Los problemas llegan al equipo por la incapacidad de encontrar ingresos de Prodrive, el equipo privado al que BMW encomendó el desarrollo de los coches oficiales con los que Mini disputa el mundial, informa el portal especializado ‘Autosport’.
Con este cambio suman un nuevo capítulo en la inestabilidad en la que se ha instalado la escuadra este invierno, en donde incluso BMW se negó a invertir más dinero, lo que cerca estuvo de suponer el adiós del proyecto en el mundial.
Así, pese a que los planes eran de que el equipo disputara el Mundial entero, sólo estarán presentes en diez pruebas, con un único piloto principal, Sordo, y un segundo que irán relevando según el rally y la aportación de los interesados.
El cambio en la cúpula se torna importante teniendo en cuenta que David Richards es el dueño de Prodrive, mientras que Dave Wilcock era hasta ahora el director técnico, aunque el primero seguirá ligado al programa y estará presente en algunas carreras.
El equipo, además, consiguió la inscripción para el campeonato de constructores pese a que no cumplió con los plazos impuestos desde la Federación internacional de Automovilismo.