‘Si miro atrás recuerdo que el año pasado no pude correr por una lesión’, ha dicho al respecto el piloto barcelonés, quien ha añadido, además, que esta victoria ‘es muy especial por haberla logrado ante marcas tan poderosas como Yamaha y Honda’.
Coma (Avià, 1976) ha reconocido que se siente ‘muy cansado’ pero contento y con ganas de estar con los suyos.
‘La verdad es que siempre me he sentido muy querido y apoyado. Sólo espero que se sientan orgullosos de mí y ahora sólo quiero disfrutar del momento porque cuesta mucho ganar un Dakar’, ha dicho en el aeropuerto de Barcelona.
Han recibido al piloto, entre aplausos y cánticos, sus familiares y muchos paisanos, además del secretario del deporte de la Generalitat, Iván Tibau. A la salida de la puerta de llegadas del aeropuerto se ha fundido en un cálido abrazo con su mujer Queralt y Lluís, su hijo de dos años.
Pasó momentos delicados durante el recorrido, con resfriados, gripe y fiebre. Por ello, ha comentado que ha sido un Dakar ‘durísimo, pero muy contento con el trabajo que hemos hecho y siempre hemos estado ahí delante; ser el ganador de un Dakar son palabras mayores’.
‘Creo que supe aguantar bien la presión, pero no era fácil porque cuando llevas el peso de la carrera es extremadamente fatigosa y, encima, con el resfriado y la gripe, lo pasé muy mal aunque lo gestionamos bien’, ha rememorado.
Una lesión en el hombro le impidió participar en la pasada edición y Coma ha reflexionado que, después de no haber corrido el año pasado, la situación que vive es ‘inmejorable’.
‘Es algo que te deja un sabor de boca muy agradable porque es una victoria que quiero disfrutar muchísimo: Hemos sufrido mucho para llegar hasta este momento del triunfo y espero que éste no sea el último; aún me queda cuerda para rato’, ha garantizado.
El gran rival de KTM parecía ser el poderoso equipo Honda, que al final no logró el objetivo de la victoria. El piloto barcelonés ha sido contundente al decir que no cree que el equipo Honda haya fracasado ‘porque ha luchado hasta el final. Sea como sea, yo no me veo capaz de hacer una evaluación de otro equipo que no sea el mío’.
De cómo empezó a fraguarse la victoria, Coma ha relatado que fue en la quinta etapa, ‘pero aún quedaba mucho por delante y tenía que seguir siendo constante y no bajar la guardia en ningún momento y aún fuimos capaces de ganar dos etapas más’.
‘La verdad es que sólo tuve dos horas de ventaja el penúltimo día porque en los anteriores Joan Barreda nos estuvo poniendo las cosas realmente difíciles. Ahora en la clasificación se ve que gané con dos horas de ventaja, pero puedo asegurar que hasta el penúltimo día no hubo nada asegurado y la tensión fue siempre altísima’, ha concretado.