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¡ABRETE SESAMO!
Una idea que no es nueva, la de las puertas correderas, pero que aplicada dónde y cómo lo ha hecho Peugeot supone una importante contribución a la practicidad de los utilitarios convencionales. Se puede abrir y cerrar a distancia, entrar y salir en espacios angostos y hasta acceder a las plazas traseras mejor que en un utilitario de tres puertas. El 1007 llama la atención poderosamente cuando sus puertas entran en acción, pero además ofrece detalles de diseño y ornamentación llamativos, así como una carrocería monovolumen.
p> El motor 1.4 HDI que probamos ofrece un rendimiento justo para el uso de ‘ciudad y alrededores’ que se le debe dar al coche y tiene un gasto de combustible normal. Por lo que respecta al comportamiento, se mueve como un utilitario convencional, y la influencia del peso suspendido en alto -como consecuencia de los mecanismos de las puertas- es menos importante de lo que cabría esperar.
p>Llega al mercado y parece que está solo, pero no es así. El 1007 compite con modelos muy diferentes que intentan captar la atención de un público heterogéneo que coincide en necesitar un coche pequeño, fácil en ciudad y con un buen grado de refinamiento y diseño.
Carlos Lera, Autocity
11 de Julio de 2005
DISEÑO Y EQUIPAMIENTO
Ya hemos comentado que la posición de conducción puede adaptarse al gusto del consumidor. Pocos coches permiten desplazar tanto en altura el asiento del conductor, que además cuenta con una bandeja bajo la banqueta lo mismo que el del pasajero, que no es regulable en altura. Igual que digo una cosa, digo la otra: pocos coches he visto en los que el respaldo pueda inclinarse tan poco como en el 1007; son meramente unos grados para ajustarlo a los gustos de cada cual. Así pues, si te gusta echar una siesta o lo que sea de vez en cuando en el coche, no te compres un 1007. Por el contrario el respaldo del asiento del acompañante puede abatirse hacia delante para aprovechar su parte trasera rígida a modo de mesita, algo que también pueden hacer los asientos individuales traseros.La altura es superior a un metro en las dos plazas delanteras mientras que en las traseras se acerca bastante a esta medida. Por espacio para las piernas se encuentra en un término medio en una categoría que ya de por sí suele penalizar por lógica en este apartado pero de todas formas sería normal esperar algo más de un coche que aprovecha la distancia entre ejes casi por completo para el habitáculo, y sin embargo no ofrece nada mejor que por ejemplo un Nissan Micra, mucho más convencional en la distribución del espacio. Frente a un Renault Twingo actual no tiene nada que hacer, algo preocupante porque cuando el nuevo monovolumen pequeño de Renault llegue al mercado en 2006 se convertirá seguramente en su principal competidor.
p>La anchura posterior, a pesar de contar solamente con dos plazas, no es destacable. Y es que con diferencia se trata del utilitario más estrecho de banco de cuantos he medido, pues no llega al metro por un milímetro de extremo a extremo de los dos asientos individuales, contados como si fueran uno solo. Por maletero tampoco destaca: con 178 litros (VDA) con los asientos traseros colocados en la posición habitual de uso, es prácticamente el imprescindible para las compras del día, aunque desplazando los asientos hacia delante los 230 mm. que permite el mecanismo de deslizamiento se gana bastante espacio.
p>Diseño
El salpicadero del 1007 tiene la forma típica de un monovolumen. Eso sí, la instrumentación se conserva frente a la vista del conductor y no en el centro de la consola, como sucede en otros casos. El espacio que va desde el salpicadero a la base del parabrisas está dividido en varios tramos que sirven como bandejas para depositar objetos, aunque ninguna tiene tapa. La guantera ofrece buena capacidad y en la consola pueden colocarse dos latas de refresco pero no dos botellas pequeñas de agua, que por poco, pero no encajan correctamente de altura. En la parte trasera sí se pueden colocar botellas de agua aprovechando que los reposabrazos se levantan, y además del hueco para las bebidas disponen de sitio para libros, bolsas de patatas, etcétera. Las puertas tienen bandejas rígidas, aunque de tamaño pequeño, y bajo el suelo de las plazas traseras hay dos buenos cajones más con tapa.
El salpicadero del 1007 tiene la forma típica de un monovolumen. Eso sí, la instrumentación se conserva frente a la vista del conductor y no en el centro de la consola, como sucede en otros casos. El espacio que va desde el salpicadero a la base del parabrisas está dividido en varios tramos que sirven como bandejas para depositar objetos, aunque ninguna tiene tapa. La guantera ofrece buena capacidad y en la consola pueden colocarse dos latas de refresco pero no dos botellas pequeñas de agua, que por poco, pero no encajan correctamente de altura. En la parte trasera sí se pueden colocar botellas de agua aprovechando que los reposabrazos se levantan, y además del hueco para las bebidas disponen de sitio para libros, bolsas de patatas, etcétera. Las puertas tienen bandejas rígidas, aunque de tamaño pequeño, y bajo el suelo de las plazas traseras hay dos buenos cajones más con tapa.
p>Una curiosa característica muy ‘fashion’ del 1007 es que los colores interiores intercambiables. La tapicería de los asientos, las puertas y las bandejas frontales, además de los cercos de los aireadores, los reposabrazos traseros y las alfombrillas se pueden cambiar adquiriendo otros a elegir entre 12 diseños diferentes, si el conductor considera que están ya muy vistos.
