La carrera en el renombrado Circuito de Barcelona-Cataluña se correrá el día 11, y el español Fernando Alonso defenderá el triunfo obtenido la temporada pasada, aunque en ésta es más que probable que la victoria se decida entre los dos Mercedes, de Lewis Hamilton y Nico Rosberg, ganadores de las cuatro carreras anteriores, y con el segundo como líder del Mundial.
La única prueba española en el Mundial de Fórmula Uno aguanta a pesar de la crisis y la incertidumbre que ha arrastrado en las últimas ediciones, en las que la prueba catalana parecía sentenciada, bien para saltar del calendario o alternarse con la valenciana, que a final sí que ha dejado de existir. El trazado de Montmeló se confirma como la sede de la F1 en la Península, donde dentro de dos domingo se correrá por vigésimo cuarta ocasión seguida el GP de España.
En la presentación de la carrera barcelonesa, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se ha congratulado de que la ‘marca Barcelona’ tenga un gran tirón y que ello repercuta positivamente en la economía de la zona, ya que el impacto que se prevé es de 200 millones de euros.
‘El GP nos da una línea de seriedad, prestigio y de solvencia que muchos países del sur de Europa hoy necesitan’, ha subrayado el presidente catalán, siempre interesado en que el GP de España se mantuviese en el Circuito de Barcelona por la proyección que se generaba hacia el exterior, y por la ayuda a la reactivación económica.
De esta forma, y a la espera de ver si el trazado supera las 95.000 personas del fin de semana de la temporada pasada, la prueba barcelonesa se espera que vuelva a ser un punto de inflexión en el Mundial, como siempre ha sucedido cuando la F1 ha aterrizado en Europa, donde todos los equipos llevan a cabo mejoras sustanciales.
No obstante, habrá que ver si éstas serán capaces de reducir la considerable ventaja que han adquirido después de cuatro carreras disputadas (Australia, Malasia, Bahrein y China) los dos Mercedes, que han mostrado un dominio casi insultante.
También se espera que Ferrari dé un salto de calidad, que de alguna forma ya se vio en la prueba de China, donde Fernando Alonso subió por primera vez en la temporada al cajón, al acabar en un meritorio tercer puesto. El año pasado el asturiano no sólo venció en Barcelona, sino que fue el primer piloto que se llevó la victoria después de haber arrancado más allá de la segunda línea en la parrilla.
El 11 de mayo Nico Rosberg (Mercedes) defenderá el liderato en una prueba establecida a 66 vueltas tras las cuales los pilotos habrán completado 307,104 kilómetros.