Massa, que durante las ocho temporadas que estuvo en el equipo italiano compartió el ‘box’ con los campeones Michael Schumacher, Kimi Raikkonen y Fernando Alonso, estuvo cerca de llevarse el título en 2008, precisamente en Interlagos, aunque fue Lewis Hamilton quien finalmente se coronó.
De Interlagos, donde hoy quedó en séptima posición y fue penalizado por con un ‘drive through’ (entrada en boxes) por traspasar la línea continua de salida del ‘pit lane’, el brasileño dijo que para él es ‘el lugar más especial’.
Recordó que la pista paulista fue donde creció y aprendió con ‘una afición maravillosa’ y sobre Ferrari apuntó que fue ‘el mejor lugar’ del que se lleva ‘muchos amigos’.
Quizá la competencia interna de Ferrari le impidió llegar a lo más alto de la F1 o puede que el accidente que sufrió en el Gran Premio de Hungría en 2009 terminara de alejarle de la gloria.
No obstante, pese a que la suerte no terminó de sonreír al de Sao Paulo durante su periplo con el ‘cavallino rampante’, los ingenieros del equipo italiano se referían a él como ‘campeón’ ya que durante varias vueltas y prácticamente hasta la última curva de la carrera de Brasil de 2008, Massa -que debutó en F1 en 2002, en Sauber, escudería en la que también corrió en 2004 y 2005- fue virtualmente campeón del mundo.
Tras estas ocho temporadas, en las que Massa ganó once Grandes Premios, le espera un ‘nuevo comienzo’ en la británica Williams, histórica de la Fórmula Uno venida a menos en el último curso y en donde compartirá garajes con el finlandés Valtteri Bottas, debutante este año.
Con 32 años y 192 Grandes Premios finalizados, Felipe Massa afronta la que puede ser una de sus últimas etapas en la Fórmula Uno, a la que se lleva el cariño de la afición e ingenieros de Ferrari, donde durante nueve años derrochó lealtad con el propósito de devolver la gloria al ‘cavallino rampante’.