Motorland Classic Festival y Autoclassic

REPORTAJE

Que la localidad bajoaragonesa de Alcañiz huele a gasolina ya lo saben todos los aficionados al mundo del motor en España y parte del extranjero, y lo saben tanto los nuevos aficionados a la máxima categoría del motociclismo como los veteranos entusiastas de las carreras de coches de antaño. El antiguo circuito urbano de Guadalope, la Feria de vehículos de colección Autoclassic y, más recientemente, el impresionante complejo de Motorland, han escrito y siguen escribiendo importantes capítulos en la historia del mundo del motor en nuestro país.
Ayer se cerró una interesante propuesta que se ha convertido ya en una gran fiesta para los clásicos, tanto para moteros como para los aficionados a los coches. Por una parte, la Feria Autoclassic celebraba su decimoctava edición, una feria que si bien no puede competir en cantidad o calidad con las de Madrid o Barcelona, sí se ha caracterizado siempre por su buen ambiente y aceptación. Por otra parte, Motorland convocaba por segundo año el Classic Festival, esta vez con un programa mucho más amplio que le permitió ocupar casi todos sus circuitos y llenar de actividades los tres días del fin de semana. Autocity estuvo ahí en la jornada dominical, y pudimos comprobar como este doble evento se ha convertido en una cita ineludible para todos los amantes del mundo del motor.
Comenzamos la visita en la Feria Autoclassic, ubicada en el mismo Alcañiz. El ambiente en el parking ya prometía, pues decenas y decenas de coches clásicos tenían su espacio reservado para aparcar, por lo que, para alguno, el interés del exterior del recinto era al menos similar al del interior. No obstante, en el hall previo a la taquilla ya nos recibía el deportivo único Campeador junto a otras piezas de colección y un stand de Motorland. Ya en el interior, uno de los automóviles más interesantes se hallaba en primer lugar, un Soriano Pedroso de 1920, un deportivo fabricado en Biarritz por los dos españoles que le dan nombre. Tampoco tenía desperdicio el stand de los microcoches, entre los que no podían faltar los conocidos Biscuter e Isetta. Junto a ellos, otro peculiar espacio con algunas unidades de Nardi y un raro Simca Alhambra de 1969. Vendedores de libros, miniaturas, accesorios, ropa y, por supuesto, stands de coches y motos completaban la feria, algunos de ellos con espectaculares modelos de Rolls-Royce, Ferrari, Jaguar, Mercedes, BMW, Chevrolet, etc.

Tres días y cinco circuitos fueron testigos del animado II Motorland Classic Festival

Pero tras el tranquilo paseo por Autoclassic nos fuimos a la acción: a Motorland. El paddock se convirtió esta vez en un multitudinario parking para cientos de vehículos clásicos. No pudimos disfrutar de todo lo que Motorland había programado para este Festival de Clásicos, ya que hubiésemos necesitado tres días y estar continuamente de un circuito a otro, pues se utilizó, por supuesto el de velocidad en su configuración de Gran Premio, además de los de karting, motocross, enduro y trial. En el de karting se pudo disfrutar en la noche del sábado de una excitante rodada nocturna, mientras que en los de tierra destacaban los duros pilotos de monturas como las Bultaco, Montesa, Ossa, etc. Entre ellos destacó Ignacio Chivite con la Pursang 370 de 1978 con la que participó en la última edición del Dakar. También se convocaron interesantes charlas con personajes ilustres del motor, como el expiloto Salvador Cañellas o el coleccionista Ramón Magri.
Los vehículos militares estuvieron igualmente bien representados, así como algunos clubs, entre los que destacó por su stand y por su amplia presencia el Classic Motor Club del Bages; el Club R5 GT Turbo, por el ímpetu de sus socios; o el Club de las Vespas, por la simpatía que despertaban sus monturas. Además de ésto, simuladores, conciertos, castillos para los más pequeños o incluso anuncios oficiales de próximas convocatorias, como la Concentración Mundial de Citroen 2CV en Motorland para el año 2013. Ahora bien, el momento más vistoso se produjo al mediodía del sábado, cuando más de 200 vehículos clásicos entraron a pista para dar dos vueltas (sin correr) en la Classic Parade, con el pelotón encabezado por Ramón Magri y Salvador Ca?ellas.Los Muscle Car americanos ofrecieron un buen espectáculo
Aunque sabiendo que Motorland es uno de los mejores circuitos del mundo, a lo que realmente vinieron muchos de los presentes fue a correr, no en formato de competición, pero sí en unas tandas libres que estuvieron de lo más animadas. Varios pases se programaron para que los cientos de inscritos entrasen en grupos con un máximo de 40 pilotos por manga. La mayoría se portaron bien, aunque alguno más impetuoso desgastó algo más de la cuenta sus neumáticos. Eso sí, ningún accidente ni incidente que lamentar gracias a la organización, a la anchura de la pista y a las enormes escapatorias que ésta posee. Los últimos grandes acelerones los protagonizaron los muscle cars del American Car Club de Cataluña y del Huesca Clásicos Custom, quienes se lucieron con espectaculares exhibiciones de derrapajes y salidas, a la americana, del cuarto de milla (aceleraciones en recta a una distancia de 402 metros). En definitiva, una gran cita en la que se reúnen casi todas las vertientes que nos gustan a los aficionados al motor, tanto clásico como de competición, y tanto de coches como de motos. Vamos, como para repetir en los años venideros.

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