Volkswagen Cross Polo
A fondo
-Estética atractiva
-Acabado interior intachable
-Equipamiento superior a la media del segmento-Relación calidad/precio
-Poco recomendable para conducción ‘off road’
-Incremento del consumo en relación al PoloEs una realidad patente la ferviente necesidad por parte de los fabricantes de concebir variantes con ligeras modificaciones off-road de modelos preparados en un principio para el tránsito por la ciudad y carreteras asfaltadas. Ya no nos referimos a crossover, SUV o todocaminos como mejor prefieran llamarlo- ideados para rutas no muy complejas por caminos, los todoterreno del siglo XXI, sino a urbanos o utilitarios que rondan los cuatro metros de longitud y que han sido remozados desde un punto de vista conceptual, nunca de prestaciones y aptitudes, como un pequeño todoterreno; endulzando la imagen del modelo de turno con un diseño más aventurero y campestre, enfatizando la idea de polivalencia. En esta coyuntura la marca alemán Volkswagen trabaja desde hace años en adornar su pequeño utilitario Polo con aditivos de todoterreno. Su origen data de 2003 bajo la denominación Soho. Sus ventas se triplicaron y poco después tanto el Polo, como el monovolumen de tamaño medio Touran, adoptaron para sus carrocerías más camperas el concepto Cross.
-Acabado interior intachable
-Equipamiento superior a la media del segmento-Relación calidad/precio
-Poco recomendable para conducción ‘off road’
-Incremento del consumo en relación al PoloEs una realidad patente la ferviente necesidad por parte de los fabricantes de concebir variantes con ligeras modificaciones off-road de modelos preparados en un principio para el tránsito por la ciudad y carreteras asfaltadas. Ya no nos referimos a crossover, SUV o todocaminos como mejor prefieran llamarlo- ideados para rutas no muy complejas por caminos, los todoterreno del siglo XXI, sino a urbanos o utilitarios que rondan los cuatro metros de longitud y que han sido remozados desde un punto de vista conceptual, nunca de prestaciones y aptitudes, como un pequeño todoterreno; endulzando la imagen del modelo de turno con un diseño más aventurero y campestre, enfatizando la idea de polivalencia. En esta coyuntura la marca alemán Volkswagen trabaja desde hace años en adornar su pequeño utilitario Polo con aditivos de todoterreno. Su origen data de 2003 bajo la denominación Soho. Sus ventas se triplicaron y poco después tanto el Polo, como el monovolumen de tamaño medio Touran, adoptaron para sus carrocerías más camperas el concepto Cross.
a favorEstética atractivaAcabado interior intachableEquipamiento superior a la media del segmentoen contraRelación calidad/precioPoco recomendable para conducción ‘off road’Incremento del consumo en relación al Polo
Bajo esta denominación, prospera la idea de un Polo más equipado, aventurero y un ligero aumento de 15 mm de sus suspensiones, todo ello, con un sobreprecio de 2.000 euros de media respecta a la versión equivalente de su modelo matriz en esta quinta generación. Asociado a la carrocería de cinco puertas, nuestra unidad de prueba del Cross Polo estaba impulsado por un motor turbodiésel de 1.6 litros y cuatro cilindros que desarrollaba 90 cv de potencia máxima, valorada en un precio de 19.870 euros, por los 17.895 del Polo 1.6 TDI 90 cv acabado Sport. Este mismo Polo de calle con idéntico motor pero acompañado del efectivo cambio automático de doble embrague DSG vale 19.275 , todavía sigue siendo más barato que nuestro Cross Polo de cambio manual de cinco recorridos.
