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SIN TURBO Y A LO LOCO

Porsche expondrá durante estos días en el Salón del Automóvil   de Barcelona (del 26 de abril al 4 de mayo) su último lanzamiento,   el 911 GT3, un deportivo altamente competitivo que apenas lleva un mes en   el mercado y que se vende por 113.934 euros. El 911 GT3 se sitúa   dentro de la oferta Porsche, tanto por precio como por potencia, entre el 911   Carrera y el 911 Turbo, aunque por prestaciones está muy cercano a la   versión sobrealimentada.

Estamos hablando de un ultradeportivo con material de competición   que puede realizar tiempos de escándalo en circuitos de velocidad.   De otras marcas, el Ferrari 360 Modena es su máximo rival, aunque el   precio del modelo italiano es superior y en prestaciones andan muy parejos.   El poder del Porche GT3 es bestial, pues con un peso inferior a la tonelada   y media, los 381 cv que genera su seis cilindros boxer de 3,6 litros   le permiten alcanzar una velocidad máxima de 306 km/h (más   incluso que el 911 Turbo de 420 cv, 140.000 € y 305 km/h) y acelerar de   0 a 100 km/h en sólo 4,5 segundos.
La eficacia de esta creación de Porsche se debe principalmente a la   experiencia de la marca alemana en competición. De hecho el GT3 tiene   su origen en las carreras, y por ello suspensiones, dirección, frenos,   puesta a punto, etc reciben los máximos cuidados. La altura de la carrocería   es 30 milímetros más baja que en un 911 Carrera, los neumáticos   son ahora más grandes (llanta de 18 pulgadas y 295 de sección   en el eje trasero) y el equipo de frenado -ya de serie sobresaliente- puede   ser opcionalmente cerámico. El cambio de marchas es manual de seis velocidades   y la propulsión a las ruedas traseras.
Estéticamente incorpora un alerón más prominente,   aunque no añade muchas modificaciones estridentes. En materia de equipamiento   es más bien escaso, ya que está orientado a la competición;   e incluso se oferta una versión denominada ‘Clubsport’ que   incluye arco de seguridad, extintor y arneses. Es decir, casi listo para ponerlo   en parrilla de salida. Algo que dice mucho de su personalidad es la ausencia   de las extendidas ayudas electrónicas, pues carece de control de   estabilidad y de tracción para que su conducción sea pura.   Sólo el ABS viene de serie.
Enrique Marco, Autocity
29 de abril de 2003.
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