El piloto alemán aún no alcanza las estratosféricas marcas de su compatriota Michael Schumacher, séptuple campeón del mundo y vencedor en 91 ocasiones, pero nadie en toda la historia iguala las cifras que presenta a su edad.
Vettel, que el pasado 3 de julio festejó su vigésimo cuarto cumpleaños, no pudo contener las lágrimas sobre el podio de Monza -único en el Mundial-, al no soportar en el cajón de honor de la catedral de la velocidad la enorme carga emocional que provoca escribir tan joven la historia de la Fórmula Uno.
Nacido en Heppenheim, muy cerca de Hockenheim -el circuito que alberga habitualmente el GP de Alemania-, Vettel, que ayer firmó la decimoctava victoria de su carrera, un día después de su vigésima quinta ‘pole’, batirá en breve el último récord de juventud que aún detenta el español Fernando Alonso, que no pudo repetir su victoria del año pasado en Monza y se tuvo que conformar con acompañar en el cajón al ‘pequeño Kaiser’ de la F1.
Alonso -que las tuvo todasmantiene aún una plusmarca que está a punto de ceder al germano: la de haber sido, a los 25 años, el más joven en repetir triunfo en un Mundial, cuando revalidó, en 2006, el título logrado un año antes, asimismo en Sao Paulo (Brasil).
Al ganar su primer Mundial, Fernando Alonso batió el récord de precocidad que desde 1972 poseía el brasileño Emerson Fittipaldi.
Ahora, las cosas van mucho más deprisa y si el récord de Fittipaldi y el de Alonso estuvieron separados por 33 años, el de este último duró treinta años menos. En 2008 pasó a poder del inglés Lewis Hamilton (McLaren). Y dos años después lo cogió Vettel.
El alemán disfruta arrasando en su mejor temporada, en la que ya lleva diez ‘poles’ con el estelar Red Bull de Adrian Newey, que ha arrancado desde la primera posición en todas las carreras del curso. Con el que ya mejoró su propio récord de puntos en un mismo año (256, en 2010) hace dos semanas, en Spa (Bélgica).
Plusmarca que ahora ha elevado a 284 y que puede convertir en mareante tras las seis pruebas que le quedan al campeonato. Firmará entonces un aplastante récord entre los ‘mayores’.
Porque, en cuanto rebase el de Alonso en ser doble campeón mundial, Vettel tendrá todos los récords de juventud: participar en un Gran Premio, liderar una carrera, salir desde la ‘pole’, hacer un ‘doblete’ -‘pole’ y triunfo-, firmar un ‘triplete’ -‘pole’, victoria y vuelta rápida-, ganar un Mundial… y, por supuesto, el de ganar una carrera.
Vettel logró ése en 2008, con 21 años y 72 días, cuando asombró logrando con un Toro Rosso la única victoria de la historia para el ‘hermano pequeño’ del Red Bull. Entidad a la que lleva asociado la mitad de su vida y en cuyo programa de jóvenes ingresó a los doce.
El último récord de Alonso está al caer. Y aunque el doble campeón mundial asturiano hará lo posible para que esto no suceda en Singapur -donde pretende ganar-, Vettel podría ser campeón dentro de dos domingos en Marina Bay, si mantiene el nivel de una temporada en la que sólo ha estado una vez fuera del podio. Paradójicamente, en Alemania. Donde ‘sólo’ pudo ser cuarto.
Para que el alemán -que lidera con 112 puntos de ventaja sobre Alonso; 117 respecto a su compañero australiano Mark Webber y al inglés Jenson Button (McLaren); y 126 sobre Hamiltonya pueda festejar su segundo título en Singapur, le vale ganar, que Fernando no haga podio y ni Webber, ni Button acaben en el segundo puesto.
Si Vettel es segundo en Marina Bay, será campeón si no gana Hamilton; Button y Webber no pasan del quinto; y Alonso no mejora el octavo puesto. E, incluso, podría ser tercero y ganar el Mundial, siempre y cuando Hamilton no acabe delante de él; Webber y Button no mejoren el séptimo; y Alonso no quede por encima del noveno.
Cuestión de tiempo. Sólo falta por saber el lugar de la fiesta. Y si, dada su juventud, Vettel festejará su segundo Mundial y su nuevo récord con bebida energética. En vez de con champán.
Adrian R. Huber