Coches viejos

El informe ‘Sistemas de seguridad y antigüedad del vehículo, y su relación con la accidentalidad vial en España’ pone sobre la mesa el debate de la renovación del parque automovilismo. ¿Es un coche antiguo más peligroso que uno nuevo? La pregunta se contesta sola en una industria que invierte miles de millones de euros en I+D+I, desarrollando en las dos últimas décadas sistemas de seguridad activa y pasiva que evitan accidentes. Pero, ¿está realmente concienciado el ciudadano de la importancia de estas tecnologías? ¿El cliente con interés de compra que se acerca a un concesionario valora que un coche ‘x’ tenga las cinco estrellas de EuroNCAP? ¿Sabe un conductor que las estructuras más rígidas y ligeras de los coches nuevos protegen cuatro veces más a sus ocupantes que a los de un coche 20 años más viejo? ¿Qué es el ESP? ¿Son más proclives a volcar los coches entre 15 y 25 años?
Analizando los datos de los fallecidos por siniestros de tráfico en 2011 en España, los turismos con más de 15 años (que en esa fecha eran 1 de cada 5) multiplican por cuatro el riesgo de siniestro. Por el contrario, los vehículos más nuevos (entre 0 y 4 años) son los que menos accidentes tienen y en caso de colisión sus ocupantes tienen una mayor probabilidad de sobrevivir. De hecho, EuroNCAP ha demostrado en sus pruebas de impacto frontolateral, que suponen el 16% del total de siniestros, que el riesgo de fallecer en un utilitario moderno (año 2007) y otro 20 años más viejo es cuatro veces menor. Gracias a la deformación programada de las carrocerías más nuevas, el conductor del turismo de 2007 sufrió heridas de consideración pero sin temer por su vida, mientras que el otro conductor sufría lesiones que pusieron su vida seriamente en peligro, quedando atrapado dentro la cabina completamente destrozada.En caso de colisión frontolateral, los ocupantes de un vehículo de más de 15 años cuadruplican las posibilidades de fallecer
El estudio también demuestra que el uso del vehículo durante la semana duplica el riesgo de fallecer en caso de accidente con lesiones, si viajamos en un vehículo de más de 15 años. Por tres se multiplica el riesgo de mortalidad en caso de conducir y accidentarse con un vehículo de más de 15 años en condiciones climatalógicas adversas. Al final todas las hipótesis conducen a una misma conclusión: en cualquier circunstancia analizada (tipo de vía, factores climatológicos, tipo de accidente o según el día de la semana), los vehículos con antigüedad entre 15 y 25 años obtienen los ratios más altos de mortalidad en relación a los accidentes con víctimas. Por tres se multiplica el riesgo de mortalidad en caso de conducir y accidentarse con un vehículo de más de 15 años en condiciones climatalógicas adversas
MATRICULACIONES POR LOS SUELOS
En un contexto de recesión, en el que el ratio de tiempo entre la compra de un coche nuevo y el siguiente es cada vez mayor, RACE y Bosch muestran su preocupación por el envejecimiento del parque automovilístico en España. En 2011, casi la mitad de los vehículos (33 millones) que circulaban por las carreteras tenían más de diez años, y este porcentaje puede crecer en los próximos años si no se recupera la tendencia alcista en la compra de coche nuevo, que ha pasado de 1,7 millones de turismos matriculados entre 2004 y 2007 a quedarse por debajo de 700.000 el pasado 2012.Al final el estudio demuestra que por desgaste de sus piezas y la ausencia de sistemas de seguridad más modernos, los vehículos de más de 15 años son más proclives a tener accidentes
Y ESO DEL ESP, ¿SIRVE PARA ALGO?
En este contexto de recesión, los planes de incentivo a la compra de coche nuevo y a la par el achatarramiento de coches con 10 o más de diez años son claves para revertir la tendencia de envejecimiento del parque. En este sentido, ANFAC (Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones) habla de un total de 400.000 vehículos matriculados bajo los Planes PIVE y PIMA Aire, de los cuales el 100% montaban el ESP (Programa Electrónico de Estabilidad), un 25% el asistente de cambio de carril involuntario, un 20% el control de crucero adaptativo y casi un 17% el sistema predictivo de frenada. Y también quiere poner el foco sobre el esfuerzo que están realizando los fabricantes a la hora de ajustar los precios en sus gamas medias y bajas, las más accesibles. Un coche como el León actual, que con promociones puede adquirirse por 13.900 euros, monta el doble de equipamiento que un coche equivalente de hace diez años y que encima costaba unos 17.000 euros, según estimaciones de ANFAC.
Según Bosch, proveedor de estos equipamientos a buena parte de los fabricantes, la sociedad se ha concienciado de la importancia de los sistemas de seguridad pasiva: los cinturones, los sistemas de retención infantil (SRI), airbags o reposacabezas. Pero la multinacional alemana tiene más dudas sobre la concienciación del conductor alrededor de los sistemas de seguridad preventivos (seguridad activa), como el ABS (obligatorio en la UE desde julio de 2004) y el ESP (que por ley comunitaria también lo será a partir de noviembre de 2014). Es más, Bosch habla de que el ESP (actúa frenando individualmente las ruedas en situaciones de riesgo para evitar derrapes) es la segunda tecnología más importante desde el cinturón de seguridad (1959).El ESP, la tecnología de seguridad más importante del sector desde el cinturón de seguridad
Los periodistas que conducimos habitualmente coches de prensa estamos acostumbrados a convivir con los sistemas de seguridad más modernos de la industria. Los mencionados control de crucero adaptativo, los sensores y asistentes de cambio de carril involuntario, el cambio automático de luces cortas/largas, la frenada preventiva en ciudad a menos de 30 km/h, o modelos de coches que sin necesidad de acudir a una casa premium pueden montar hasta nueve airbags. Todo un compendio de seguridad activa que es hacia donde se encamina la industria del motor. ¿Conducción autónoma para evitar accidentes? Bosch y RACE responden que no, que ‘el conductor seguirá teniendo un 90% de la responsabilidad y la toma final de decisiones’, pero también hablan de ‘la importancia que estos equipamientos de seguridad activa tendrán en los años venideros’. ‘No es automatizar la conducción, es asistir a un conductor que en un momento dado, bien por fatiga, estrés, despiste o por una relajación excesiva debido a la monotonía, tiene un riesgo elevado de sufrir un accidente’, asegura Lorenzo Jiménez, responsable de comunicación de la división de automoción de Bosch.Las tecnologías de vanguardia no llegan al cliente final que se acerca al concesionario

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