Alfa Romeo 147 GTA
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LA FUERZA DEL CORAZON
El mercado de los compactos de muy altas prestaciones está viviendo un gran momento, de eso no hay duda, pues son varias marcas las que ofrecen vehículos de poco más de cuatro metros de longitud, derivados de su modelos más populares, con motores más de 200 cv. Audi A3 3.2 V6, Seat León Cupra R, y desde hace unos días el Renault Megane Sport, son algunos de los más deseados; pero por deportividad, carácter y belleza sobresale por encima de ellos el Alfa Romeo 147 GTA. No es que sea mejor coche que los antes mencionados, pero sí el más emotivo, el más pasional y el más radical. Y es que como la misma casa dice, el GTA tiene ‘coure sportivo’.
Su carta de presentación no admite dudas: motor de 3,2 litros y 250 cv, velocidad máxima de 246 km/h y aceleración de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos ¿quién da más? Pues lo cierto es que muy pocos, y menos aún por debajo de los 31.975 euros que cuesta el compacto italiano. No obstante, está claro que el Alfa Romeo 147 GTA no es un coche recomendado para todos los públicos. Es duro de suspensiones, gasta un cantidad considerable de gasolina, no tiene un espacio interior muy amplio… cierto, pero quien busque un coche capaz de hacerle segregar grandes dosis de adrenalina y que le dibuje una sonrisa en la cara cada vez que pise sin contemplaciones el acelerador, tendrá en el 147 GTA una de la opciones más claras y seguras para lograr su objetivo.
Enrique Marco, Autocity
19 de Abril de 2004
DISEÑO Y EQUIPAMIENTO
El aspecto exterior del 147 GTA es imponente, aunque hay que reconocer que con el punto de partida que se tenía no era difícil lograr un buen resultado.
El Alfa 147 está considerado como uno de los compactos más bellos, y la versión deportiva GTA ha sabido conservar el encanto de su línea, e incluso mejorarla con ese toque deportivo pero sin estridencias que le confiere un estilo ‘racing’ y a la vez elegante. Los pasos de rueda abultados, las generosas llantas de 17 pulgadas que dejan ver las pinzas de freno pintadas en rojo, o el faldón trasero con su doble salida de escape, dan una idea del potencial del coche.
Por lo que se refiere al interior, podemos decir lo mismo. El salpicadero del 147 ya deslumbró por su diseño deportivo y muy personal, además de por su calidad de ajuste y materiales, y en el caso de GTA lo único que se ha hecho ha sido insertar unos cromados y dotarle de unos asientos específicos con tapicería de piel. Como equipamiento de serie, el Alfa 147 GTA no se olvida de nada de lo hoy prácticamente obligatorio en un coche del segmento premium, como los airbags laterales, el control de tracción y de estabilidad, ordenador, regulador de velocidad, climatizador dual zone, etc.
CONDUCCION
Al igual que cuando hablábamos de la estética, por lo que se refiere a comportamiento dinámico podemos decir que para desarrollar esta versión GTA se disponía de uno de los mejores puntos de partida del mercado. Y es que cualquier Alfa Romeo 147 hace gala de una conducción divertida, agradable y segura; ya que en cualquiera de sus motorizaciones ofrece una dirección de tacto exquisito y preciso, una suspensión eficaz aunque no incómoda, y en general de un estupendo agrado al volante. Pero cuando se monta un motor V6 de 3,2 litros de cilindrada, 250 cv de potencia y 300 Nm de par, por muy bueno que sea el funcionamiento de los 147 civilizados (dígase 1.9 JTD 16v 140 cv o 2.0 TS 150 cv) hay que efectuar una puesta a punto muy meticulosa, y es este caso así se ha hecho.
Girar la llave de contacto y dar rienda suelta al acelerador del 147 GTA es entrar en un mundo de emociones y donde las cosas pasan muy deprisa. En primer lugar embriaga su sonido, y en segundo lugar impresiona su empuje. Dicho empuje es tal, que por mucha llanta de 17 pulgadas y neumático de 225 de sección que se monte, al pisar a fondo notaremos como la dirección se vuelve un tanto inquieta, algo que pone los pelos de punta, ya que por una parte asusta un poco, aunque por otra también contribuye a lo excitante que resulta su conducción. Esto es algo habitual en los vehículos de tracción delantera de más de 200 cv, pues transmitir toda esa potencia al suelo no es tarea fácil aun llevando un eficaz control de tracción (desconectable), y eso que el dispositivo electrónico ayuda y mucho en el tema de la seguridad.
Seguimos con el ímpetu que nos sugiere su potencia y sonido y vamos poco a poco sacando conclusiones del GTA. A la hora en entrelazar curvas vemos como la suspensión está muy bien tarada (bastante más dura que en un 147 ‘normal’), pues apenas percibimos balanceo de la carrocería. Si nos excedemos en nuestro optimismo, el control de estabilidad (de serie y no desconectable) nos puede ayudar en alguno apuro, aunque por supuesto los límites lógicos no se pueden superar. El tarado de los amortiguadores no es de lo más radical que hemos probado, por lo que si transitamos por una autopista de buen asfalto incluso nos resultará confortable. Ahora bien, si se desea circular por un trazado de firme irregular, a poco que queramos correr ya nos parecerá un tanto durito. Es el precio que hay que pagar por llevar un auténtico deportivo.
Y en cuanto a prestaciones puras se refiere, el Alfa 147 GTA es de lo más rápido que podemos conducir. Con él es posible poner en serios apuros a deportivos consagrados de prestigio, como por ejemplo a todo un Porsche Boxster. Son sólo 6,3 segundos los necesarios para ponerse a 100 km/h desde parado, y además la respuesta del motor es tan homogénea que prácticamente a cualquier régimen y en cualquier marcha tenemos una notable reserva de potencia.
En definitiva, que el Alfa 147 GTA es un coche para los enamorados de la conducción, una conducción rápida, excitante, directa… aunque no por ello exigente con el nivel del conductor ni en ningún caso insegura (siempre y cuando seamos conscientes del enorme potencial del coche, y de nuestros límites y los del tráfico).