Clio Renault Sport V6
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Motor V6 atmosférico de 3.0 litros y 255 CV a 7.150 rpm; pasa de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos; 245 km/h de velocidad punta; chasis modificado y todavía más deportivo. Éstas son algunas de las credenciales que presenta la segunda entrega del Clio Renault Sport V6, un automóvil de Altas Prestaciones nacido con una idea obsesiva: la competición.
A simple vista, pudiera parecer que el nuevo Clio Renault Sport V6 (no, no nos hemos equivocado, pues el orden de su ‘nombre y apellidos’ es exactamente ése, y no otro) adoptase, simplemente, la estética de la última generación del popular utilitario francés, y que justo ahí terminasen las novedades.
Ciertamente, paragolpes, caladra, ópticas dobles delanteras -con tecnología xenon-, llantas de aleación de nuevo diseño, antena de radio recortada, pilotos traseros tipo ‘cristal’, nuevo alerón posterior -alargado y sobreelevado-, toma aérea lateral pintada en gris y un sinfín de entradas de aire modificadas, son inéditos. Sin embargo, esa misma apariencia que, en todo caso sólo cabe ser calificada de demoledora, este hiperdeportivo y estricto biplaza esconde muchas novedades mecánicas que le sitúan, sin lugar a dudas, en el mejor momento de su existencia.
Nuevo chasis
NUEVO CHASIS
De una parte, porque los cambios efectuados en el chasis convierten a este elemento en una pieza de nuevo cuño. Por lo pronto, el tren trasero ha sido reposicionado, y ahora está literalemente en el vértice del coche, de modo que las cuatro ruedas queden situadas en los extremos de la carrocería. Dicho de otro modo, la batalla es superior. Por otra parte, y además de un nuevo soporte para el motor, los puntos de anclaje del brazo transversal y de la bieleta han sido reposicionados, de modo que cambia la geometría y aumenta el apoyo lateral en aceleraciones y frenadas contundentes. Precisamente, esta nueva geometría -ahora el reparto de masas entre ejes es del 40/60- implica un alargamiento en 10 mm del brazo longitudinal, y, de paso, un retraso de la rueda trasera de otros 15. Además, los muelles presentan carrera alargada, delante -con una vía 33 milímetros más ancha- la estabilizadora pasa a ser de 28 mm de grosor, la caída de seis grados y la carrera de los amortiguadores acentuada. Por otra parte, el coche recibe llantas de aleación de factura O.Z., con 18 pulgadas de diámetro, que calzan gomas Michelin Pilot Sport 205/40, delante, y 245/40 detrás. Estas gomas cuentan con una banda de rodadura 100% de sílice, un elemento que, sumado a un tallado específico, aseguran mucha adherencia sobre firmes irregulares o resbaladizos.
Hablando del motor, el bloque de seis cilindros en V y 2.946 cc ha recibido algunas modificaciones de importancia. Por ejemplo, la admisión es completamente nueva, y disfruta de una caja de mariposas de 74 mm de diámetro y de árboles de levas rectificadas. Hay una nueva rampa de inyección y válvulas, asientos y conductos nuevamente mecanizados. En cuanto al calculador y la calibración del mando del acelerador, han sido modificacos para resultar todavía más eficaces.
Al final, la potencia se incrementa hasta los 255 CV, que entrega a un rabioso régimen de 7.150 rpm -50 vueltas por debajo del corte de inyección-. Por lo que respecta al par máximo, sube hasta unos fantásticos 300 Nm -a 4.650 vueltas-. Por cierto, el coche recibe nuevos catalizadores de tipo IF, decisivos para poder cumplir con la futura normativa sobre emisiones contaminantes EU IV.Transmisión modificadaDe cara a un mejor aprovechamiento mecánico, la caja de cambios PK6, de seis relaciones, recibe un nuevo desarrollo de grupo corto, con una desmultiplicación final reducida en un 10%. También el mando de guiado ha sido revisado, de modo que tacto y manejo -damos fe de ello- han mejorado ostensiblemente en precisión y rapidez -en este sentido, los pasos de marcha se han reducido en un 20 por ciento y los topes son más cerrados-.
Toma de contacto
TOMA DE CONTACTO
Nuestra primera toma de contacto con semejante ‘criatura’ no ha podido ser más positiva y placentera. Todos y cada uno de los cambios descritos, pero sobre todo la fiabilidad que transmite esta nueva generación, cautivan al instante. El coche resulta, en conjunto, mucho más dócil por preciso, y apto para un mayor número de conductores. Además, la firma gala ha trabajado a fondo en el colector de escape, de modo que el sonido del coche es incluso más deportivo.
Pero, sobre todo, insistimos en que es un coche infinitamente más gobernable y neutro -la dirección, también revisada, suma 2,8 vueltas entre topes, nada que ver con el anterior-. Pesa 55 kg más que antes por el incremento en la dotación de serie, y no hay que negar que cuanto más expertas sean las manos que se pongan al volante, mayor disfrute y, lógicamente, mayor seguridad. Es decir, este Clio no es un utilitario camuflado de coche ‘gordo’, sino que es una auténtica máquina de competición, lista, a falta de unas barras antivuelco, para entrar de golpe en cualquier circuito de carreras.
Sin embargo, serán más que antes los que, previo pago de una factura pese a todo contenida -los 42.000 euros que cuesta en toda Europa implican una dotación de serie máxima y cerrada, a falta de la definición de algunos packs de personalización- vean satisfecha esa ‘vena’ de pilotaje al alcance de muy pocos. Por ejemplo, la respuesta mecánica es ahora más efectiva, literalmente fulminante en respuesta a las solicitudes del pie derecho. Ojo, porque además los frenos nos han resultado sensiblemente más contundentes y efectivos (incluso la mordiente ha mejorado). No obstante, monta discos de 330 milímetros delante -con pinzas de cuatro pistones- y 300 detrás, complementados por un ABS de nueva hornada.
Mejor a diario
MEJOR A DIARIO
Además, por qué no, puede ser un automóvil válido para un uso cotidiano, y no exclusivamente destinado a soltar adrenalina en tramos de montaña (a todas luces, su hábitat natural). No, porque los elementos previstos en el habitáculo permiten que la vida a bordo resulte placentera: no faltan doble airbag frontal de tipo adaptativo -se despliega más o menos en función del impacto-, airbag laterales para la protección de tórax e incluso airbag de cortinilla, asientos deportivos tapizados en piel y alcántara perforada, climatizador, sistema de sonido 4x40w -con mando en la caña de dirección y cargador de CD-, amén de un millar de detalles estéticos exclusivos de un guerrero que ahora fabrica Renault Sport, esa División de Competición de la firma del rombo de la que algo sabe nuestro Fernando Alonso…