Y de la competencia, ¿qué? Pues a bote pronto se nos ocurre compararlo con el Nissan Juke, nacido a la sombra del superventas Qashqai. El modelo nipón (4,13 metros de longitud por los 3,98 m del Cross Polo) asociado al acabado Tekna Sport y con el motor diésel 1.5 dci de ¡110 cv! es más barato, vale 19.550 . Otro rival que viene del Lejano Oriente es Suzuki SX4 (4,15 metros de longitud) con la mecánica diésel de dos litros con alimentación por common rail y 135 cv cuesta 17.903 , también más barato. El gemelo de éste, el Fiat Sedici (4,11 m de largo) con el motor diésel Multijet 2.0 y 135 cv cuesta 21.300 , 1.500 más caro que nuestro protagonista de hoy. Más exclusivo resulta el Mini Countryman (4,10 m), que en su versión diésel más accesible, Cooper D con un propulsor 1.6 litros y 112 cv, cuesta 25.000 , 5.000 euros más que el Polo. Y ya más grande, tendríamos al competitivo Skoda Yeti (4,22 m), con el mismo motor que el Cross Polo, el 1.6 TDI, pero con 105 cv; su precio, 23.190 , casi 3.500 euros más. Todos los rivales aquí citados tienen la opción de equipar la tracción permanente a las cuatro ruedas; el Cross Polo sólo se vende con tracción delantera.El Cross Polo, el único que no puede equipar tracción a las cuatro ruedas, es más caro que el Juke y SX4, y más barato que el Sedici, Yeti y sobre todo Countryman
‘Su poderío visual es su mayor valor, ganándonos desde el primer momento’Sin duda por lo que uno se puede decantar por el Cross Polo es por su dimensión estética. Su poderío visual nos gana desde un primer momento. Ya la silueta del Polo normal ha ganado en corpulencia y elegancia, pero esta variante campera estrena nuevos faldones perimetrales de plástico, estriberas laterales, unas exclusivas llantas de cinco radios dobles de 17 pulgadas, un prominente difusor delantero cromado, retrovisores en aluminio mate, una carrocería de color naranja magma (115 ) a juego con el habitáculo, el anagrama Cross Polo en la zona trasera de los laterales de la carrocería y, por supuesto, no podían faltar los raíles en el techo que, además de la función decorativa, tiene la posibilidad de fijar maletero de techo y sistemas portadores de hasta 75 kg de peso. Esta imagen tan atractiva se cierra con los paneles de los pilares central y trasero, y los marcos de las ventanas, en color negro brillante.Su poderío visual es su mayor valor, ganándonos desde el primer momento
En términos de carga el cofre de maletero del Cross Polo es de 280 litros (ampliables hasta los 952 litros con los asientos traseros abatidos). Ofrece más espacio que el Fiat Sedici (270 litros), el Suzuki SX4 (270 litros) y el Nissan Juke (251 litros), pero bastante menos que el Skoda Yeti (405 litros) y el Mini Countryman (450 litros). Además, este Polo aporta una serie de detalles funcionales que amplían la capacidad de carga final, con unas interesantes cajoneras bajo los asientos delanteros o unos anillos de fijación y ganchos para bolsas en el propio maletero.
Ya por dentro, nos encontramos con un espacio confortable, con una calidad en apariencia y tacto equiparable a los acabados superiores del Polo de calle, en parte debido al fuerte componente de personalización que persiste en el habitáculo. De tal manera que el ADN deportivo de la cabina se deja notar desde el principio, con una tapicería bicolor en color naranja magma a juego con la carrocería, asientos deportivos en los que el apellido Cross Polo está cosido con sumo gusto en la zona superior del respaldo, pedales con aspecto de aluminio, volante de cuero perforado y con mandos multifunción, reposabrazos central Todo, combinado con el salpicadero acolchado de las versiones superiores del Polo, incluida la pantalla táctil de audio, teléfono e información dominando la sobria consola central y los relojes de instrumentalización de la casa con la pantalla digital en medio que hace las veces de ordenador de a bordo.La personalización del Cross Polo continúa en su habitáculo, de orientación deportiva y un acabado equiparable al del Polo Sport
En comparación con un Polo con acabado Sport el nivel tope de gama-, nuestro Cross Polo aporta algunos elementos adicionales a nivel de equipamiento puro y duro, como el climatizador bizona, el cargador de CDs o el retrovisor interior electrocrómico. Como extras se pueden añadir los faros de xenón (745 ), airbags de cortina traseros (480 ) o sensores traseros de distancia de aparcamiento (310 ).
La primera conclusión que extraemos de sus características dinámicas off road es que estas poco o nada cambian en comparación con el Polo. En esta nueva generación del Cross Polo no se han introducido arreglos específicos, ni siquiera cuenta con su anterior tren de rodaje reforzado con muelles más largos y firmes, ni con desarrollos del cambio modificados; lo que nos obliga a hablar de una versión y no de un modelo con sus propias características. El crecimiento en 15 mm de las suspensiones supone un grado de capacitación únicamente para caminos en muy buen estado, porque en el momento que la cosa se complica con grietas, barro, piedras y demás irregularidades, el Cross Polo, con neumáticos de asfalto 215/40 y unos protectores de bajos más bien endebles, sufre como cualquier otro utilitario.
Ya en ciudad o en vías rápidas, el Cross Polo sigue siendo un coche tremendamente cómodo, seguro y preciso a nivel de dirección y suspensiones, sin que su mayor altura provoque un aumento de los balanceos o de las inercias. Sin embargo en lo que sí repercuten los aditivos que incorpora la versión es en un incremento de dos décimas en el consumo de combustible con respecto al Polo. Nuestro motor turbodiésel de 1.6 litros, 90 cv (como siempre en VW, parecen algunos más) y 230 Nm a las 1.500 rpm, presenta un consumo mixto oficial de 4,3 l/100 km, bastante similar a la media que nos salió en la prueba de consumo, 4,7 l/100 km. Con un cambio manual de cinco velocidades se echa en falta una sexta marcha que pueda desahogar la marcha en carretera- y un indicador de recomendación del momento óptimo de cambio de marcha, el Cross Polo acelera de 0-100 km/h en 12,5 segundos y logra una velocidad punta de 176 km/h. Con DSG de siete recorridos el precio de nuestro Cross Polo se dispara hasta los 21.250 .En asfalto se comporta como un Polo normal, es decir, es tremendamente cómodo, seguro y preciso