obtiene mediante muchos procesos industriales en cualquier parte del mundo y además se puede partir de una materia prima tan extendida como el agua.
Por lo que pudimos comprobar al volante del HydroGen 3 las sensaciones de conducción son perfectas para un coche de uso diario. Incluso resulta más cómodo y agradable que un motor de explosión convencional. Para empezar los únicos ruidos que genera el coche proceden de la fricción de las ruedas y del compresor que inyecta el hidrógeno en la pila de combustible, que hace un leve ruido parecido al de una turbina. Este ruido aparece cuando se pisa con fuerza el acelerador, porque envía mayor caudal. Salvo en estas circunstancias, la marcha es completamente silenciosa y la respuesta muy buena. Acelera de 0 a 100km/h en 16 segundos, una cifra que le permite circular como un coche normal en cualquier ciudad, mientras que en carretera es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 160 km/h.
Como la trasmisión es directa sin cambio de marchas, en vez de palanca de cambios hay dos botones con forma de flecha indicando el sentido de la marcha y eso es todo lo que hay que tocar para que comience el movimiento. En vez de prestar atención al habitual tacómetro en su lugar vemos una escala de kilovatios que indica la cantidad de potencia que se está utilizando en ese momento. El HydroGen tiene calefacción y aire acondicionado y en el interior salvo los comentados detalles de instrumentación y controles específicos no hay diferencias con un Zafira convencional, pues el depósito de hidrógeno (suministrado por Linde) está situado bajo la banqueta trasera.
La autonomía depende del tamaño y la presión de almacenamiento del depósito. El HydroGen puede llegar a ofrecer 400 kilómetros de autonomía, pero con la configuración del que ha cruzado Europa la distancia se reduce a unos también buenos 250 kilómetros aproximadamente.
El futuro no dependerá del petróleo
El HydroGen3, como su número indica, es el tercer representante de una familia que apareció en 1997 y que a lo largo de siete años ha ido evolucionando para llegar al estado actual, un paso más para el objetivo obvio que es llegar a la producción en masa de este tipo de vehículos. Para los responsables del proyecto las expectativas son muy halagüeñas por la creciente demanda de automóviles, que tenderá a dispararse en los próximos 10 años gracias al aumento de poder adquisitivo de ingentes masas de población en los grandes países asiáticos como India o China. Las reservas de petróleo son limitadas y su comercio internacional genera grandes tensiones políticas y geoestratégicas que serían radicalmente modificadas con una fuente de energía cuya producción sería posible en plantas industriales.
General Motors quiere ser el primer fabricante en vender un millón de unidades de coches alimentados por pila de hidrógeno, aunque para lograrlo habrá que solucionar el problema de la distribución, posiblemente el que más esfuerzo supondrá, por la implicación de muchos actores económicos y políticos. Se estima que el coste de colocar postes de distribución de hidrógeno en el 10% de las estaciones de servicio que actualmente suministran combustible en Europa estaría entre 10.000 y 12.000 millones de euros.