‘A lo largo de los muchos años de mi carrera deportiva, me he centrado mucho en mí mismo. Los rallys han tomado gran parte de mi vida y el ritmo del calendario ha sido implacable’, explicó el cuatro veces subcampeón del mundo. ‘Aunque todavía me gusta pilotar, también me gustaría concentrarme más en otras cosas importantes que forman parte de mi vida, como mis hijos y mi familia’, abundó.
Quince victorias y 68 podios en 162 participaciones son el bagaje de Hirvonen -protagonista en la consecución de los títulos de marcas logrados por Ford en los años 2006 y 2007- desde su debut en el Campeonato del Mundo de rallys en el año 2002.
‘Tengo tantos recuerdos increíbles de las últimas trece temporadas’, comentó el piloto. ‘He conocido a algunas personas fantásticas y me ha gustado cada rally y cada pelea que he tenido con algunos pilotos excepcionales. He ganado y he perdido, pero voy a mirar hacia atrás en estos momentos en los que finalizo mi trayectoria con una gran sonrisa en mi cara’, apuntó.
Hirvonen tuvo un recuerdo especial para su copiloto Jarmo Lehtinen y para el francés Sébastian Loeb, nueve veces campeón del mundo y con quien mantuvo una gran rivalidad. ‘Era un compañero de equipo y un rival por el que yo tenía y sigo teniendo mucho respeto. Creo que el sentimiento es mutuo’, aseguró.
Hirvonen, que también pilotó para Subaru (2004) y Citröen (2012 y 2013), obtuvo los mejores resultados de su carrera como corredor de Ford, que a través de su director en Europa, Gerard Quinn, agradeció las catorce victorias conseguidas con la firma estadounidense.
‘Tanto él como Lehtinen dejaron una impresión duradera en la historia de Ford. Juntos se convirtieron en el más exitoso maridaje de Ford en el Campeonato del Mundo de rallys’, subrayó Quinn.