Las cámaras de televisión captaron el temblor en la Bolsa de Nueva York y el Nasdaq, donde algunos operadores decidieron salir a la calle ante un seísmo de 5,9 grados en la escala de Richter que sin embargo no provocó la evacuación de la principal plaza financiera mundial.
Allí la mayor parte de los inversores decidieron continuar con las compras con las que ya habían comenzado la sesión y de hecho afianzaron ese ánimo después del susto, de forma que en la recta final de la jornada los principales indicadores de Wall Street vivieron un decidido rally.
Así, el Dow Jones de Industriales, el principal indicador del parqué neoyorquino, terminó la jornada con un sólido ascenso del 2,97 por ciento, con lo que consiguió recuperar la referencia de 11.000 puntos que perdió el jueves pasado al cerrar en 11.176,76 puntos.
Más pronunciados aún fueron los ascensos de los otros dos principales índices de Wall Street: el selectivo S&P 500 subió un 3,43 por ciento y el índice compuesto del mercado Nasdaq se disparó el 4,29 por ciento, impulsado en gran medida por la contundente subida del 3,99 por cientodel sector tecnológico.
Buena parte de las ganancias del final de la jornada tuvieron que ver con la noticia de que el número de bancos con problemas en EEUU bajó por primera vez desde 2006 en el segundo trimestre de este año, un periodo en el que también disminuyó la cifra de entidades quebradas, según la Corporación Federal Aseguradora de Depósitos (FDIC, en inglés).
La noticia relajó las dudas que se han hecho en las últimas semanas con el sector financiero, por lo que éste ganó finalmente en su conjunto el 2,65 por ciento, con ascensos como los de Citigroup (4,83 %), Wells Fargo (4,59 %) o JPMorgan Chase (4,1 %).
La excepción fue el mayor banco por activos de Estados Unidos, Bank of America (-1,87 %), que se encuentra en una delicada situación asediado por la falta de acuerdo con las autoridades sobre el papel de los grandes bancos en la crisis hipotecaria y las dudas sobre su salud financiera.
La entidad acumula una impresionante caída del 52,77 por ciento desde que comenzó el año.
En el ánimo comprador de los inversores también tuvieron que ver las cifras mejores de lo esperado sobre la actividad en el sector manufacturero en China, así como otros datos procedentes de Europa que consiguieron relajar los miedos a una ralentización de la recuperación económica mundial.
A todo ello hay que unir las crecientes esperanzas entre los inversores a que el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben Bernanke, anuncie el viernes en su conferencia en Jackson Hole (Wyoming) una tercera ronda de compra de bonos del Tesoro para estimular la economía.
Esas esperanzas consiguieron dejar en un segundo plano la noticia de que la venta de casas nuevas en julio en EEUU bajó un 0,7 por ciento una tasa anual de 298.000 viviendas, la cifra más baja desde febrero, informó hoy el Departamento de Comercio, que recordó que ése es el tercer descenso consecutivo desde abril.
En el parqué neoyorquino sorprendió el avance del 10,12 por ciento de la operadora de telecomunicaciones Sprint, favorecida después de que se publicase que comercializará el nuevo iPhone 5 junto a AT&T (1,86 %) y Verizon (3,27 %), un día en el que el fabricante del popular teléfono también registró un sólido ascenso del 4,81 por ciento.