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Probamos uno de los deportivos más rápidos del momento: el nuevo Nissan GT-R. Este deportivo utiliza probablemente el sistema de tracción total más avanzado jamás incorporado a un coche de carretera. La tracción a las cuatro ruedas (ATTESA ET-S) distribuye de forma óptima la potencia a las ruedas delanteras sólo cuando es necesario. Aunque normalmente el 100% de la potencia va a las ruedas traseras, hasta el 50% del par puede ser desviado a las ruedas delanteras para mejorar la tracción en condiciones difíciles, como lluvia, hielo o nieve. La tracción delantera también sirve para mejorar la respuesta en curvas sobre asfalto, incrementando la tracción y la estabilidad.
Un control informatizado especial modifi ca automáticamente la distribución delantera/trasera del par, desde el 0% para las ruedas delanteras hasta un reparto del 50% entre ambos ejes. El control varía constantemente a medida que diversos sensores del vehículo miden la velocidad, la aceleración lateral y transversal, los ángulos de giro, el agarre de los neumáticos y otros datos como la adherencia de la carretera y los desvíos de trayectoria del vehículo.
El sistema de tracción total incluye el Control Dinámico del Vehículo (VDC), el sistema de control de estabilidad del Nissan GT-R. Este sistema monitoriza constantemente el comportamiento del vehículo. Si detecta un desequilibrio (como un deslizamiento o patinaje), modifi cará la distribución del par entre las ruedas para ayudar a estabilizar el coche. El control electrónico de tracción también está incorporado a los diferenciales mecánicos traseros de deslizamiento, para prevenir los derrapes y mejorar el agarre