En marcha
EN MARCHA
El puesto de conducción del 1007 goza de versatilidad. Puede adoptarse una posición elevada típica de un monovolumen o bien una situación bastante baja, en combinación con la regulación del volante en inclinación y distancia. Desde la posición del conductor se perciben con gran exactitud las esquinas del coche, y los tres espejos permiten controlar el perímetro sin problemas de falta de visibilidad o puntos muertos. La dirección es cómoda y muy suave en maniobras, lo mismo que la palanca de cambio y los pedales. Todo junto da como resultado un excelente coche para circular por ciudad. Además no es muy ancho (sensación acrecentada por la notable altura de la carrocería) y lo que sumado a las puertas correderas, raro es encontrar en los aparcamientos en batería un hueco libre imposible para cualquier otro coche.
p>Si hay algo que no acompaña al resto del coche dentro de la ciudad es la respuesta a bajo régimen del motor. Con el aire acondicionado puesto y dos o tres pasajeros se hace necesario acelerar sin reparo y deslizar el embrague para salir con el brío justo, o de lo contrario se corre el riesgo de llegar a calar el coche. Lo mismo se puede aplicar en segunda pero también en menor medida en tercera y cuarta.
p>Las marchas van un poquito largas (el 206 equipado con el mismo motor desarrolla menos velocidad en todas las relaciones y es unos 100 kilos más ligero) y si no se suben las revoluciones antes de subir de relación, el par disponible por debajo de 2.000 rpm. no puede con el coche. A partir de ahí la respuesta del motor es alegre, aunque no generosa, permitiendo un ritmo suficiente en cualquier trayecto. En definitiva hace los mil metros desde parado en 37,9 segundos, acelera de 0 a 100 km/h en 16,7 s. y alcanza 160 km/h de velocidad máxima, siempre según los datos facilitados por el fabricante. Por el contrario el consumo medio oficial es de 4,4 litros y a nosotros nos salieron 5,4 l/100km por lo menos no gasta mucho.
Las puertas al detalle
LAS PUERTAS AL DETALLE
Para entrar en el 1007 puede usarse el mando a distancia o accionarse directamente la palanca -un tanto dura e incómoda- que se encuentra en cada puerta.
p>- En el mando a distancia hay cuatro botones: Dos para bloquear las cerraduras y otros dos para accionar cada puerta.
p>- Las puertas actúan de forma un poco ruidosa, especialmente cuando llegan al final de su recorrido y tienen que ajustar las gomas de estanqueidad al marco de la carrocería. De hecho, este ruido variaba de vez en cuando, a veces era mayor, otras más bajo y algunas llegaba a ser preocupantemente prolongado, como un crujido. De todas formas en ningún momento dejaron de funcionar o lo hicieron mal, por lo que no debería dudar de su robustez.
p>- Para cerrar la puerta una vez dentro del coche, hay que usar o bien el mando de nuevo o bien los botones colocados frente al conductor o el acompañante. Son similares a los que sirven para operar los elevalunas y pueden dar lugar a equivocaciones si es la primera vez que se usa el coche. Si se pulsan hacia adelante las puertas se cierran y viceversa.
p>- Entrar y salir del coche nunca fue tan fácil, eso sí. El espacio disponible para acceder al interior no ya es que sea muy grande; además es completamente utilizable, porque no hay una puerta con bisagras en el marco que estorbe para -por lo general- entrar desde delante.
p>- Al 1007 se puede entrar de lado, de frente o por detrás, y para sentarse no hay que agachar ni el cuerpo ni la cabeza (al menos yo que mido 1,73).
p>- Recuerdo un problema de los coches que se abrían hacia delante (como los primeros Seat 600): las mujeres se sentían incómodas, porque al sentarse o incorporarse, la puerta dejaba a la vista de los curiosos cualquier cosa que quisieran esconder entre las piernas Bueno, un detalle que con el 1007 puede ser un inconveniente si se usa minifalda… pero que seguramente se puede solucionar con un poco de práctica.
p>- Si se pulsa el botón de una puerta cuando ya está funcionando esta parará inmediatamente, y si se vuelve a pulsar reiniciará la marcha en el sentido que se desee.
p>- En caso de emergencia, el funcionamiento de las puertas puede llegar a pararse; pero dada la presión que es necesario ejercer, pueden causar lesiones de gravedad.
p>- Hay que tener precaución de no pegar demasiado el coche, por ejemplo, a una columna en un parking. Aunque el espacio necesario para abrir las puertas es muy reducido, con una puerta convencional puede ajustarse mucho el aparcamiento con tal de que la batida de la puerta del conductor quede libre, pero en el 1007 hay que dejar un mínimo de distancia para que la puerta no tropiece o se arañe en su desplazamiento.
p>- Las puertas no se pueden cerrar en marcha, por lo que en caso de que una se haya quedado abierta por la razón que sea, sólo hay dos salidas: circular con ella abierta, algo que está expresamente prohibido por el fabricante y resulta obviamente arriesgado, o parar inmediatamente para cerrarla. No entiendo porqué no se puede cerrar en marcha hasta una velocidad razonable un mecanismo deslizante en el sentido de la marcha.
p>- También funcionan de forma manual, son muy pesadas pero se puede salir de un apuro a mano en caso de fallo eléctrico o accidente.
p>- La estanqueidad parece perfecta: no entran ruidos, ni aire, ni agua.
p>- El gran tamaño de las puertas obliga a colocar el anclaje del cinturón de seguridad en el pilar b, o arco central de la carrocería que en este caso está muy retrasado. Esto hace que sea un poco molesto alcanzar el cinturón desde los asientos delanteros.