Audi-Volkswagen 1.4 TSI
El rey y el mito
Desde la aparición del primer compacto de Audi hace más de diez años, la eterna duda ha perseguido a los amantes de estos modelos. Muchos, seguidores del mito Golf, no se planteaban una compra mejor, a pesar de que su recién llegado primo A3 ofrecía más distinción y calidad, según el consorcio alemán. Pero otros sucumbieron al poder de los anillos, del coche no de la película.
a favorA favor:Cambio DSG de 7 velocidades.Relación calidadprecio.Opciones más baratas.en contraDiseño interior espartano.Apariencia de algunos materiales.Acceso a las plazas traseras.
De esta forma al rey de Wolfsburg se le bajaban los humos, tras años de superioridad y fama, volviendo a la idea de compacto un poco más ‘accesible’ con la que aparecieron sus antepasados MKI, MKII y la tercera generación, para dejar al Audi como el representante lujoso del segmento dentro del grupo. Y así la cuarta generación Golf rivalizaría con el resto de compactos más generalistas, beneficiándose de su noble nombre.
Esa era la estrategia del gigante alemán para posicionar sus productos, y pasadas generaciones y renovaciones varias ha llegado a diferenciarlos como pretendía. Mientras el Audi compite con los modelos más caros y lujosos, -como el BMW Serie 1, el futuro Mercedes CLC y el Volvo C30-, el Volkswagen se ha posicionado como el más selecto de los generalistas, enfrentándose al Alfa Romeo 147, Citroën C4, Fiat Bravo, Ford Focus, Honda Civic, Hyundai i30, Kia Cee´d, Mazda 3, Opel Astra, Peugeot 308, Renault Megane, su primo Seat León, Subaru Impreza y Toyota Auris.
El rey destronado cedió ante el A3, pero conservó su condición de mito. A pesar de estar considerado en un escalón por debajo del Audi -desde el punto de vista de imagen de marca-, el Golf no renuncia a pasear su nombre con un atractivo más: su relación calidad-precio más ajustada. La duda está en conducir el compacto más lujoso o un mito.
Para esta comparativa, en Autocity hemos elegido las versiones más interesantes en los tiempos que corren, en los que la subida del precio del gasóleo prevé inminentes ventas de coches gasolina de consumos reducidos. Enfrentamos el Audi A3 1.4 TFSI y el Volkswagen Golf 1.4 TSI DSG de 7 velocidades, el primero anuncia 125 cv y el segundo 122. ¿Quién ganará, el rey o el mito?
Dos viejos conocidos
No hay nadie, por muy poco que le gusten los coches, que no sepa nada de nuestros protagonistas. Por lo que hablar del diseño de ambos, y más a estas alturas con la cercana llegada de sus nuevas generaciones, nos parece un poco redundante.
Nos limitamos a comentar que la versión elegida del A3 es una Sportback -cinco puertas-, mientras que el Golf sólo lleva tres puertas en su carrocería. El Audi nos convence más con sólo tres puertas ya que el que podéis ver en las fotos es más alargado, y los ocupantes de las plazas traseras pierden la sensación de ir en un compacto deportivo, como ocurre en el de tres. Y sin embargo, el Volkswagen parece más proporcionado con cinco, pero todo depende de los gustos y necesidades de cada uno. Está claro que los cinco puertas son más cómodos y prácticos cuando de aprovechar el espacio se trata.
Notamos al Golf más amplio, gracias a su mayor distancia al techo, pero por lo demás son semejantes teniendo en cuenta la diferencia de carrocerías citada. 4.204 mm, 1.759 mm y 1.479 mm de largo, ancho y alto respectivamente con un peso de 1.226 kg para el mito del grupo alemán; y 4.286 mm, 1.765 mm y 1.423 mm de longitud, anchura y altura con un peso de 1.300 kg para el máximo exponente del lujo compacto del consorcio.
