‘Montreal es uno de los circuitos más exigentes, sobre todo si llueve porque suele hacerlo con intensidad. Obviamente, esto origina cambios de estrategia en cuanto a paradas y neumáticos. En el pasado el coche de seguridad ha tenido que salir con frecuencia’, apuntó.
Maldonado recuerda que la pista empieza muy sucia el viernes ‘porque solo se usa una vez al año, y hasta el sábado, en la sesión de clasificación, no se adquiere más adherencia al depositarse la goma. Es interesante pilotar en un circuito con tantos cambios, un poco parecido a los urbanos’.