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Interior
El aumento de dimensiones experimentado por el coche se traduce en más espacio interior, y tanto las plazas delanteras como las traseras se benefician de una mejora notable en todos los sentidos: suficiente longitud para las piernas, notable anchura para los hombros y mucha altura en las plazas delanteras para las cabezas pero no así en las traseras, donde se acusa que el pilar C de la carrocería nace adelantado desde el plano horizontal del techo. Es uno de los compactos más amplios, si no el que más, salvo en la comentada altura para las cabezas en las plazas traseras. Los 385 litros de maletero tampoco están nada mal y lo ponen así mismo a la cabeza de la nutrida concurrencia de compactos.También se aprecia una mejora de los acabados por los materiales empleados, aunque respecto a los diseños las opiniones no coinciden dependiendo de quien vengan. Las formas rectas y audaces del pasado, dejan sitio a un salpicadero más serio, de mejor aspecto visual, pero menos alegre. El Focus se ha ‘mondeizado’, para lo bueno y para lo menos bueno. El material empleado en los revestimientos plásticos personalmente me encanta. Es rugoso y negro, de apariencia mate como si fuera goma, y mullido. Al tener un acabado que no brilla tiene una ventaja: cuando el sol se encuentra en todo lo alto no se refleja en el parabrisas, evitando entorpecer la visión.
Comportamiento
Ford ha decidido que el nuevo Focus siga las tendencias de los coches europeos más vendidos de la competencia en el segmento, dejando de lado parte de la agilidad que caracterizaba la anterior generación. El primer Focus sorprendía por la audacia de su puesta a punto en cualquier versión, teniendo en cuenta que nació para superventas, y resulta sorprendente que Ford haya abandonado este carácter pese a haber logrado el objetivo de venderlo, y muy bien, con la primera serie.
El comportamiento, no obstante, no admite críticas desde el punto de vista de la estabilidad; y además resulta muy fácil y relajado de conducir, lo que siempre es un punto positivo en un compacto pensado para jóvenes, mayores, principiantes y conductores de toda la vida. La buena estabilidad, junto con un comportamiento muy neutro a alta velocidad, son buenos aliados para rodar muy bien por autopista y vías rápidas. En trazados más lentos es predecible y solo un poco subvirador. Es uno de los compactos más destacados por comportamiento, lo que como ya he dicho no quita para que echemos de menos la brillantez de su antecesor en zonas de curvas.
Si hay algo del nuevo Focus que no me convence es el sistema de frenos. Es suficientemente potente, pero no disipa bien el calor en un uso intensivo y como consecuencia llega a bajar claramente de rendimiento tras un uso intenso.