Los maleteros ofrecen capacidades próximas. El VW tiene 350 litros que se convierten en 1.305 al abatir las plazas traseras, si aprovechamos el espacio hasta el techo. Por el contrario, el modelo de la marca premium deja más sitio para el equipaje con 20 litros más que su rival, pero cuando prescindimos de los asientos de atrás la diferencia de altura dentro de habitáculo se hace notar, conformándose con 1.120 litros.
La diferencia de calidad en ambos interiores es apreciable, aunque no decisiva. Los materiales, de buena apariencia y tacto en los dos, son superiores y más detallistas en la marca de los cuatro aros que alardea de un diseño del salpicadero y la consola central más cuidado. Pero, ¿están justificados los 3.000 euros aproximados entre los dos? Esta pregunta tiene tantas repuestas como posibles compradores distintos los dos modelos. Nosotros notamos más la diferencia en el aspecto estético que en la calidad final.
En lo que a equipamiento se refiere, ambos ofrecen los mismos sistemas de seguridad activa y pasiva de serie, pero en el apartado de confort el Golf se lleva el gato al agua con más equipo y opciones más asequibles que las del A3.
Tanto en el Audi como en el Volkswagen casi todos sus componentes son compartidos aunque no se llamen igual. Es el caso de las mecánicas 1.4 TFSI en el primero, y en el segundo 1.4 TSI. Esto no supone ningún problema, es sólo una cuestión de nomenclatura y diferenciación entre las dos marcas del mismo grupo. De igual manera ocurre con el cambio secuencial de doble embrague, DSG en VW y S-Tronic para los de los cuatro aros.
Los 125 cv del A3 y los 122 del Golf no son en absoluto escasos. El que piense que estos motores están bien para aquellos que disfrutan de una conducción relajada, que empiece a buscar el concesionario más próximo para saber lo que es disfrutar al volante.
Las diferencias en el comportamiento son leves, a pesar de que el Audi se aprecia más aplomado en su rodadura, gracias a una mejor insonorización del habitáculo que sólo deja intuir el girar de las ruedas en la carretera. En cambio el Golf, aun demostrando la misma estabilidad, se nota algo más rumoroso en su pisar.
La dirección en ambos es muy buena, y exacta a nuestra demanda de volante. El cambio del A3, manual de 6 velocidades es pura suavidad y ayuda a realizar una conducción deportiva, manteniendo ritmos altísimos con el mínimo esfuerzo. Los 200 Nm de par motor a 1.500 rpm hacen de estos dos gasolina turboalimentados un prodigio de empuje progresivo y constante hasta las 5.000 rpm, combinado con un sonido casi propio de los TFSI de 200 cv. ¡Qué lujazo!
Sin embargo, el Golf ofrece la posibilidad con el DSG de 7 velocidades -cambio secuencial de doble embrague- de disfrutar de la comodidad de acelerar y frenar en ciudad sin tener que sacar la mano derecha de paseo, previo pisotón de embrague. Y además, si eres de conducción alegre disfrutarás de la opción Sport del modo automático, o cambiando tú mismo con la palanca, y al más puro estilo de competición con las levas del volante. Además mejora el consumo del mismo Golf manual beneficiándose de un mixto a los 100 km de 5,9 litros, frente a los 6,5 del A3.
Estos motores de 1.390 cc turbo e inyección directa de gasolina anuncian 203 km/h de velocidad máxima y 9,8 segundos en el 0 a 100 km/h para el Audi, y 197 km/h y 9,4 segundos para el mito de Volkswagen.
Al volante, el Audi parece ir algo más ligero, pero el VW le va a la zaga muy de cerca. La distancia es mínima y el DSG, junto con la difrencia de precio, inclina la balanza hacia este último. Los 22.800 euros del Golf son más que suficientes para estar seguros de conducir un gran coche. Quien busque más distinción, lujo e imagen de marca pagará los 25.920 euros del A3 -eso sí manual-.
En Autocity nos quedamos con el mito, unido al mejor cambio del mundo y con más equipamiento a igualdad de precio que su primo rico, el A3. También os aseguramos que con estas mecánicas los TDI del grupo tienen el enemigo en casa, por consumo, sensaciones al volante y placer de conducción.