Mayor presencia y robustez
El todocamino de Toyota RAV4 modifica, por fin, aunque sea ligeramente, su imagen exterior, después de cuatro años estancando visualmente en un segmento en el que las evoluciones y modelos completamente nuevos están a la orden del día. Estos cambios estéticos se centran principalmente en el frontal del coche, mientras que por dentro también se aprecian sensibles mejoras, manteniéndose las mecánicas inalteradas, con el motor gasolina 2.0 VVT-i de 158 cv y diésel 2.2 D4-D de 150 cv. La versión de acceso de este RAV4, más robusto, costará 23.300 euros. Las combinaciones que el cliente tendrá a su alcance serán múltiples, pudiendo elegir entre la carrocería más campestre con barras en el techo y rueda de repuesto sobre el portón o la denominada Cross Sport –8 cm más corta que la anterior y con la supresión de los elementos anteriormente citados-; tracción delantera o total conectable automáticamente; diésel o gasolina y transmisión manual o automática.
Físicamente el RAV4 gana en presencia, aproximándose al poderío del Land Cruiser, gracias a un frontal de nuevo cuño en el que destacan la parrilla con formas y materiales diferenciados y toques cromados en la misma y en el capo, aportando un toque distintivo y elegante. En cuanto a los faros también son de nuevo diseño, con la posición de las ópticas modificadas para transmitir, junto al nuevo paragolpes, un efecto más envolvente. En la vista lateral destaca una línea de cintura más elevada y el mayor tamaño de las llantas de aleación, ahora de 18 pulgadas. En la zaga destaca un nuevo alerón sobre el portón y las ópticas con diodos LED para una mejor iluminación. Sofisticado como siempre y con algún retoque encaminado a una conducción off road más fiable, la nueva gama el SUV de Toyota se ofrece en tres nuevos colores; Blanco Perlado, Azul Abisal y Rojo Oscuro.
Estas evoluciones en el diseño exterior del coche no han alcanzado al habitáculo, donde se ofrecen pocos cambios reseñables. Quizá, el más importante es la nueva tapicería en cuero y alcántara, para respirar un mayor señorío. Además, desde Toyota aseguran que la calidad de los materiales y la minimización de huecos entre los paneles convierten al RAV4 en un coche más habitable. Se ofrecerá en tres acabados, Activa, Advance el más vendido del anterior restyling- y Executive, el tope de gama, que entre otros elementos facilita la regulación eléctrica del asiento del conductor.
Otra de las bazas que el Toyota RAV4 tiene para medirse con éxito a rivales como el Nissan Qashqai, Ford Kuga o Hyundai ix35, es su bajo consumo tanto en la versión gasolina (7,4 l/100 km y 0,1 l/100 km más con tracción a ambos ejes) como en diésel (5,8 l/100 km y 5,7 l/100 km con tracción total y delantera, respectivamente). Además, incluye dos tipos de cajas automáticas. La primera de ellas, asociada al motor gasolina de dos litros y cuatro cilindros, se llama MultiDrive S, de variador continuo, un sistema de infinitas marchas si lo tenemos en modo D pero que tiene un modo de preselección de siete velocidades controladas desde la palanca del cambio o desde las levas al volante. Por su parte, el cliente de diésel podrá decantarse por una transmisión automática AutoDrive S, que cuenta con la tecnología D-CAT, incorporando un filtro de partículas DPF y un filtro de reducción del NOx. En temas de seguridad, Toyota integra la dirección asistida eléctrica ESP y el control de estabilidad VSC bajo el sistema SICA, por el cual, en caso de deslizamiento de alguno de los ejes, la dirección se endurece si el conductor gira hacia las ruedas hacia el lado equivocado. La tercera actualización del Toyota RAV4 2006 gana en presencia y robustez en la única categoría, la de los todocaminos, donde las ventas no se estacan y la pelea es infernal.