Han pasado ya ocho días de competición. En este periodo, la caravana del Dakar ha surcado las dunas del sur de Perú, ha navegado por el árido desierto de Atacama y ha cabalgado por la sierra del noroeste de Argentina.
Estos días han bastado para que la prueba de coches nomine a sus dos candidatos a la gloria. Los elegidos son Peterhansel y Al-Attiyah.
Sólo un giro inesperado evitaría que uno de estos pilotos se lleve el triunfo final. La superioridad sobre sus contrincantes es manifiesta.
Peterhansel (Mini) lidera el rally con una pequeña ventaja de 3 minutos y 14 segundos sobre el catarí.
‘Monsieur Dakar’, que cuenta en su palmarés con diez estatuillas del rally -seis en motos y cuatro en autos- ha mostrado hasta ahora la fiabilidad de un reloj suizo.
Conoce bien el funcionamiento de su Mini y es poco habitual verle cometer errores importantes. ‘He sido el piloto más constante desde el principio’, afirmaba Peterhansel hace un par de días.
Al frente tiene a Nasser Al-Attiyha, probablemente el piloto más rápido de toda la caravana del Dakar.
Este año, sin embargo, ha dejado de lado los riesgos y la agresividad al volante y se ha propuesto cuidar el nuevo Buggy y esperar la ocasión propicia para asestar el golpe que le permita adelantar a Peterhansel.
El nuevo automóvil del catarí ha supuesto una bocanada de aire fresco para la carrera, acostumbrada al dominio incontestable de marcas oficiales, como Volkswagen y últimamente los Mini.
Pese a la juventud del proyecto y las prisas de última hora para probar el coche, el Buggy transmite buenas sensaciones de cara al futuro.
Esto a pesar de que el otro vehículo del equipo que empezó el rally, pilotado por el español Carlos Sainz, tuvo que abandonar la carrera por problemas mecánicos.
El primer palo para Sainz llegó en la cuarta etapa, cuando rompió el tubo de la gasolina y perdió toda opción de luchar por la victoria final.
Dos días después, en la sexta etapa, llegó la hecatombe final. El madrileño rompió el motor del coche y tuvo que abandonar.
‘Carlos ha tenido mala suerte’, comentó Al-Attiyah, que recordó que los dos autos del equipo son prácticamente iguales.
El resto de pilotos están a años luz de los dos primeros. El sudafricano Giniel De Villiers (Toyota), a casi tres cuartos de hora del líder, lucha por el tercer cajón del podio con el ruso Leonid Novitskiy (Mini).
También está lejos el español Joan ‘Nani’ Roma (Mini), séptimo a más de una hora y media del liderato. El catalán pagó muy caros algunos errores de navegación y encallar en una duna en la sexta etapa.
Si la prueba de coches deja entrever por dónde pueden ir los tiros, la de motos es otra historia.
La ausencia por lesión del español Marc Coma hacía pensar que el francés Cyril Despres (KTM) tenía vía libre para conseguir su quinto Dakar.
Pero el galo ha realizado un rally mucho más gris de lo que es habitual en él. No ha ganado ni una etapa y ocupa el quinto puesto en la general a más de 24 minutos del líder, su compatriota David Casteu (Yamaha).
Sin hacer mucho ruido, Casteu, un veterano del Dakar, ha conseguido superar el ecuador del rally en el primer lugar de la clasificación.
A poco más de once minutos aparece el portugués Ruben Faria (KTM), que es el ‘mochilero’ de Despres, por lo que parece poco probable que sus intenciones sean conseguir la victoria final.
Tercero, a doce minutos, asoma el chileno Francisco ‘Chaleco’ López (KTM), uno de los protagonistas de la primera semana de carrera.
Chaleco ha conseguido tres triunfos de etapa. Con una KTM de fábrica y más maduro que otros años, se niega a admitir que puede luchar por la victoria y sólo quiere pensar en el día a día.
Despres, quinto, cierra el grupo de pilotos que se rifarán los tres cajones del podio de Santiago de Chile.
En este grupo debería estar el español Joan Barreda (Husqvarna), un piloto llamado a ser un hombre destacado en el Dakar en los próximos años.
El valenciano vivió un auténtico calvario en la quinta etapa, entre Arequipa (Perú) y Arica (Chile). Rompió la inyección de la moto y tuvo que arrastrarla durante muchos kilómetros.
Habrá que esperar a los próximos días para ver cómo se va decantando la competición.
La mayoría de competidores coinciden en que el rally puede decidirse entre la undécima y la duodécima etapa, al paso por La Rioja, Fiambalá y el cruce a Chile por Copiapó.