La catalana partía este año con la intención de plantar cara no sólo a las chicas, sino también a los chicos. Su objetivo, era acabar entre los 30 primeros clasificados, pero al final ha tenido que ‘conformarse’ con la 39 posición en la clasificación final.
Según la campeona mundial de trial este resultado esconde mucho esfuerzo. ‘Estoy más satisfecha este año que el anterior. Ha sido un rally muy duro en algunas fases y las circunstancias que me ha tocado vivir en carrera lo han complicado un poco más, pero me he mantenido fuerte hasta el final. Me siento muy satisfecha por cómo he pilotado y navegado. Creo que he dado un paso adelante muy importante’, comentó.
Además, también quiso dar las gracias a su equipo. ‘Tengo que agradecer a Gas Gas la oportunidad que me ha dado y a todo el equipo, por esfuerzo y el buen trabajo que se ha hecho. En muy poco tiempo hemos preparado un proyecto de gran envergadura y podemos estar orgullosos. La moto se ha portado también como una campeona. Ha sido fantástico y estoy muy feliz. Le dedico este éxito a mi compañero Marc Guasch, que espero que se recupere pronto’, añadió.
La carrera no fue nada fácil, ya que estuvo marcada por momentos difíciles. Las primeras etapas comenzaron con una gran exigencia, sobre todo debido al calor que hizo en las etapas de Argentina. Sin embargo, la pluricampeona española fue capaz de aguantar la dureza del rally y en la tercera etapa consiguió una esperanzadora 35 posición, pero como no marcó en dos puntos de paso obligatorios fue sancionada con 40 minutos, lo que la retrasó hasta el 69 lugar.
Esta circunstancia la perjudicó, ya que en la siguiente especial salió muy retrasada y quedó bloqueada en la pista por el polvo que levantaban otros participantes más lentos que ella. La situación se agravó cuando en una caída agujereaba el depósito de su moto y se lesionaba aparatosamente la mano derecha.
‘Ese día pensaba que me había roto la mano y que no podría seguir, pero no fue así y con el paso de los días, y la ayuda del fisioterapeuta, fui mejorando. Lo de la mano fue un susto, pero lo que más me preocupó mientras estuve en la pista fue la moto. Al romper el depósito perdí el combustible y tuve que trasvasar gasolina de la moto de Marc (Guasch). Por poco no llegamos…’.
En la octava etapa, volvieron los problemas, y a 15 kilómetros de meta, Marc Guasch sufrió una grave caída que le dejó con cuatro costillas fracturadas, un pulmón perforado y una herida en el bazo, con lo que Laia se quedó esperando durante una hora con su mochilero al helicóptero de evacuación y después prosiguió su camino.
‘Fue el golpe anímico más duro del rally. Personalmente me sentía muy triste por lo que le había sucedido. Acabé ese día muy tocada, pero en el Dakar nunca hay mucho tiempo para los lamentos, así que en la etapa siguiente me concentré sólo en lo que yo tenía que hacer y la verdad es que no me fue mal’, explicó.
Desde entonces, Sanz tuvo que cubrir sola las seis etapas que faltaban, sin embargo, fue capaz todos los días, de remontar posiciones. ‘Estoy muy orgullosa de la carrera que he hecho porque he navegado muy bien todos los días y he rodado sola leyendo el ‘road book’ y siendo autosuficiente. Creo que he gestionado bastante bien la carrera, sin cometer muchos errores y minimizando siempre los riesgos y el desgaste de la Gas Gas’, concluyó.