Rallyes 2002

GRONHOLM Y PEUGEOT, UNA COMBINACION PERFECTA

El Campeonato del Mundo de Rallyes 2003 ha tenido a dos protagonistas destacados. Marcus Gronholm y el Peugeot 206 WRC han sido los claros dominadores del certamen. El piloto finlandés consiguió su segunda corona mundial después de una temporada sencillamente arrolladora en la que sólo cometió un error en la última prueba, el Rallye de Gran Bretaña. Peugeot,, por su parte, venció el certamen de Marcas por tercer año consecutivo. La demostración de poderío de la marca del León fue total. Consiguieron numerosas victorias, con abundantes dobletes y incluso algún triplete. Algo fantástico dado el actual nivel de competencia que existe en el Mundial.

Este Mundial ha servido para confirmar también el despegue definitivo de tres nuevos pilotos, Sebastien Loeb, Petter Solberg y Markko Martin. Los dos primeros, además, se han estrenado con victorias en el Mundial.

El francés Sebastien Loeb ha conseguido unos resultado muy brillantes en todas sus participaciones, destacando incluso en pruebas como Suecia, Finlandia y RAC poco propicias para un piloto formado en el asfalto. Puede considerarse como un firme candidato incluso al título Mundial del próximo año si su Citroën se muestra a la altura de los Peugeot y si su nuevo compañero de equipo, el escocés Colin Mcrae, se lo permite. Su primera victoria en el Mundial llegó con el Rallye de Alemania, aunque ya antes, en Montecarlo, había finalizado en primera posición pero una extraña penalización, provocada por una actuación irregular de su Marca, le privó de la victoria a favor de Tommi Makinen.

Petter Solberg ha sido el otro piloto que se ha estrenado con victorias en el Mundial. Pilotando un Subaru se ha mostrado regularmente bastante más competitivo que su compañero de equipo, el tetracampeón del Mundo Tommi Makinen. La victoria conseguida en el RAC, bajo unas delicadísimas condiciones, ha sido toda una confirmación a una temporada excelente del joven noruego.

También ha destacado el estonio Markko Martin, con Ford, aunque todavía la victoria se le resiste. El próximo año será el piloto número uno dentro del equipo Ford, aunque la competitividad de su coche, de cara al próximo año, está en entredicho.

David Nafría, Autocity

20 de diciembre de 2002.

CAMBIOS PARA EL MUNDIAL 2003

Como contrapartida a estos pilotos que han brillado con luz propia se encuentran varias ‘vacas sagradas’ que han realizado una campaña realmente decepcionante, o por lo menos, por debajo de lo que de ellos se esperaba. Tommi Makinen y Richard Burns son los máximos exponentes. Totalmente eclipsados por sus compañeros de equipo sólo han destacado en momentos concretos, como la victoria en Montecarlo de Tommi Makinen o la actuación en Finlandia o Alemania de Richard Burns.

Entre las Marcas ha sorprendido, por decepcionantes, las prestaciones de los Mitsubish WRC. Dominadores del Mundial en la época de los Lancer Evo Gr.A en manos de Makinen han pasado a ser los coches oficiales más lentos, en ocasiones por detrás incluso de los Skoda. Algo que debería preocupar seriamente a ingenieros y pilotos ya que su participación oficial en el Mundial 2003 está siendo cuestionada desde la misma Marca. Hyundai por su parte ha sido uno de las sorpresas de la temporada. Sólo la falta de fiabilidad de sus coches, y quizás la no-incorporación de un verdadero top-driver, han impedido ver a los Hyundai regularmente en los puntos e incluso en plazas de podium.

Para Carlos Sainz el año ha sido bastante duro. La falta de competitividad del Ford frente a los Peugeot le ha impedido conseguir una nueva victoria en el Mundial. De cara a la próxima temporada la entrada de nuevos valores en el Mundial y las exigencias de tipo técnico y económico de Carlos Sainz pueden llevarle a quedarse sin programa en el Mundial. Otros campeones como él, incluso alguno con más títulos, han optado por permanecer en equipos de ‘segunda fila’ como Juha Kankkunen en Hyundai o Didier Auriol en Skoda, algo a lo que Sainz no parece estar dispuesto, por ahora.

El Mundial de Grupo N y el JWRC han sido también protagonistas en todas las carreras del Mundial. El primero tiene la peculiaridad de ser prácticamente un certamen monomarca con multitud de Mitsubishi y algún que otro Subaru. Curiosamente el vencedor final, el malayo Singh, no conducía ningún coche de estas dos marcas, aunque su Proton Pert no deja de ser un clónico del Mitsubishi Evo 6 construido en Malasia.

En el certamen Junior la victoria recayó en le catalán Dani Solà. Una temporada brillante rematada con un Rallye de Gran Bretaña fantástico dieron finalmente el título al piloto del RACC. De cara al próximo año Solà se encuentra inscrito en el Mundial de Gr.N con la finalidad de conocer más pruebas del Mundial. Con ello deberá seguir demostrando sus cualidades en lo que puede llegar a ser un camino demasiado duro para optar a conducir un WRC oficial ya que obliga a realizar unas importantes inversiones económicas durante un largo periodo de tiempo. Algo que en muchos casos (y esperemos que no sea el de Dani Solà) puede llegar a truncar una carrera prometedora.