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DIESEL EXCLUSIVO POR 16.700
Por fin llega la versión diesel del simpático Mini, una variante que por sí sola tendrá más adeptos que cualquiera de las otras tres de gasolina existentes hasta ahora. El Mini One D destaca por una apariencia exterior muy cuidada, que coincide en muchos aspectos con el deportivo acabado Cooper, y gracias a su pequeño y avanzado motor sus creadores anuncian un consumo combinado de 4,8 l/100km.
El motor procede de Toyota, que también lo fabrica para su Yaris D4-D, aunque BMW ha intervenido en el sistema de admisión y también en la gestión electrónica de las unidades destinadas al Mini. Ofrece 75 caballos de potencia y 180 Nm de par, valores muy favorables para sus 1.4 litros de cilindrada, y destaca además por un nivel sonoro muy comedido.
En marcha nos ha gustado especialmente lo agradable que resulta de conducir en las circunstancias habituales del tráfico urbano, es decir, con frecuentes cambios de ritmo y a baja velocidad. Además, cuenta con un cambio de 6 velocidades gracias al cual siempre se pueden obtener las mejores prestaciones del motor y al mismo tiempo contar con una sexta muy larga para favorecer los consumos en trayectos por vías rápidas.
En cualquier caso la calidad de comportamiento que ofrece el bastidor es la misma que en el resto de la gama Mini y por lo tanto se puede hacer uso de los 75 caballos sin ningún problema, aunque para evitar que la entrega de fuerza de este tipo de propulsores a medio régimen se desbande contará de serie con control de tracción ASC+T. Opcionalmente se podrá incorporar control de estabilidad, con un coste de solo 359 euros). Además cuenta con ABS (antibloqueo de frenos ), CBC (control de frenada en curva) y EBD (control de distribución de la frenada).
La dotación de serie es amplia, pero el aire acondicionado se pagará aparte en un paquete de equipamiento, junto con las llantas de aleación y el servicio integral que incluye las revisiones durante tres años hasta un máximo de 15.000 kilómetros anuales por 900€.
Carlos Lera
Carlos Lera
21 de mayo de 2003.