Audi Nuvolari
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EL SUPERDEPORTIVO DE DA SILVA
A nadie se le escapa que en la actualidad Walter Da Silva es uno de los genios del diseño, un gurú que ha demostrado su talento en diversos coches de producción y también en algún que otro prototipo. Pero donde más se puede lucir un gran diseñador es en la creación de un deportivo, y esto es lo que le ha permitido Audi al encargarle el trabajo de desarrollar una bestia del asfalto, que de llegarse a producir estaría en la órbita de los Mercedes CL 65 AMG, Aston Martin Vanquish o Ferrari 550 Maranello, entre otros.
Se llama Nuvolari Quattro, y conjuga el exquisito diseño de Walter Da Silva con la más alta tecnología del Grupo VW-Audi. Su carrocería es la de un GT clásico de 2+2 plazas: mide 4,80 metros de largo, 1,92 metros de ancho y 1,41 metros de alto; mientras que la distancia entre ejes es de 2,89 metros. Aunque se adivinan ciertas similitudes con el TT, éste es mucho más estilizado y pertenece a una categoría muy superior.
Para propulsar al Nuvolari Quattro Audi ha recurrido a la ‘joya de la corona’: el V10 de 5,0 litros, con tecnología FSI y alimentado por dos turbos. Dicho motor genera nada menos que 600 cv de potencia y 750 Nm de par, tremendo poder que permite al Nuvolari acelerar de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos, una de las mejores marcas logradas. La velocidad máxima queda limitada electrónicamente a 250 km/h. El sistema de cambio es secuencial de seis velocidades mediante levas en el volante con sistema ‘sin cables’, y para trasladar tanta potencia al suelo, como era de esperar, se cuenta con el eficaz sistema Quattro.
Por lo que se refiere al bastidor, estamos ante un conjuto de aluminio al que se adapta un equipo de suspensiones neumáticas que garantizan comodidad y estabilidad, además de un peso contenido. Los neumáticos tampoco podían ser ‘cualquier cosa’, y se ha pensado en unos 265/720 R 560 (lo que equivale a un tamaño de las llantas de 20,6 pulgadas) con sistema antipinchazos PAX.
Y en cuanto a detalles de última tecnología, en el Nuvolari se incluye el ‘adaptive cruise control’, un control automático de la distancia a través de radar que regula la velocidad del coche en función a la del vehículo que le precede. Las luces son de leds, incluye un complejo equipo multimedia, y para el cambio utiliza el sistema ‘by wire’, que prescinde de los cables de accionamiento.
Enrique Marco, Autocity.
7 Marzo 2003.
¿QUIEN ERA NUVOLARI?
El nombre de este concepto de Audi hace honor a un nombre legendario en la competición automovilística: Tazio Nuvolari, que el 3 de septiembre de 1939 consiguió en Belgrado la última victoria de Grand Prix de un automóvil Auto Union. Nuvolari nació en 1892 en Mantua (Italia) y falleció en 1953. El 11 de agosto de 2003 se celebrará el 50 aniversario de su muerte.
Consiguió como ningún otro piloto de la primera mitad del siglo XX hacer historia en el mundo de las carreras. La audacia y el espectacular estilo de conducción de Nuvolari llegaron a ser tan conocidos como el jersey amarillo con el símbolo de una tortuga que llevaba en todas las competiciones. El italiano, aparentemente débil, comenzó su carrera sobre dos ruedas; hasta el año 1926, Nuvolari se sintió en las pistas de motociclismo como en casa. En el año 1938, después de haber ganado innumerables carreras de automovilismo con otras marcas, cambió a Auto Union, que corría con su automóvil de motor de 12 cilindros Tipo D en las pistas de Grand Prix y en las carreras de montaña.
La primera victoria la consiguió en 1938 precisamente en casa; el 11 de septiembre de 1938, Nuvolari alcanzó el primero la línea de meta en el Grand Prix de Italia que se celebró en Monza. Pocas semanas más tarde consiguió otro puesto en lo más alto del podio en la localidad inglesa de Donington. Hoy en día se rinde homenaje a Tazio Nuvolari con un acontecimiento que viene teniendo lugar todos los meses de septiembre desde hace doce años: el Gran Premio Nuvolari, una prueba de resistencia de unos 850 kilómetros para automóviles históricos con salida y meta en Mantua.