Ford Focus TDci

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FORD FOCUS TDCI: ¡COMO TIRA!

¡Va como un tiro! Y no es exagerado decirlo. Basta ponerse al volante del Focus para que el motor TDCi demuestre sus cualidades. Además opcionalmente incorpora un sugerente Kit RS que contribuirá a hacer válido el slogan publicitario con el que la marca del óvalo ha lanzado su motor diesel prestacional en la categoría de los compactos: Será perseguido por muchos.
El Focus Tdci supera parte de las muchas carencias que siempre se han atribuido a los motores diesel de Ford: es silencioso, recupera con prontitud y vibra poco. Sobre su fiabilidad (algo de lo que no han podido presumir sus predecesores…) no podemos emitir un juicio. Por contra penaliza en consumo y brusquedad de respuesta. En términos generales nuestra valoración es muy positiva, a lo que contribuye de manera definitiva el excelente comportamiento en carretera. Jorge Rubio, Autocity.

19 de octubre de 2001

Interior y equipamiento

INTERIOR Y EQUIPAMIENTO

En el interior no hay nada nuevo pero todavía tiene vigencia su diseño geométrico combinado con materiales no de primera calidad, como puede llevar un Golf o un A3, pero sí acordes con su precio. En cuanto a equipamiento hay que destacar el cargador de 6 discos compactos, el aire acondicionado, y los cuatro airbags; dos frontales y dos laterales.
Por lo demás nada nos indica que estamos ante un coche diferente al que monta el motor TDdi. Se echa de menos algo más de exclusividad dado el carácter ‘racing’ que se pretende mostrar en la publicidad de esta versión, especialmente si se monta el kit de carrocería RS que poseía nuestra unidad de pruebas (parrilla cromada, faldones laterales, frontal y trasero, llantas de 16’…).

Por 18.481,12 Euros (3.075.000 pesetas) el Focus TDci ofrece un buen equipamiento y se comporta excelentemente en cualquier situación. El motor está al nivel de los mejores de su segmento, si bien es cierto que otros ofrecen algo más en líneas generales (léase el Alfa 147 JTD).

Motor

UN DIESEL DE LOS QUE ANDAN

El motor TDCi sorprende por la ausencia de ruidos y por la suavidad de respuesta. Parece tranquilo por tanto, pero oculta mucho genio. El extraordinario par que genera el motor Duratorq TDCi 1.8 satisfará a cualquiera. Contesta presto y de forma decidida al acelerador. El par es de 250 Newton / metro a 1.850 revoluciones por minuto, mientras que el Focus TDdi de 90 caballos ofrece 200 Newtons / metro y esta diferencia se nota al conducir uno y otro. El TDdi, aún respondiendo satisfactoriamente, adolece de la alegría que exhibe el TDCi con sus 115 caballos y montañas de par.
Una de las innovaciones más significativas presentada por Ford en este motor es un sistema de incremento de par transitorio (Overtorque) que aumenta de las prestaciones de manera puntual. El sistema se activa a regímenes medios en cuarta o quinta, en el momento que necesitamos más fuerza para un adelantamiento, por ejemplo. El par crece hasta 280 Nm a 1.850 rpm, (un aumento del 40% respecto al TDdi de 90 cv.).

La velocidad máxima es de 193 kilómetros por hora y acelera de 0 a 100 km/h. en 10,6 segundos. Cifras interesantes, pero más sorprendentes son las recuperaciones, gracias a su par y a las acertadas relaciones de cambio cerradas en sus tres primeras marchas pero más abierta en cuarta. El resultando es una respuesta muy elástica y efectiva, aunque algo brusca en primera y segunda, especialmente comparado con el Alfa 147 JTD.
Aunque Ford anuncia un aumento del rendimiento sin menoscabo del consumo, precisamente éste no es uno de los puntos fuertes del TDci. Nuestras mediciones en circuito mixto arrojaron un gasto de 7,4 litros cada 100 kilómetros, por encima de rivales como el León TDI 110 o el Xsara HDI 110 en el mismo recorrido. En conducción rápida, por ejemplo en autopista sin tráfico y a tres cuartos de gas en quinta de forma constante, el consumo se sitúa en torno a los 9 l/100km.

En marcha

AGIL Y DIVERTIDO

El conjunto que forman chasis, suspensiones, dirección y frenos es de lo mejor que hay en la categoría. El tren delantero se ve desbordado en conducción deportiva por el par motor y pierde tracción ocasionalmente en marchas cortas, por lo que la opción del control de tracción es muy aconsejable. En carreteras generosas en tramos virados las reacciones siguen siendo muy nobles y la trayectoria siempre es fiel a las órdenes del conductor. Aquí sale a relucir un carácter subvirador si se le provoca, pero muy neutro si se dosifica bien el acelerador.

Por prestaciones es un velocista y en terreno abierto tendremos que cuidarnos de los radares. A nada que le pisemos la velocidad será superior a la permitida, y la estabilidad invita a ello. Se encuentra cómodo llaneando entre 160 y 180 km/h.
Las suspensiones sujetan el coche muy bien sin ser duras, por lo que en cualquier terreno los ocupantes gozan de un gran confort de marcha. Por su parte los frenos no mostraron debilidad durante la prueba, siendo eficaces en todo momento gracias a sus cuatro discos, apoyados por el ABS de serie.
Desgraciadamente no incorpora control de estabilidad ni siquiera como opción, cuando muchos de sus rivales comienzan a ofrecerlo. En comparación, el motor 90 cv del TDdi responde con algo menos de eficacia en cualquier circunstancia. El TDci ofrece más tanto en comportamiento como en prestaciones y desborda sobre todos los terrenos a la versión menos potente.
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